«Nos tenemos que quitar el sombrero ante la actitud de nuestros agricultores y ganaderos»

I. JIMENO

04/06/2020
Actualizado a las 14:32h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Considerado sector clave en esta pandemia del Covid-19, el campo ha seguido trabajando y la crisis sanitaria «ha puesto» a agricultores, ganaderos y agroindustria, junto a la distribución, ante un «espejo en el que los ciudadanos han podido ver cómo trabajamos y lo esenciales y estratégicos que somos», defiende el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero. Con el orgullo de estar al frente de un departamento que ha continuado trabajando en la labor ordinaria, a la que se ha añadido la extraordinaria provocada por el coronavirus. De la mano con organizaciones agrarias, cooperativas, asociaciones... desde el primer momento pusieron en marcha la maquinaria que ha permitido garantizar el suministro de alimentos básicos. Pero sin olvidar que «seguimos teniendo los mismos problemas», entre los que sobresale «fortalecer al eslabón más débil» de esta cadena: el primario. A corto plazo, la vista sobre la cosecha de cereal, que «tiene un buen planteamiento», pero prefiere no hacer cálculos, pendiente de que el tiempo no lo malogre.

¿Cómo definiría la situación del campo tras tres meses de pandemia?

El campo, hablando en sentido amplio, ha estado a la altura de las circunstancias, dando lo mejor de sí mismo y ha conseguido, en este momento tan complicado, dar respuesta a una necesitad tan vital como alimentarse. A su vez, tiene una serie de problemas derivados principalmente de la situación de mercado. Al producirse una contracción del consumo está afectando a distintos sectores, unos desde el primer día, como el cochinillo, el cabrito o el lechazo, y otros a lo largo del tiempo, como el vino. Nos tenemos que quitar el sombrero ante la actitud de nuestros agricultores y ganaderos, muchos de ellos alcaldes y concejales en sus pueblos que, a parte de darnos de comer, han estado desinfectando las calles.

Ha sido y es un sector esencial y ha seguido trabajando. ¿Pero está valorado y va a servir para que se le valore un poco más en el futuro?

Creo que ha sido valorado y que hay un antes y un después derivado de esta situación tan dramática que hemos vivido. La labor que hacían nuestros agricultores, la importancia del mundo rural no estaba suficientemente tenida en cuenta por el mundo urbano, y creo que la gente de la ciudad se ha dado cuenta. Creo que el conjunto de los ciudadanos lo están valorando y, es más, lo van a valorar aún más en el tiempo que está por venir, lógicamente, distinto. Volver a nuestros orígenes, a nuestros ancestros, nos va a dar seguridad que es muy importante.

¿Prevé un regreso de gente de la ciudad al campo?

No sé si tan claro, pero sí de valorizar y dar importancia la esencia de lo que es el mundo rural. Va a ser tenido en cuenta. ¿Va a haber una vuelta de personas? Ojalá. Sería de desear. Eso sí, que se haga de manera natural.

Se habla de héroes sanitarios, sociosanitarios, a los que incluso se valora hacer un reconocimiento por su labor en esta crisis que, imagino, aplaude y comparte, ¿pero considera necesario también uno para agricultores, ganaderos, agroindustria o sería demasiado ampliar y mezclar?

En este momento hay una figura medular, la del sanitario, y en torno a él hay otras. Desde luego, por lo que a mí me respecta, sí que les voy a reconocer y creo que desde la Junta de Castilla y León lo estamos haciendo día a día.

Como decía, el campo ha seguido trabajando, pero hay sectores como lechazo, cochinillo, el vino... que no han parado, pero que sí sufren la crisis. ¿Calculan cuántas explotaciones o negocios no se van a poder recuperar?

Datos no tengo, pero creo que en el campo esa situación de cierre en términos generales no se va a dar. Va a haber sectores afectados. La situación, desde el punto de vista de las explotaciones, creo, a medio-largo plazo, tienen continuidad, una continuidad natural. Por tanto, no preveo una situación dramática como puede acontecer en otros sectores, mucho más expuestos a la situación derivada de la crisis.

Desde la Junta se han adoptado medidas y desde el Gobierno, también, pero han echado en falta, por ejemplo, al cochinillo o cuestionan que en el vino salgan perjudicados. ¿Es que Castilla y León y sus problemas no pesan o hay comunidades que pesan demasiado?

No hemos entendido lo del cochinillo, inexplicable. Y en un ámbito tan importante, tan abierto y tan medular como el vino queremos que haya un equilibrio a la hora del tratamiento entre las distintas zonas del territorio nacional.

Otro de los sectores afectados es el toro de lidia. ¿Habrá festejos taurinos este año?

¡Qué pregunta! A bote pronto, a corto plazo, no lo veo. A medio y largo plazo, me gustaría que hubiera, porque significaría muchas cosas, que hemos avanzado en esta situación tan dramática en que estamos pasando todos. Parece difícil que pueda haber, a corto y medio plazo, festejos taurinos y aglomeraciones en eventos culturales como pueda ser éste o deportivos.

