Empleo formará a 3.500 personas para cubrir la falta de camareros
La patronal alerta del déficit de personal en todo el sector tanto en las ciudades como especialmente en los pueblos
Ve como «leyenda urbana» las críticas a los salarios y las condiciones laborales
Es raro escuchar que faltan trabajadores con la crisis que está pasando España. Lo es más si miramos la tasa de paro que, aunque baja poco a poco cada mes en Castilla y León -el 5,8% menos en junio- tiene a 151.164 personas en las listas del Ecyl. La hostelería está entre esas actividades que no encuentra mano de obra ni si quiera entre los 8.000 demandantes de empleo que optan por esta actividad como primera ocupación en su registro de búsqueda.
Es un periodo extraño y complicado para el sector. Las diferentes olas de contagios han castigado con cierres o limitaciones su actividad y en la actualidad aún cientos de trabajadores afectados por algún ERTE. Esto se traduce en que hay empresas hosteleras que necesitan mano de obra y no la encuentran y otras que no acaban de despegar. Esta paradoja, como reconoce el presidente de la patronal Hosturcyl, Fernando De la Varga, es como el ‘soga-tira’ porque cada una de estas situaciones tira de su extremo de la cuerda sin que haya una clara solución.
Parte del remedio, y más en tiempos de crisis, consiste en especializar a los desempleados y a los trabajadores que lo necesiten. Así lo ha entendido la Junta de Castilla y León, que trasladó ayer a los hosteleros -representados en De la Varga- su apuesta por la formación como método de resolver este rompecabezas. Su consejera de Empleo, Ana Carlota Amigo, informó que van a poner en marcha una amplia oferta en las especialidades de la familia de la hostelería con el fin de mejorar las capacidades de 3.595 ciudadanos que se convertirían en candidatos a ocupar algunos de los puestos vacantes en los diferentes puestos de trabajo vinculados al sector.
Las acciones previstas comenzarán a impartirse en este segundo semestre del año, según trasladó el Gobierno regional a través de un comunicado, y «pretende cubrir las necesidades actuales y anticiparse a las necesidades de cualificación en un futuro próximo».
El aumento de especialización ayuda a una mayor profesionalización del sector y un crecimiento de la calidad, aunque no evita las carencias presentes. «Es difícil saber de cuántas personas necesitamos al haber tantos campos dentro de la hostelería» , asegura De la Varga. Precisamente, conocer la cantidad de trabajadores que necesita el sector es uno de los compromisos que adquirieron los empresarios con la Consejería.
A falta de esta cifra, el presidente de los hosteleros quiso romper una lanza a favor de su sector al considerar que les han puesto un ‘sambenito’ que crucifica a la profesión por tener bajos salarios o malas condiciones laborales, una situación que De la Varga califica como «leyenda urbana». «Nada más lejos de la realidad», defiende. «Aquí en Burgos, que es lo que yo conozco, el convenio recoge que un camarero cobre un sueldo de 1.250 euros, mientras que una enfermera recibe 1.600 y haciendo noches y guardias».
Ante esa imagen creada, De la Varga explica que por una «oveja negra» no se puede deducir que se cometen prácticas abusivas en el sector. «Si un negocio tiene ocho trabajadores a media jornada es que algo pasa, algo va mal. Pero para eso hay inspecciones de trabajo», asevera.
La necesidad de trabajadores en hostelería se deja notar tanto en las ciudades como en el medio rural, como reconoce el presidente de Hosturcyl. Y es en los pueblos donde la necesidad de mano de obra es más acuciante. «Hay que fomentar un plan de captación de talento, que no sólo llame a ingenieros, sino también lo haga dentro de la hostelería, que atraiga y fije población. Además, si se ayuda a que se pueda formar una familia o completar los ingresos con alguna actividad agropecuaria, mejor».
Quién Busca 'no encuentra'
En la hostelería, aunque también en la construcción, hay que darle la vuelta al refrán castellano de ‘quién busca, encuentra’. Lo cierto es que por mucho que sondean en busca de trabajadores no atinan . Según lamenta De la Varga, tampoco lo consiguen entre los demandantes de empleo dentro del propio sector. El presidente de los hoteleros de Castilla y León va incluso más allá en su queja al asegurar que hay un problema de interés -o falta de él- entre los que llegan por el Ecyl, ya que «muchos vienen con actitud de no querer trabajar» para concluir que la ayuda que reciben del Estado «parece» que les permite seguir adelante sin tener que emplearse.