Coronavirus
Un 75 por ciento de las residencias de mayores puede empezar ya la desescalada interna
Entra en vigor el protocolo para aliviar la «ansiedad del aislamiento»
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En muchos casos su cuarentena les ha recluido en las cuatro paredes de su habitación, en un mundo en el que el contacto social se establecía a través de una pantalla que a muchos por cuestión generacional se les hace ajena. Algunos tienen, además, un deterioro cognitivo que les impide entender qué estaba ocurriendo a su alrededor. Ya en una situación epidemiológica que avanza hacia la normalidad en la calle, la Junta puso ayer en marcha el protocolo para recuperarla también de puertas para adentro en la residencias de ancianos y personas con discapacidad. La desescalada dependerá de la decisión de cada centro, que deberá de crear espacios seguros y separar a inquilinos sanos de posibles contagiados, con el fin de controlar un posible repunte. De momento, al menos en más de 900 instalaciones pueden hacerlo de forma inmediata al haber sobrevivido a la epidemia libres de coronavirus y no requieren de esa compartimentación.
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Se trata del 75 por ciento de los centros residenciales de la Comunidad en los que esta desescalada sería de más fácil aplicación, aunque no excluye a otros en los que todavía haya pacientes convalencientes, siempre y cuando los espacios que se habrán a la movilidad estén separados de aquellos en los que se convive con el virus, donde tendrá que establecerse una zonificación de seguridad. Y en todos los casos se deberá de contar con un área de cuarentena en la que se reserve el cinco por ciento de las plazas. Sus verjas seguirán cerradas y no se podrán recibir visitas, pero se intentará recuperar «poco a poco los hábitos y la normalidad» de la vida «interna» de estos «hogares», apuntó ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, que espera con estas medidas «flexibilizar las condiciones de vida y compatibilizar la seguridad con ese deterioro que están sufriendo por haber estado tanto tiempo aislados ». Más de 3.000 residentes se encuentran en aislamiento preventivo sin síntomas, cuya cuarentena comenzará ahora a despejarse.
Desinfección
Tal y como avanzó ABC, la desescalada de las residencias se hará por etapas -entre las que debería de transcurrrir al menos siete días- y bajo vigilancia puntillosa. La primera, que ya se podía aplicar desde ayer, contempla salidas exteriores dentro del propio centro, como jardines, patios o zonas anexas, con un aforo máximo y una duración de entre 30 y 60 minutos; y la recuperación de espacios comunes, como el comedor, siempre que las medidas de distanciamiento social puedan cumplirse, aunque sea por turnos. Tras su uso, estas áreas, así como las sillas ,bastones y andadores de los huéspedes serán «convenientemente desinfectados» los espacios ventilados.
Tras una semana en esta fase en la que se habrá ido mirando con lupa la «evolución diaria» y en la que una incidencia haría regresar a la «situación inicial» interrumpiéndose el proceso, se abriría paso, si todo va bien, a la segunda fase, con actividades a distancias inferiores a los dos metros, como servicios de peluquería o podología o talleres para la estimulación física y congnitivas, explicó ayer la consejera.
Durante el proceso de desescalada se realizará a todos los trabajadores internos o externos que presten servicios en los centros residenciales pruebas diagnósticas para poder determinar que no son portadores de la enfermedad o que ya la han sido y no la transmiten. Estos controles se realizarán de forma periódica. Y el personal deberá llevar los correspondientes medios de protección, de los que a partir de ahora deberá de autoabastecerse los centros, con respaldo de la Consejería si no les fuera posible de forma «excepcional», explicó Blanco.
Como medida de seguridad, en el caso de ingresos de residentes por prioridad social o tras una estancia hospitalaria o domiciliaria, la persona deberá estar asintomática al menos en los últimos 3 días y presentar una prueba negativa o estará asilada dos semanas.
Avances y retrocesos
Los centros deberán de comunicar periódicamente a la Gerencia Territorial de Servicios Sociales los avances o retrocesos en las diferentes etapas de desescalada, en la que el objetivo es «mantener la calidez del ambiente e intentar dinámicas de una vida normal», fomentando «el establecimiento de relaciones» y el «sentido de pertenencia a ese hogar» para paliar «la ansiedad y el sufrimiento del aislamiento social provocado por la pandemia», según recoge el protocolo.
Ls inquilinos de las residencias de ancianos y de personas con discapacidad han sido uno de los segmentos de población más golpeados por esta crisis sanitaria, con 2.530 huéspedes fallecidos confirmados por Covid o con síntomas compatibles (cinco en la últimas 24 horas), y que representan más de la mitad del total de víctimas por coronavirus de la Comunidad. Otros 4.000 han superado la enfermedad, según expuso ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades.