La hostelería, ante la falta de 7.000 empleados: «Este negocio muere»
El representante castellano y leonés del sector, Fernando de la Varga cree que «ya no hay tiempo» y prevé la «reestructuración» de todo el sector
La «familia» del sector hostelero de Castilla y León necesita entre 6.000 y 7.000 trabajadores cualificados, entre camareros, cocineros, jefes de sala, oficinistas, personal de hoteles, albergues, hostales…. Una situación que «no se podrá revertir a corto plazo» y que supondrá una «reestructuración» de todo el sector, según expuso a Ical el presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, el burgalés Fernando de la Varga .
De la Varga recordó que ya dieron la voz de alarma hace más de un año, sobre este problema generalizado en toda España, empezaron a trabajar con el anterior Gobierno regional a través del Diálogo Social «muy enfocado a la formación, porque tenían claro que en poco tiempo iba a explotar esta burbuja», pero la convocatoria de elecciones lo paralizó y llevan meses esperando al nuevo equipo para reiniciar los trabajos.
Sin embargo, indicó que el problema viene de «muchos años atrás» porque al sector «prácticamente» no se le había tenido en cuenta y carece de una formación dual reglada capaz de absorber sus necesidades, con «casi 40.000 establecimientos» en la Comunidad, que están pagando estas carencias desde hace una década, cuando estalló la anterior crisis.
Fernando de la Varga explicó que en la crisis anterior se produjo un ajuste y realojo de los despidos de la construcción en la hostelería, pero en la pandemia, el personal cualificado hostelero «se refugió en la industria ante la incertidumbre», lo que «ha provocado no solo la falta sino la fuga de trabajadores del sector».
En este contexto, remarcó la paradoja de que «está en juego» un volumen enorme de empleo pese a los elevados niveles de paro; una situación que se repite en numerosos sectores empresariales, lo que «debería hacer que el Gobierno se replanteará qué está ocurriendo». «No hay personal cualificado y ya solo buscamos gente con actitud», lamentó. De la Varga afirmó que se están perdiendo muchas inversiones en el sector, a lo que se suma que se producirán «cierres progresivos de negocios de segunda o tercera generación» porque «no tiene relevo y al no haber profesionales cualificados es difícil la cesión o el traspaso». «Este tipo de negocio se muere», resumió.
Ddefendió que se trata de un sector «muy atractivo cuando se conoce» porque es «muy dinámico, a pie de calle», pero tiene el «hándicap» de que cuando todo el mundo está de ocio el hostelero trabaja, algo que a la gente joven no le atrae.
En cuanto a la subida de los precios, auguró que acabará repercutiendo como el resto de costes en el producto final y «acabaremos viendo cafés y cervezas al precio de París».
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