Crimen de Vila-seca: 18 años de prisión por matar a cuchilladas al amante de su exmujer
El hombre, tras ver el coche de la nueva pareja en el exterior de la vivienda familiar, compró las armas en una tienda de deportes y esperó hasta la madrugada para atacarlo
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Una pareja que duró 15 años y tuvo tres hijos. Tras deteriorarse la relación, ella se marchó del domicilio familiar de Barcelona a casa de una amiga en Reus durante el verano de 2020. Meses antes, la mujer había iniciado un idilio con un amigo común del matrimonio, de 31 años. Se veían en el chalet del padre de ella en Vila-seca (Tarragona).
Fue uno de esos días cuando el exmarido los descubrió, tras ver el coche del amante, un Porche Panamera, aparcado en el exterior de la vivienda. Desde allí, con su vehículo, se dirigió a una tienda de deportes de la localidad donde compró dos cuchillos de pesca , así como guantes de látex.
Del establecimiento volvió al chalet, y allí esperó dentro de su furgoneta hasta las dos de la madrugada. Era 27 de agosto. Saltó la valla exterior, accedió al inmueble -no estaba cerrado con llave-, y subió al dormitorio de la primera planta con los guantes puestos y los dos cuchillos.
Su exmujer y el amante dormían desnudos en la cama. Fue entonces cuando el hombre, Juan P.H., comenzó a apuñalarlo en la espalda, los brazos, el pecho y el abdomen. La víctima consiguió salir de la cama, pero su agresor continuó propinándole más cuchilladas hasta que, finalmente, se desplomó junto a la ventana de la habitación, donde murió minutos después.
«¿Cuántos años me van a caer?»
Fue entonces cuando la mujer, A.D., se despertó, y comenzó una discusión en la que su exmarido le recriminó su conducta. Pocos minutos después llegó la Policía Local de Vila-seca, pero ella, amenazada por el hombre, trasladó a los agentes que todo estaba en orden, aunque les hizo gestos hacia la primera planta.
De allí bajó, sin camiseta, Juan P., que explicó a los uniformados que habían mantenido una «discusión de pareja» pero, uno de los policías, desconfiando del relato, decidió subir al primer piso del chalet, donde descubrió el cadáver del amante . Tras ello, el marido preguntó a uno de los agentes: «¿Cuántos años me van a caer?», y entonces lo detuvieron.
Por el asesinato con alevosía, la Audiencia de Tarragona lo ha condenado a 17 años y medio de prisión, a los que se suman otros 10 meses más por allanamiento de morada . Según los hechos probados del fallo, fechado el 31 de mayo, Juan P. se había hecho cargo de los tres hijos de la pareja, todos menores de edad, desde que la mujer decidió abandonar el domicilio familiar. Éste le envió varios mensajes diciendo que los críos preguntaban por ella, pero nunca contestó. Él le rogó que volviera. Era consumidor de cocaína y marihuana, pero la sentencia descarta que ninguno de estos hechos hubiese afectado a sus facultades. Es decir, descarta cualquier atenuante.
Además de la pena de prisión, Juan P. tendrá que abonar una indemnización de un total de 750.000 euros en concepto de daños morales a los hijos, la madre y la hermana de la víctima. Tampoco podrá acercarse a menos de 500 metros de ellos durante veinte años.
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