La banda del BMW reduce a un cuarto sus penas y pacta 32,5 años

Unidos por vínculos familiares o de vecindad, cada uno de los integrantes de la banda del BMW tenía su función. En los asaltos se establecía un control perimetral del objetivo, en el que varios se apostaban para vigilar las vías de acceso y la presencia policial y otros mantenían el vehículo en marcha para una rápida huida mientras el resto ejecutaban el plan. Se les atribuye hast a 18 robos en cuatro frenéticos meses entre 2016 y 2017 en las provincias de Valladolid, Salamanca y Zaragoza en los que burlaron las cerraduras de bares, colegios, viviendas o comercios y se hicieron con dispares botines. Desde las clásicas cajas fuertes a jamones, aspiradores, cableados de cobre o elementos para el cultivo de cannabis. Unos delitos por los que han asumido una penas que suman 32,5 años de prisión tras lograr una considerable rebaja , ya que suponen menos de una cuarta parte de la petición provisional de la Fiscalía (142 años) con la que han alcanzado este martes un acuerdo previo al juicio. Pese a ello, la vista continúa mañana en la Audiencia Provincial vallisoletana ya que la conformidad de los acusados se acota a los delitos relacionados con los robos pero resta resolver el blanqueo de capitales contra el ‘cabecilla’ del grupo , J.L.D.R, alias ‘Pipi, y sus padres.

Tras más de cuatro horas de espera desde que estaban citados hasta que se ha rubricado el acuerdo de conformidad entre las partes, uno a uno, los doce integrantes de la banda del BMW presentes en la vista –hay otros dos que siguen en busca y captura– han ido aceptando sus condenas, en las que se ha eliminado el delito por pertenencia a grupo criminal y que se han visto reducidas bajo los atenuantes de reparación del daño y dilaciones indebidas, quedando en algunos casos también agravadas por reincidencia entre los que contaban con antecedentes.

Los miembros de la banda –tres de los acusados han llegado directos de prisión– han asumido, así, condenas que van desde los cuatro años y siete meses de cárcel –para alguno de ellos se solicitaba inicialmente más de 33– y una multa de 364 euros por delitos de robo con fuerza en las cosas además de otros con violencia e intimidación, contra la seguridad vial o simulación de delito.

El presunto cabecilla, que era el que según la Fiscalía se encargaba de fijar el objetivo y planificar y organizar el robo, lleva cinco años en prisión. Tras asumir hoy su responsabilidad en lo que respecta a la veintena de robos que se le atribuye a la banda, y que ha aceptado vistiendo una sudadera con el logo de BMW, tendrá que dar cuenta mañana sobre la acusación de blanqueo de capitales que pesa sobre él y sus padres por la adquisición de un inmueble y dos vehículos por importe de 56.000 euros por los que la Fiscalía solicita tres años de cárcel para ‘Pipi’ y dos para sus padres, así como una multa de 150.000 euros. La defensa espera obtener la absolución al tratarse de movimientos anteriores a los asaltos por los que ha sido juzgada la banda.