El Ayuntamiento de Barcelona pedirá la intervención policial para recuperar el legado de Muñoz Ramonet
La comisión judicial que debía retirar este jueves las obras de Goya y El Greco no ha podido acceder a la vivienda en la que se encuentran, denuncia el Consistorio
El Ayuntamiento de Barcelona pedirá que la próxima comisión judicial que se persone en el domicilio de las herederas de Julio Muñoz Ramonet para recuperar las obras de El Greco y Goya lo haga acompañada de las fuerzas de seguridad para hacer efectiva la sentencia . Los dos cuadros no son más que la punta de lanza, las obras más valiosas de una extensa colección que el industrial donó a la ciudad de Barcelona y que, denuncia el consistorio, sus hijas se encargaron de hacer desaparecer.
El teniente de alcalde y presidente de la Fundación Muñoz Ramonet, Jaume Asens, ha informado esta tarde de que «la comisión judicial que se ha personado esta mañana en el domicilio madrileño del nieto de Muñoz Ramonet, Antonio Castelo, se ha encontrado con las puertas cerradas y no ha podido acceder a su interior para recuperar los cuadros».
«Ya no hay posibilidad de interpretar la sentencia, pues las dos hijas perdieron en dos instancias judiciales y hay una sentencia firme», ha señalado Asens, quien también ha avanzado que «el Ayuntamiento ya está redactando la petición para que mañana se entregue en el juzgado».
El teniente de alcalde de Cultura, Jaume Collboni, ha explicado en el mismo encuentro con la prensa que «los cuadros de El Greco y Goya son patrimonio cultural de Barcelon a y ha advertido a las hijas del industrial que el Ayuntamiento irá «hasta las últimas consencuencias» para recuperarlo.
La reclamación de las obras se arrastra desde hace más de veinte años y se inició con un proceso civil que acabó con la entrega de las llaves del palacete de la calle Muntaner y el descubrimiento de que faltaban algunas de las obras pictóricas inventariadas.
Asens ha criticado las «argucias» de las hijas del industrial para evitar declarar ante el juez en lo que ha denominado «una burla constante a la administración de la justicia y a la ciudad de Barcelona, algo sorprendente si se piensa en su posición social».
Noticias relacionadas