El juez ordena a la Policía localizar a la joven y a la madre que denunciaron al capellán de las Angustias

Todo estaba dispuesto ayer en los juzgados de Valladolid para conocer el testimonio de la presunta víctima del excapellán de las Angustias a la que el religioso habría enviado un vídeo sexual y varios mensajes buscando un acercamiento. Sin embargo, para sorpresa de todos, la menor y su progenitora no pasaron por allí. Se desconocen los motivo de su ausencia, que contrastó con la presencia de su abogado a las puertas de la sala de vistas en la que estaba prevista su declaración ante el juez. Tras el «plantón», se dictado un oficio para que la Policía Nacional trate de localizar a las dos y se pueda fijar una nueva cita.

De esta manera, queda pospuesta la exploración de la menor , una toma de declaración en sede judicial que se tomaría en caso de avanzar el proceso como como prueba preconstituida, de manera que ella no tuviera que volver a prestar testimonio en un posible juicio y se evitara su doble victimización. Del mismo modo, tendrá que buscarse de nuevo una fecha para que la madre también se persone ante el juez y ratifique la denuncia que presentó en la Comisaría contra el capellán de las Angustias, iglesia a cuyas puertas ella ejercía la mendicidad.

Al capellán, que fue apartado por el Arzobispado de Valladolid tras conocerse el caso -por «comportamiento deshonesto»-, se le investiga por un supuesto delito contra la libertad e indemnidad sexual de una menor de 16 años tras denunciar la progenitora de la supuesta víctima que el religioso -de 39 años- le había enviado a la adolescente de 13 años un vídeo pornográfico en el que al parecer salía masturbándose, así como Whatsapps en los que habría buscado un acercamiento.

Asimismo, la investigación judicial busca esclarecer si se produjeron negociaciones entre ambas partes para silenciar lo ocurrido a cambio de una importante cantidad de dinero. Un acuerdo que aparentemente no llegó a cerrarse.

El religioso, por su parte, pasó a disposición judicial el pasado mes de enero tras ser detenido. Entonces, se acogió a su derecho a no declarar y fue puesto en libertad con cargos -y con medidas cautelares de alejamiento sobre la menor- por un delito contra la libertad sexual que podría conllevar una pena de entre seis meses y tres años de cárcel. Cabe recordar que en 2010 fue denunciado por una menor por comentarios inapropiados, si bien el caso fue archivado al no considerarse esos mensajes constitutivos de delito.