Juicio contra el crimen de Carrasco

«Isabel Carrasco insistió muchísimo en que la oposición fuera limpia»

Sólo uno de los llamados a declarar este miércoles deja ver que «él hubiera hecho de otra forma» alguna parte del concurso, aunque niega «irregularidades»

Montserrat, Triana y Raquel Gago escuchan a una de las testigos durante el juicio POOL

ROSA ÁLVAREZ

La jornada de este miércoles -la más breve desde que dio comienzo el juicio por el crimen de Isabel Carrasco- contó con la asistencia de seis testigos llamados por la defensa de Montserrat González y Triana Martínez con el fin de ahondar en el paso de Triana por la Diputación de León , su relación con la entonces presidenta, la oposición que supuso su salida de la institución provincial en 2011 y la posterior reclamación por vía judicial de parte del salario que percibió en el tiempo que permaneció allí. Como ya ocurriera en las dos sesiones previas – en las que funcionarios de Hacienda y de la Diputación negaron ningún tipo de persecución a la acusada por parte de Isabel Carrasco- esta mañana los testigos tampoco favorecieron las tesis de la defensa, que fue especialmente incisiva en sus planteamientos.

El diputado responsable del área de Recursos Humanos cuando se llevó a cabo el concurso para la plaza que no ganó Triana, Raúl Valcarce, no solo defendió que el proceso selectivo se llevó a cabo según marca la norma, sino que dijo incluso que Isabel Carrasco «insistió muchísimo en que la oposición fuera limpia» y en que se garantizara la «imparcialidad absoluta del tribunal» debido a que habían tenido una experiencia previa que les había dado «muchos problemas».

Una «obligación» de la Diputación

Sólo el jefe de servicio de Recursos Humanos, Ángel Lescún , dejó ver que él «hubiera hecho de otra forma» alguno de los procedimientos que se llevaron a cabo en la prueba, pese a que negó la existencia de «irregularidades» o que se le pidiera a Triana que elaborara el temario o designara ella misma a los que le gustaría que formaran parte del tribunal. También se pronunció sobre la reclamación a la acusada de parte de su salario asegurando que es «obligación» de la Diputación pedir que se reintegre el dinero que se ha percibido de forma «indebida».

Otro de los llamados a declarar fue Cipriano Elías Martínez, que cuando Triana entró en la Diputación ejercía de vicepresidente segundo. Él y Javier García Prieto –entonces presidente- avalaron la entrada de la acusada en el Partido Popular y fue también quien habló de ella cuando supo que en la institución provincial se precisaba a «un experto en telecomunicaciones». No le consta, según dijo, que Triana e Isabel tuvieran una buena o mala relación y, sobre su propia relación con la presidenta, afirmó que «no era muy cordial posiblemente», pero se limitaba al ámbito político. « No nos dábamos besos, pero tampoco nos dábamos tortas» , apuntó.

La sesión concluyó con el testimonio de Diego Armesto, interventor adjunto de la Diputación desde 2010, Ana María García Atienza, tesorera desde diciembre de 2014 y Laura Delgado Casado una trabajadora que coincidió con Triana en la institución provincial y que, según las preguntas de la defensa, parecía haber sido citada en calidad de amiga de Triana, cosa que negó. «Iba a tomar café con ella de forma esporádica», reconoció. Desconocía si la acusada tenía una buena relación o no con la presidenta y afirmó no haber notado ningún cambio físico o anímico en ella antes y después de la oposición.

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