La Junta ultima ya medidas para paliar las pérdidas de las escuelas de español por el coronavirus
Cultura y Turismo diseña un plan de choque con actuaciones fiscales, financieras y laborales para evitar el cierre de empresas ante la caída del turismo idiomático
El coronavirus en España se cobra a su tercera víctima | Últimas noticias en directo
Que los efectos del coronavirus están siendo más económicos que sanitarios es una realidad que ya nadie cuestiona y prueba de ello son las escuelas de español de Castilla y León, uno de los primeros sectores en sufrir las consecuencias del coronavirus debido a la caída del turismo idiomático. Por ello, la Consejería de Cultura y Turismo prepara ya una serie de medidas que permita paliar las pérdidas que están experimentando estas empresas. Y es que en un momento clave del año para la llegada de alumnos, que tiene sus meses álgidos entre marzo y julio, y con Italia como el principal país emisor de jóvenes dispuestos a aprender español en la Comunidad, el virus está provocando la cancelación de viajes y la suspensión de planes, lo que tiene una repercusión directa en las escuelas de español que están viendo cómo se reduce su actividad y, por lo tanto, los ingresos.
Como ya adelantó a ABC, el propio sector estima que en los próximos meses se podrían llegar a perder en torno a 20.000 estudiantes -más o menos la mitad que reciben cada ejercicio-, lo que coloca a estos centros en una difícil situación que ya tiene sus primeras consecuencias en la pérdida de empleo en forma de despidos y que podría llegar, incluso, al cierre de empresas.
Según señaló a este periódico el presidente de la Asociación de Escuelas de Español en Castilla y León, Miguel Ángel Sánchez Benito, las acciones previstas por la Consejería y que se presentarán en breve, siguen dos direcciones: por una parte, fiscales y financieras, de forma que ayude a dar liquidez a las empresas; por otra, medidas laborales que eviten la disminución de puestos de trabajo. Con este escenario, Sánchez Benito se mantiene en continuo contacto con el viceconsejero de Cultura, Raúl Fernández Sobrino, con el objetivo de consensuar un plan de choque que pretende «el mantenimiento del empleo y de las empresas» que se dedican a la enseñanza del español que, en la Comunidad, ascienden a 27 centros acreditados por el Instituto Cervantes. El presidente de la asociación explicó que «se están buscando soluciones importantes y muy balsámicas para el sector porque si no se nos echa una mano, la situación irá a peor».
Así las cosas, donde el escenario al menos no ha empeorado es en lo referente a los casos de coronavirus registrados en la Comunidad ya que ayer no hubo ningún positivo nuevo por lo que se mantiene en ocho el número de afectados: los cuatro en León y los de Burgos, Salamanca, Segovia y Valladolid. Tampoco se han producido novedades entre las personas que permanecen aisladas en sus domicilios por haber mantenido contacto con alguno de los afectados y que siguen sin sintomatología.
Lo que sí va en aumento es la preocupación de los ciudadanos y prueba de ello es que el Servicio de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León que recibe unas 280 o 300 llamadas cada día de ciudadanos solicitando información o ayuda sobre el coronavirus. Este incremento ha obligado a poner en marcha una sala de respaldo, según informó ayer el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. En ese sentido, destacó que en los últimos días se han recibido unas 3.600 llamadas, coincidiendo con la epidemia de coronavirus y el temporal de viento, lluvia y nieve que ha azotado la Comunidad. Por ello, aseguró que el 1-1-2 ha reforzado sus efectivos, informa Ical. También Ambuibérica, la empresa adjudicataria del servicio de transporte sanitario terrestre en Castilla y León, ha adoptado una serie de medidas destinadas a reforzar la seguridad de su plantilla y, así, ha habilitado una sala para que sus empleados, ante cualquier riesgo de contagio por el traslado de un paciente potencialmente infectado con coronavirus, puedan permanecer aislados hasta que se aclare su estado de salud.
Inquietud es la que ya se manifiesta para la celebración de algunos actos de Semana Santa, lo que ha motivado que se tomen las primeras medidas de precaución. Es el caso de Palencia, donde se ha suspendido la tradición, que se repite cada primer viernes del mes de marzo desde 1934, de besar el cordón de Jesús de Medinaceli en la Iglesia de San Miguel. Tras no pocos debates en el seno de la hermandad, se ha decidido sustituir el beso por una reverencia ante la imagen.
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