Un hombre almacena 350 kilos de precursores de explosivos en un garaje de Tarragona para venderlos por internet

El propietario guardó el excedente el edificio donde reside tras cerrar su empresa de fabricación de fulminantes para armas

Para comerciar con clorato potásico de alta concentración se necesita una autorización del Ministerio del Interior para evitar que se utilice con fines ilícitos

Bidones con clorato potásico, intervenidos en Tarragona ABC

Elena Burés

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Ha ocurrido en Reus, Tarragona, donde la Guardia Civil ha intervenido 350 kilos de clorato potásico. Un precursor de explosivos restringido, cuyo propietario, un hombre de 60 años, había almacenado en el garaje del edificio donde reside y que luego vendía en un portal de artículos de segunda mano por internet .

El dueño del clorato potásico tenía una empresa de fabricación de fulminantes para armas y, tras echar el cierre, se quedó con el excedente, pero lo había guardado en una zona comunitaria del bloque de pisos, generando un riesgo para sus vecinos, al carecer de cualquier medida de seguridad.

Tras detectar uno de los anuncios en una página web el pasado septiembre, los agentes localizaron al vendedor. En el garaje acumulaba siete bidones, con 50 kilos de clorato potásico cada uno de ellos. El comercio de este precursor está restringido y regulado desde hace años en la Unión Europea para evitar que se utilice en la fabricación ilegal de explosivos con fines terroristas o delictivos.

Para poder venderlo y adquirirlo se necesita una licencia que otorga el Ministerio del Interior a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), para evitar los usos con fines ilícitos.

El clorato potásico intervenido en Tarragona tenía una concentración del 99,8%, lo que implica que su venta y tenencia está prohibida a particulares. Únicamente lo pueden adquirir aquellos profesionales que lo necesiten para desarrollar su actividad laboral o industrial. Por ello, el vendedor ha sido denunciado administrativamente por una infracción muy grave a la Ley de Precursores. Esta una sustancia es extremadamente sensible a cualquier fuente de ignición, motivo por fueron Técnicos en Desactivación de Explosivos (TEDAX) de la Guardia Civil los que manipularon los bidones.

Se trata de una de las mayores incautaciones de precursores de explosivos en España , junto con la realizada en agosto de 2021 en Castilleja de la Cuesta (Sevilla), donde la Guardia Civil desarticuló un taller clandestino de fabricación de explosivos.

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