Milagro en Novés el día de Nochebuena

El único policía local de esta población toledana se hiere accidentalmente con su arma reglamentaria sin que el disparo le afecte órganos vitales del cuerpo ni zonas sensibles de su mano izquierda

«Me encuentro bien por suerte y, sorprendentemente, no me duele nada», escribe el agente a ABC en un wasap

Víctor estaba terminando su jornada laboral cuando ocurrió el accidente

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«Lo que le ha ocurrido a Víctor es una lección de vida, y encima le ocurre el 24 de diciembre. Que el disparo le haya atravesado la mano y el cuerpo sin tocarle ningún órgano vital ni zonas sensibles de la mano..., esto sólo tiene un nombre: milagro». Lo dice Luciano García Rojo, policía local, que fue el instructor de Víctor Rodríguez en la Academia de Policía Local de Castilla-La Mancha durante su periodo de formación inicial este año.

Víctor, de 34 años, es de la última hornada de policías locales en la región y es el único agente municipal en la localidad toledana de Novés (2.800 habitantes), donde volvió a nacer el día de Nochebuena. Todavía no sabe con certeza cómo a un hombre experimentado como él se le pudo disparar la pistola cuando estaba a punto de terminar su jornada laboral. « Tiene una formación en armas extensísima y lo que le ha ocurrido ha sido producto del infortunio, nada más », dice su instructor, jefe de la Policía local de la vecina población de Torrijos.

Los hechos sucedieron este jueves, sobre las dos de la tarde, en el despacho que Víctor tiene en el Ayuntamiento de Novés . Estaba terminando su jornada laboral y, mientras limpiaba su pistola reglamentaria, el arma se disparó por algún motivo desconocido. «Ni él sabe siquiera lo que pasó», dicen fuentes municipales.

Trayectoria limpia

Víctor creyó en un principio que sólo se había herido en la mano izquierda. Pero la bala, en realidad, le había entrado por ese mismo lado -concretamente por la parte superior del abdomen, por debajo del esternón- y le había salido más abajo, después de una trayectoria limpia por el cuerpo del agente. La bala atravesó también una pared de pladur hasta detenerse en una habitación contigua.

El policía salió a la calle pidiendo ayuda mientras le brotaba mucha sangre. Un vecino lo llevó al centro de salud de Torrijos, desde donde fue evacuado al hospital Virgen de la Salud de Toledo. Tras ser atendido de las heridas, le dieron el alta a última hora de la tarde, después de la misa del Gallo en la iglesia parroquial, que adelantó su comienzo a las seis de la tarde por la pandemia.

«Me encuentro bien por suerte y, sorprendentemente, no me duele nada; mañana hablamos», escribe Víctor en un wasap enviado a ABC. El agente fue vigilante de seguridad durante muchos años, tiene una academia de formación en seguridad privada y ha hecho cursos «hasta en Polonia» sobre el uso de armas, cuenta Luciano García, quien tuvo a Víctor como policía en prácticas durante un mes. En agosto se incorporó a su plaza en Novés, donde todos coinciden: lo que le sucedió a su policía local fue un milagro el día de Nochebuena.

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