Igea, ofuscado: «¿Qué cojones piensa de la población de Castilla y León?»

Acababan de sonar los ‘pitos’ de las nueve de la mañana cuando Francisco Igea hablaba en Onda Cero con Carlos Alsina. En ese momento respondía como vicepresidente, portavoz y consejero de la Junta para pasar en instante a ser un «hombre libre», como él mismo ironizó. Ya consciente de los acontecimientos que acababan de desencadenarse, se despechaba a gusto con su antiguo jefe -«no era un hombre de bien»- por anunciar de forma unilateral el adelanto electoral. «¿Qué cojones piensas de tu población? Que estás dentro de una nueva ola de la pandemia, con el sistema súper tensionado y haces saltar por los aires el Gobierno... ¡Es increíble!», aseguraba todavía impactado.

Las palabras más gruesas para Mañueco solo las sabe el propio exportavoz, que atinó a decir que «la política nunca deja de sorprenderme. ¿Qué categoría humana tienes que tener?. No doy crédito». Un cese que fue casi en directo, como pocas veces se ha visto, solo igualada por la destitución del entrenador del Real Valladolid, Vicente Cantatore, también en antena, en la radio. Sin una comunicación previa, pero sí con una llamada que el propio Igea se encargó de reproducir horas después. Al otro lado del telefono, el presidente de la Junta: «Que sepas que estás cesado tú y todos los consejeros. Voy a convocar elecciones porque es lo mejor para Castilla y León. Muchas gracias, Paco». A lo que él respondió, «pues muchas gracias, Alfonso».

Después tocaba hacer piña con sus compañeros -procuradores y consejeros- en las estancias de Ciudadanos en las Cortes, de donde salían ecos de aplausos -pero no de alegría-. Allí Igea desvelaba todavía en caliente su teórico siguiente movimiento: recuperar la bata. Pasaría de ser vicepresidente a volver a ser doctor y retomar su puesto en el Hospital Río Carrión de Palencia -está por ver-. «Lo que voy a hacer ahora es llamar a mi jefe de servicio para reincorporarme mañana». Pero no es el único que anunció su vuelta a la atención médica. Verónica Casado, hasta ahora consejera de Sanidad, hará en principio lo propio. Mientras, Ana Carlota Amigo y Javier Ortega, los otros dos cesados, también volverán a sus anteriores empleos.

Con todo esto, cerró su último día en la Junta ejerciendo de portavoz, pero de sus compañeros . Abría pidiendo a la población precaución con los contagios. Teniendo que tomar aire, siguió para defender su trabajo en el Ejecutivo autonómico y en las Cortes. En estas últimas palabras, expresó que Mañueco «mentía» al acusarles de traición y defendió que «solo hay una persona que ha faltado gravemente a su palabra y que ha tomado una decisión por el puro interés electoral de su partido, abandonando a los ciudadanos y huyendo de sus responsabilidades en el peor momento». Algo que explicó como «una decisión inexplicable en un momento crítico». También aludió a las circunstancias del PP para precisar «que hay otras circunstancias evidentes» y que «veremos lo que ocurre en Salamanca cuando tomen declaración».

Igea desvelaba que, de forma pública y privada, el presidente de la Junta le había negado la convocatoria. La última vez, el jueves, en el Consejo de Gobierno, pero como se pudo saber más tarde, la propia Inés Arrimadas recibió el domingo el mismo mensaje.

Igea finiquita esta andadura con la conciencia tranquila e ironizando con que «hoy dormirá con la pierna suelta, no sé como lo hará el presidente. Hoy el hospital de Palencia recupera un médico a expensas de despejar dudas sobre su presencia o no en las listas de Cs. «Escucharé a mi partido y estaré donde quieran que esté».