Omella responde a la Generalitat: «Las imágenes demuestran que la basílica estaba casi vacía»
El gobierno catalán ha abierto un expediente para investigar si la beatificación del sábado cumplió con las medidas anticovid
«Si creen que no hemos cumplido, que investiguen, pero lo hemos hecho con toda responsabilidad»
El Cardenal-arzobispo de Barcelona, Juan José Omella , ha salido hoy al paso de la polémica abierta por la celebración de una beatificación este sábado en la Sagrada Familia a la que asistieron 600 personas y ha resaltado que se siguieron todas las normas marcadas por Salud . No obstante, ha anunciado que la diócesis apostará por reducir los actos litúrgicos de mayor envergadura, entre ellos, la ordenación del tercer obispo auxiliar de la diócesis, presentado hace unas semanas.
«Es difícil acertar, no sabes cómo hacerlo, no controlamos la pandemia, tomamos la decisión de celebrar el acto tomando todas las medidas que obliga la Generalitat , y, si hay algún error, que lo digan, pero lo organizamos con toda la responsabilidad», ha apuntado el también presidente de la Conferencia Episcopal, que presidió el sábado, junto con los diez obispos de Cataluña, la misa de beatificación de Joan Roig , un laico de 19 años asesinado al inicio de la Guerra Civil.
A pesar de que el acto contó con la asistencia de un tercio del aforo del templo y que todos los feligreses iban con mascarillas y guardando las distancias, la celebración desató las quejas del sector cultural, cerrado en Cataluña, que considera que si se pueden reunir 600 personas en una iglesia también pueden hacerlo en un teatro. Como respuesta, el departamento de Salud abrió un expediente para investigar si el acto cumplió con todas las medidas. Por su parte, las consejeras de Salud y de Justicia , Alba Vergés y Ester Capella, y el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, todos de ERC, censuraron y criticaron ampliamente la celebración de este acto, al que, no obstante, asistieron representantes del Govern y el Ayuntamiento de Barcelona.
En una entrevista en TV3 ha reconocido que «tomar decisiones no es fácil» y que el acto podría haber esperado, «aunque hacía un año que teníamos la decisión de hacerlo este día», que coincidía con el décimo aniversario de la consagración de la Sagrada Familia como basílica en presencia del papa Benedicto XVI . «La Sagrada Familia no se puede comparar con cualquier otro sitio», ha añadido el prelado, que ha destacado que la envergadura y capacidad del templo aseguran que se mantenga ventilado y con distancia entre feligreses. «Las imágenes demuestran que la basílica estaba casi vacía», ha apuntado. Sobre el expediente abierto por la Generalitat, Omella ha sido rotundo: «Si creen que no hemos cumplido, que investiguen, pero lo hemos hecho con toda responsabilidad, siguiendo todos los protocolos marcados por Salud».
«Serenémonos»
«Siento mucho el enervamiento, el enfado de los que dicen que nosotros no podemos hacer y vosotros sí. Pido perdón si se han sentido heridos, pero hay unos derechos fundamentales, como el derecho de expresión, de manifestación o de culto religioso. Era una misa, y la hicimos con responsabilidad, siempre teniendo en cuenta las indicaciones del departamento de Salud», ha excusado. Según Omella, la sociedad vive «momentos complicados» que no son fáciles de gestionar para nadie. «Yo pediría un diálogo con toda la sociedad. No tienen que impedir los derechos de manifestación, ni de libertad de expresión, ni de culto religioso. Pongámonos todos a hablar y llegaremos a un acuerdo y a un respeto».
Finalmente, el cardenal ha especificado que el sábado se respetaron las limitaciones de confinamiento municipal que están en vigor en Cataluña los fines de semana y que no acudieron al acto los fieles de El Masnou o de Santa Coloma de Gramenet, localidades donde vivió el nuevo beato y que de Madrid solo se desplazó el nuncio del Vaticano en España. «Después de que se han hecho las cosas es fácil juzgarlo. Puede que no lo hayamos hecho bien, pido perdón, pero lo hicimos con toda la responsabilidad. Si te has equivocado, pido perdón y ya está. Lo que pido es no tensionar más la sociedad de lo que ya está. Serenémonos. Y ojalá la cultura, los bares y los restaurantes puedan reabrir pronto », ha reiterado el arzobispo.
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