JUICIO POR EL CRIMEN DE TRIANA
El tribunal de la oposición niega que se amañara para perjudicar a Triana
El director autonómico de Telefónica asegura que ni ofreció trabajo a la acusada ni nadie le dijo que no tuviera que contratarla
Las declaraciones de la sesión de este martes del juicio por el crimen de Isabel Carrasco empezaron mal para Triana. El primero en sentarse frente al jurado fue e l director autonómico de Telefónica desde el año 2011, Juan Carlos Morán Fernández . La defensa de la acusada argumentaba que él personalmente había ofrecido un empleo a su defendida tras su salida de la Diputación, pero que Isabel Carrasco había impedido finalmente que se lo dieran. Un argumento que él echó por tierra desde su primera respuesta. No sabía que Triana había dejado de trabajar para la institución provincial, no la conocía, puede que hubiera hablado un par de veces en actos con ella pero, en ningún caso, -declaró- pudo ofrecerle trabajo. «No está dentro de mis competencias contratar a nadie, aunque sí que recibía muchos currículos de gente de Teleco que quería hablar en Telefónica».
Sus respuestas cogieron por sorpresa al letrado, que parecía esperar otras muy diferentes, por lo que llegó incluso a preguntarle: «¿Tiene algún problema de memoria?» A lo que contestó «no». Según reconoció, conocía a la víctima, pero nunca le dijo nada de Triana, ni para que la ayudara ni para que la perjudicara.
La mayor parte de las siguientes declaraciones fueron de miembros del tribunal de las oposiciones que Triana no superó y que propiciaron su salida de la Diputación en 2011. Todos ellos, hasta cinco personas, defendieron el proceso y negaron que se amañara para perjudicarla en algún modo. De hecho, incidieron en que la acusada en ningún momento recurrió ni el desarrollo de la prueba ni su resultado.
Todos ellos declararon también que Isabel Carrasco nunca les dijo nada de Triana, y el secretario del tribunal, Javier de la Villa Regueiro, incluso llegó a decir que antes de que tuviera lugar el examen Triana lo llamó a su despacho y le pidió el teléfono. Le contestó, dijo, «que no se le ocurriera ponerse en contacto conmigo porque no era apropiado y a partir de ese momento marqué distancias».
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