La defensa de Triana admite que sólo encubrió a su madre y no implica prisión

Ni asesinato, ni atentado, ni tenencia ilícita de armas. El letrado de Triana Martínez insiste en querer desligar a su defendida de los delitos por los que ha sido hallada culpable en relación al crimen de Isabel Carrasco. Por ello, en su anunciado recurso a la sentencia emitida por el magistrado presidente con fecha de 10 de marzo, asegura que procede dictar un fallo absolutorio para ella. Basa su petición en que considera que «lo único» que ha quedado demostrado durante el juicio es que Triana, «sin haber participado -según él- en las ideas homicidas de su madre», recogió el arma utilizada por Montserrat González para dar muerte a la presidenta de la Diputación de León, la sacó del garaje donde su progenitora la había arrojado y la depositó en el vehículo de Raquel Gago. El resto -en su opinión- son sólo conjeturas, por lo que las rechaza y apela ahora al «derecho a la presunción de inocencia» para reclamar al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que absuelva a su clienta, a la que cree únicamente responsable de un «delito de encubrimiento» que, dada la relación de parentesco con Montserrat, no estaría penado.

José Ramón García señala que la mayoría de los hechos desfavorables a Triana que se consideraron probados (por unanimidad) están basados en «indicios», y que sus deducciones no son «sólidas», sino «excesivamente abiertas o débiles», al caber otras disyuntivas. Además, subraya que «desde un proceso mental razonado y acorde con las reglas del criterio lógico humano», sus conclusiones impiden «deducir la autoría de Triana en los hechos».

Resta importancia a la existencia de abundantes recortes de periódicos y fotos de la víctima en casa de Triana; al hallazgo de munición y de una pistola también en su domicilio; a que hubiera reconocido haber realizado búsquedas en internet sobre la compra de armas o a que hubiera hecho anotaciones de su puño y letra al respecto. También califica de «absurdo» creer que los residuos de pólvora encontrados en las botas que Triana llevaba el día del crimen pudieran responder a que hubiera realizado prácticas de tiro previas, como así sostuvieron los expertos. Para él, afirma, se deben a «una contaminación o transferencia». Por último, tampoco considera probado que la joven realizara seguimientos a Isabel Carrasco.