Coronavirus

Las residencias abrirán espacios a los mayores sin síntomas desde el martes

Familia diseña un plan de cuatro etapas para la desescalada en los centros sociosanitarios de la Comunidad

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Actuación de la UME en la residencia de mayores Encinar del Rey ICAL

MONTSE SERRADOR

La próxima semana, posiblemente a partir del martes, los mayores de las residencias de Castilla y León que no tengan síntomas del Covid-19 ni hayan estado en contacto estrecho con casos posibles o confirmados podrán abandonar sus habitaciones y circular por los espacios comunes del centros siempre, por supuesto, con mascarilla quirúrgica y respetando los dos metros de seguridad . Así se recoge en el plan de desescalada que ha diseñado la Consejería de Familia, al que ha tenido acceso ABC, que en principio comenzaría a aplicarse a partir de la próxima semana. Dividido en cuatro etapas, la propuesta busca acabar con el confinamiento de los mayores que se prolonga ya durante más de dos meses y que, según se recoge en el plan, «está generando un posible sufrimiento y perjuicio a la salud física y psíquica de estas personas». Reconoce, además, que «las que padecen algún tipo de deterioro cognitivo sufren bajo esta circunstancia por su dificultad para comprender esta situación anómala y por su mayor necesidad de contacto físico con personas» .

Con esta premisa, la de acabar con el dolor que están padeciendo durante estos meses miles de mayores que no pueden salir de sus habitaciones ni ver a sus familias, el departamento de Isabel Blanco ha concretado en cuatro etapas la forma en la que los centros sociosanitarios harán la desescalada para ir recuperando la normalidad en la medida de lo posible.

Más pruebas

Se parte, no obstante, de la condición de que la realización de pruebas diagnósticas es fundamental para evitar el confinamiento innecesario de personas que no tengan síntomas pero hayan podido estar en contacto con positivos o porque, teniendo síntomas, corresponden a otras causas distintas a Covid-19.

A partir de ahí, se establece que en la primera etapa entrarían solo los mayores que no muestren efectos de la enfermedad ni hayan estado cerca de contagiados, a los que se permitirá salidas y se abrirán los espacios del centro. Eso sí, se evitará cualquier posibilidad de contacto con el resto de grupos que tengan que permanecer aislados. En esta primera etapa, se podrán recuperar espacios comunes, tales como el comedor, repartiendo a los residentes en número reducido por turnos para evitar concentraciones y siempre que se garantice la distancia de seguridad .

Las mesas que no permitan la distancia mínima de dos metros entre comensales deberán estar ocupadas por una sola persona y se dispondrán las mesas de manera que se evite tener a nadie a menos de esa distancia. Si no fuera posible cumplir estos requisitos, no se abrirán estos espacios.

Residencia para mayores del barrio ponferradino de Flores del Sil (León) ICAL

Sin visitas

En esta primera etapa de desescalada no se permitirán las visitas, salvo las mantenidas por razones de humanidad ante un fallecimiento inminente. En estos casos, podrá acudir solo una persona acompañante, con las medidas preventivas precisas para personas ajenas al centro y previa firma del consentimiento informado sobre los riesgos de contagio de coronavirus . Sin embargo, las visitas de los familiares seguirán estando prohibidas y sólo se mantendrán los contactos con familiares mediante llamadas por teléfono y videollamadas, aunque se permitirá haciendo desde el exterior del centro (a través de jardines o patios), para dar confianza a los residentes y que puedan tener la percepción de que la situación empieza a mejorar y la normalidad está más cerca.

En cualquier caso, se informará periódicamente, no menos de una vez a la semana, a los familiares de la evolución del residente durante la desescalada, así como de las medidas adoptadas en las diferentes etapas y de las actividades en las que ha participado. En cuanto a las visitas programadas de profesionales sanitarios, o consultas externas, se realizarán de acuerdo a lo que estipule el personal médico con el centro de salud u hospital.

Si pasados 14 días no se hubieran producido casos en el grupo que ha permanecido en la primera etapa, se pasaría a la segunda. En ella se permitirán actividades que impliquen reducir los dos metros de distancia como son peluquería, podología, actividades de envejecimiento activo o estimulación física y cognitiva . Los profesionales encargados de estas labores sólo podrán acceder al centro con un certificado de inmunidad o una prueba PCR realizada tres días antes de su entrada. La tercera etapa implicará, por supuesto, haber pasado las anteriores sin casos nuevos en los grupos que van avanzando y supondrá la apertura de las residencias una vez que el Gobierno de España decrete la fase 3 de desescalada.

El cuarto salto supondrá para las residencias la vuelta progresiva a la normalidad, aunque sin olvidar las normas básicas de higiene, distancia social y control epidemiológico y sanitario implantadas en el conjunto de la sociedad y, especialmente, en este tipo de centros asistenciales. No obstante, las medidas de desescalada se realizarán de forma limitada y progresiva, en función de las características de cada centro , en coordinación con la Consejería de Sanidad y sin perjuicio de las determinaciones de la Autoridad Sanitaria y el Gobierno de España.

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