Quiñones defiende el dispositivo del incendio frente a la lluvia de críticas

Políticos, sindicatos y vecinos tachan de «nefasta» la gestión y piden responsabilidades

El socialista Luis Tudanca visita la zona afectada por el incendio en la Sierra de la Culebra ICAL

M. Gajate

El que ya se ha convertido en el incendio más grave sufrido en la historia por Castilla y León y que entrará en el récord de los peores vividos en España -y eso que aún no ha comenzado la temporada estival, en la que el riesgo de fuegos forestales se incrementa- calienta el debate sobre los medios desplegados para luchar contra el avance de las llamas en la zamorana Sierra de la Culebra. Por un lado, desde la Junta de Castilla y León, responsable del dispositivo, defienden que la expansión del reguero de cenizas por más de 30.000 hectáreas en poco más de tres días está directamente relacionada con las condiciones meteorológicas adversas, mientras que vecinos, partidos políticos, organizaciones agrarias, sindicatos... se suman a la lluvia de críticas por la falta de efectivos.

Ayer, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, subrayó que la suma del viento, sequedad y altas temperaturas hicieron que el «operativo no pudiera acometer el incendio». Y es que, recordó, fueron tres intensos días de descontrol en los que las llamas alcanzaban los 20 metros de altura y llegaron a saltar de una orilla a otra los 500 metros del embalse de Agavanzal. Originado por causas naturales, una tormenta seca que hizo prender varios focos simultáneos, y avivado por temperaturas que rozaban los 40 grados y rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora en un terreno falto de humedad.

Quiñones respondía ayer a las críticas sobre la capacidad del operativo fuera de la época de peligro alto de incendios, que empieza el 1 de julio, cuando estará el dispositivo al cien por ciento. La dimensión dejada por el fuego -que ayer logró bajar a nivel 1 de peligrosidad, aunque se mantienen los trabajos para su extinción y control en un perímetro de más de 120 kilómetros- « no ha sido una cuestión de medios. Ha sido de imposibilidad de actuación del operativo durante muchos días» por las condiciones meteorológicas adversas, insistió. El incendio se desató a última hora de la tarde del miércoles, pero «hasta la noche del sábado y la mañana del domingo el operativo -cuando amainaron los vientos, bajaron las temperaturas y hasta cayó alguna precipitación- no pudo actuar con toda su potencia», subrayó a la vez que defendió que «los medios fueron los que necesitaron», porque «son situaciones que escapan al control de un incendio. Técnicamente se dice que están fuera de la ventana de extinción».

Visión contraria desde otros ámbitos, que critican el despliegue para intentar atajar las llamas, que ya no eran visibles a primera hora del domingo. CSIF se sumó ayer a las quejas de otros sindicatos en contra de la «nefasta» gestión por parte de la Junta, a quien también recriminó no tener activado ya el operativo al completo. «Es el momento de las ayudas y las responsabilidades», reclamó ayer el secretario regional del PSOE, Luis Tudanca, quien visitó la zona afectada. Desde allí, la Coordinadora ‘Por la Sierra de la Culebra’ ha convocado para hoy una concentración de protesta.

Mientras, el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo solicitó ayer la declaración de Zona Afectada Gravemente por una Emergencia de Protección Civil. Además, junto a la Junta ha constituido un grupo de trabajo con los ayuntamientos afectados para detectar daños en las infraestructuras de abastecimiento de agua y proceder a su reparación.

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