¿Y para el sector que supone perder un año?

Es terrible, porque aquí no cabe almacenamiento como en otros sectores. Cuando estuvimos reunidos con las asociaciones de ganadería de lidia adquirimos un compromiso en el que nuestro presidente, Alfonso Fernández Mañueco, tenía especial sensibilidad. Estamos hablando de unas explotaciones que forman parte de un ecosistema tan importante y contribuyen a la diversidad. Por eso hemos pedido al Gobierno de España que estableciera un programa, junto con las comunidades. No hemos tenido todavía respuesta y por eso hemos dado el paso de implementar un conjunto de ayudas económicas para que puedan recibir al menos 5.000 euros por explotación, así como medidas para preservar los distintos encastes y estirpes. Vamos a ver si el Gobierno considera materializar ese programa en conjunto porque sería muy importante. La ganadería de lidia es algo muy español, muy identitario. En Castilla y León son 220 explotaciones.

Defienden desde la Junta que el hecho de que el sector agrario y agroindustrial pese más en Castilla y León que en la media nacional, va a ayudar a que el PIB no caiga tanto y también hay estudios que así lo apuntan...

Así es. Es que es una realidad. Entre el sector primario y el agroindustrial suponen un 10% del PIB, el doble que a nivel nacional, el triple que la media europea. Que este sector no haya parado ha redundado en que suponga una amortiguación, un colchón ante la situación que tenemos en este momento de contracción y recesión económica.

La crisis ha servido para impulsar otras formas de negocio, como puede ser la venta por internet. ¿Está resultando, tanto desde el punto de vista de vendedores y compradores?

Está resultando. Ha crecido de manera exponencial y viene para quedarse, va a complementar el comercio tradicional. Desde la Junta lo hemos impulsado y en los productos Tierra de Sabor hemos pasado de 25 a 48 productores, un 92 por ciento más; de 300 a 434 productos, un 40 por ciento más y las ventas han crecido un 30%.

Planteaba también poner en marcha una plataforma para todos los productos de Castilla y León...

Es un proyecto que tengo en mente y quiero plantear a las diputaciones, para que todas las marcas de los productos agroalimentarios de Castilla y León estén en una misma página, cada uno con su plataforma. Se trata de sumar.

¿Y lo ve posible con nueve provincias y sus marcas propias?

Lo veo posible en el sentido de que no se trata de entender que unas marcas compiten contra otras. Se trata de mantener las marcas, apuesto por ellas, y que todas estén en un ámbito global que permita facilitar al consumidor el acceso. ¿Lo veo difícil? Lo voy a intentar.

¿En su departamento hay asuntos urgentes que el Covid-19 ha obligado a dejar aparcados y que vayan a tardar en retomar?

Había y hay una actividad propia que teníamos en nuestra hoja de ruta de legislatura que hemos dejado en algunos casos, no en todos, momentáneamente paralizada, y que retomaremos, añadiendo todo lo que el Covid-19 nos deja.

¿De las preocupaciones de su Consejería hay alguna especial, que le quite el sueño?

Me quitan el sueño estas situaciones de mercado que han ido apareciendo. ¿Cuál es lo que realmente nos preocupa, ocupa y nos quita el sueño? Toda la negociación de la PAC. Ayuda a que existan pueblos y que la brecha de la despoblación no sea mucho más profunda, ayuda a que estemos abastecidos, y lo hemos demostrado en este tiempo.

Lo cierto es que las previsiones de la nueva PAC apuntan al recorte de fondos. ¿De cuánto se estaría hablando en Castilla y León y qué se puede hacer para evitarlo?

Hay documento de trabajo que cifra en un 9% la bajada, unos 670 millones de euros en Castilla y León. No estamos en absoluto de acuerdo y vamos a pedir al Gobierno de España que sigamos trabajando en la negociación para la consecución de una PAC al menos desde el punto de vista económico idéntica a la actual.

¿Y sería soportable ese recorte y en este momento?

Es que yo ese planteamiento no le hago porque creo que todavía hay margen de negociación y tenemos que conseguir demostrar a Europa algo muy importante: que una crisis como la del coronavirus ha puesto de relieve que el sector agroalimentario ha sido esencial porque es estratégico. Y lo tenemos que defender como lo defendimos en el arranque de la Comunidad Económica Europea, en los 50, porque teníamos que garantizar el abastecimiento y una renta mínima a nuestros agricultores y ganaderos. Tiene que mirar a sus orígenes, a los fundamentos de la PAC y sacar lecciones de aquel momento con éste que estamos viviendo. La soberanía alimentaria de Europa tiene que tener un reflejo necesario en la PAC.

Ver comentarios (0)

Reportar un error