Asesinato de Isabel Carrasco_Los recursos
Piden la absolución de Gago por una interpretación «absurda» de los indicios
La defensa presentan alternativas de pena que alcanzarían el año y nueve meses de cárcel como máximo
El café en casa de la asesina una hora antes del crimen, la misteriosa llamada de Triana tras el mismo, el encuentro frente al coche o su silencio tras conocer la detención de su amiga y su madre por la muerte de Isabel Carrasco. Son algunos de los sospechosos hechos por los que Raquel Gago se vio sentada en el banquillo de los acusados y en los que se basó el jurado popular para declararla culpable de asesinato. Posteriormente, el magistrado Presidente del tribunal rebajó su participación a encubrimiento, pero tal y como lo anunció, su abogado rechaza también ahora en un recurso cualquier grado de implicación en el crimen. Para ello, alega que todos los lazos de su representada con el caso y la «verdugas» han sido interpretados de forma «arbitraria» para desembocar en una «conclusión», que, a su parecer, «no está probada».
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Así, el letrado de Raquel Gago, Fermín Guerrero, reconoce en su recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que «es cierto que los indicios son plurales». No obstante, afirma que «no todos ellos están plenamente acreditados ni su inferencia ha sido razonable, sino más bien al contrario, arbitraria, absurda e infundada»; y sostiene que existía una «alternativa» en la deducción para llegar a otra conclusión.
Motivos de apelación
Entre los motivos de apelación destaca en primer lugar el «quebrantamiento de la presunción de inocencia». «A pesar de que existen indicios», éstos «no conducen en un razonar lógico a la conclusión que llega el jurado» en sus hechos probados, en los que considera un plan urdido y conocido por las tres implicadas.
Por otro lado, el recurso trata de defender una reducción de condena por el delito de tenencia de armas. En primer lugar alegando que éste no fuera tal pues «su propósito en ningún momento fue hacer uso del arma». Dicho esto, entiende que de condenársela por ello, debería ser en concurso con el encubrimiento, sin el agravante de que la pistola tuviera borrado el número de serie, en lo que ella no «hay pruebas» de que participara y con atenuante por haberla entregado. Opciones que reducirían considerablemente su condena.
En concreto, la defensa pide la libre absolución pero contempla en su defecto otros cuatro escenarios en torno a las citadas alternativas, que implicarían penas de entre año y medio y un máximo de un año y nueve meses.