Barcelona redescubre la joya modernista de la Casa de les Punxes
El edificio que proyectó Josep Puig i Cadafalch puede visitarse por primera vez desde su inauguración en 1905, tras su rehabilitación
Cuando Eugenio d'Ors se instaló en 1909 en la Casa Terradas hacía tres que publicaba el "Glosari". El edificio que realizó en 1905 Josep Puig i Cadafalch, prohombre de la Lliga que soñaba con una “Barcelona París del Migdia”, ejemplifica la transición entre el modernismo tardío y el Noucentisme -catalanista y conservador- que postulaba Xènius en La Veu de Catalunya . No es extraño que D'Ors se instalara en el segundo piso de aquel edificio conocido popularmente como la casa “de les punxes”: sus afilados pináculos, a modo de pinchos, parecían hincarse en el cielo.
El nombre oficial de Casa Terradas se debe a Bartomeu Terradas Brufau, adinerado empresario textil y segundo presidente del F.C. Barcelona que en 1903 encargó a Puig i Cadafalch una casa para cada una de sus tres hermanas -Ángela, Josefa y Rosa - en el número 416-420 de una Diagonal todavía incipiente. Las obras duraron dos años, hasta la inauguración de 1905. La Casa de les Punxes aparece como un castillo que abarca seis esquinas y que coinciden con las intersecciones de la Diagonal con las calles Rosellón y Bruch. En el número 416, la casa de Rosa, identificable por los ornamentos rosáceos; la finca número 420 era propiedad de Ángela: su distintivo era un mosaico con un ángel y el trébol su símbolo botánico. En cuanto a Josefa, casada con el doctor Parés, ocupaba el edificio central con e l legendario plafón de Sant Jordi matando al dragón.
Tan capaz de obras excelsas como la fábrica Casarramona -actual sede de CaixaFórum- o las cavas Codorníu en Sant Sadurní y de construcciones toscas como las cuatro columnas de Montjuïc; tan capaz de inventar las baldosas del Ensanche como de destruir los planos de Cerdà; tan capaz de presidir la Mancomunitat y apoyar el golpe de Primo de Rivera, Puig i Cadafalch rubricó en la Casa de les Punxes una de sus obras más innovadoras, conjugación del medievalismo tardomodernista y los postulados clasicistas del Noucentisme. Irónica paradoja: el mismo D'Ors que admiraba el edificio de Puig i Cadafalch fue años después defenestrado por este desde su presidencia de la Mancomunitat .
Por primera vez, desde 1905, los actuales propietarios del edificio -la inmobiliaria Texna- abren las puertas al público , después de meses de reformas a cargo del arquitecto Jaume Falguera. La apertura viene a coincidir con el 60 aniversario de la muerte de Puig i Cadafalch: el año 2017 se conmemorará el 150 aniversario del nacimiento del arquitecto en Mataró.
Itenerario museístico
En la planta baja -esquina de Diagonal y Rosellón- , accedemos a la entrada principal, que cuenta con tienda y bar-vermutería. La visita se plantea en dos modalidades. En la planta noble -donde vivieron dos de las hermanas Terradas con su madre- se da a conocer la inspiración medievalista de Puig i Cadafalch con la leyenda de Sant Jordi como leit motiv. El recorrido, con audioguía, prosigue en la azotea y cuesta 12,50 euros.
La segunda opción, acompañados de guía, nos lleva hasta la azotea con esas seis “punxes” que confirieron celebridad al edificio. En “Descobreix la Casa de les Punxes” el visitante accede con más detalle a la génesis y claves estéticas y constructivas del edificio. En la primera torre se recorre la trayectoria de Puig i Cadafalch y de la familia Terradas; en la segunda “punxa” se describe al detalle la artesanía del inmueble, realizada por Enric Monserdà y Alfons Jujol; la tercera muestra la gestación de la baldosa más emblemática de Barcelona: esa rosa de cuatro pétalos que, a partir de 1906, libró a la ciudad de uno de sus apelativos más vejatorios: ser conocida como Can Fanga por el precario pavimento de un Eixample en construcción. Las restantes se centran en el arte modernista y los motivos inspiradores del proyecto.
A diferencia de otras casas modernistas , el arquitecto Jaume Falguera -autor del proyecto de rehabilitación- destaca “los atrevidos avances tecnológicos que adoptó Puig i Cadafalch en las estructuras metálicas que sostienen las seis torres”.
Monumento Histórico Nacional desde 1975, la Casa de les Punxes se incorpora a los edificios representativos de Barcelona. Abierta todos los días del año, los barceloneses la podrán visitar con un descuento del treinta por ciento en la entrada.
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