Conrado Íscar, el «leal y querido» sucesor de Carnero en la Diputación de Valladolid
El actual alcalde de Matapozuelos está llamado a ser desde hoy el nuevo presidente de la Institución provincial, mientras los diputados exigen a Mañueco «una salida digna» para su ancecesor ante la «cacicada» de Madrid
Finalmente y tras semanas de intrigas y tensiones, el que durante ocho años ha sido presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero (actualmente presidente provincial del PP), no presentará su candidatura en el pleno constituyente que hoy celebrará la institución provincial. En su lugar lo hará el alcalde de Matapozuelos y vicepresidente tercero en la pasada legislatura, Conrado Íscar. A pesar de su negativa hasta el último momento a acceder a las exigencias de la dirección nacional del PP de dar un paso atrás, las presiones recibidas desde Génova y el pacto suscrito entre PP y Cs a nivel nacional han acabado por propiciar su retirada. Un acuerdo que incluiría la limitación de mandatos a ocho años que la formación naranja quiere hacer efectivo en este caso y así lo ha hecho saber en no pocas ocasiones también a nivel autonómico. El hecho de que él mismo Carnero apuntase hace cuatro años que se enfrentaba a su último mandato ha llevado a los de Rivera a exigir que cumpla con su palabra.
El propio presidente regional del partido, Alfonso Fernández Mañueco, acompañado por el secretario autonómico, Francisco Vázquez, mantuvieron ayer en la institución provincial un encuentro con los diputados provinciales del grupo, según pudo comprobar ABC. El objetivo no era otro que dar a conocer el acuerdo alcanzado por Carnero y Mañueco para que este «no opte, pese a sus legítimas aspiraciones, a la presidencia de la Diputación de Valladolid», según señala el comunicado oficial. Los representantes provinciales mostraron abiertamente su disgusto por lo que calificaron de «cacicada» de la dirección nacional del partido. De hecho, exigieron al presidente de los populares en la Comunidad una «salida digna» para Carnero que, en principio, podría llegar en forma de una consejería en el próximo Gobierno regional aún pendiente de diseño. Podría tratarse del departamento de Cultura con el que Carnero ha manifestado en alguna ocasión que se sentiría cómodo.
Así las cosas, Mañueco y el presidente saliente llegaron al encuentro con el Grupo Provincial con la decisión consensuada con la dirección nacional de que el aspirante a presidir la institución provincial sería Conrado Íscar, hasta ahora vicepresidente tercero y diputado de Igualdad de Oportunidades y Servicios Sociales. El también alcalde de Matapozuelos era para las direcciones nacional y provincial del PP el relevo natural a Carnero. Consigue así el visto bueno de Génova, si bien el siguiente movimiento era ayer conseguir que los doce diputados del PP, todos afines al presidente saliente, accediesen a dar su voto a Íscar, como así parece que sucederá hoy. No obstante, algunos miembros del grupo en la institución provincial mostraron su deseo de abstenerse, aunque todo apunta a que finalmente habrá disciplina de voto. En el horizonte planeaba, incluso, la amenaza de Génova de expulsar a todo el grupo si finalmente no se encarrilaba la situación siguiendo sus directrices.
Hasta la fecha, la discreción y la lealtad han sido las principales señas de identidad de Conrado Íscar. El número tres de Jesús Julio Carnero en la institución provincial, donde ha estado al frente del Área de Igualdad de Oportunidades y Servicios Sociales, y hombre de su máxima confianza ha sabido ganarse el apoyo de los alcaldes de la provincia que destacan su labor callada y eficiente. También entre los vecinos de su municipio, que cuenta con un millar de habitantes, en el que en las dos últimas citas electorales ha obtenido más del 80 por ciento de los votos, lo que le ha permitido una holgada mayoría de ocho concejales del PP frente a uno del PSOE.
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