«Soy Adolfo Sánchez, el único cabrero profesional de Guadamur, y nada tengo que ver con el robo de crucifijos»

Amigos y empresarios lo han confundido con Adolfo Vega Matamala, detenido por la sustracción de más de 450.000 euros en piezas religiosas

Adolfo Sánchez Escribano, en su explotación de cabras en Guadamur Foto cedida

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Hay numerosos estudios que afirman que sólo se leen los titulares de prensa. A finales de 2017, la Asociación de Medios de Información aseguraba que el 56,8 % de los lectores españoles de prensa se informaba a través de redes sociales, aunque sólo leían «titulares y alguna noticia». Pero no solamente ocurre en España. En Estados Unidos, otro estudio afirmaba en 2018 que la mayoría de lectores de noticias en internet no retenía nada más allá del titular y, como mucho, el subtitular.

A Alejandro Adolfo Sánchez Escribano , a quien en su colectivo lo conocen por su segundo nombre, esa mala práctica le ha pasado factura. El pasado viernes, ABC publicó en internet la información titulada «Adolfo, cabrero de día y ladrón de noche: él y su mujer robaron más de 450.000 euros en piezas religiosas» . Desde entonces, Adolfo Sánchez, ganadero de 69 años, asegura que ha recibido numerosas llamadas telefónicas y mensajes de amigos y empresarios preguntándole qué le había sucedido. Y eso que, en la segunda frase del texto de la noticia, se informa de la identidad del detenido: Adolfo Vega Matamala , de 38 años, que había trabajado en una explotación de cabras en Guadamur (Toledo).

Adolfo Vega Matamala

«Soy el único profesional cabrero de Guadamur, con 40 años en la crianza y selección de cabras murciano-granadina y con una reputación profesional fuera de duda; el otro [Adolfo Vega Matamala] era un temporero de las cabras que trabajó dos meses hasta que se dio de baja por una lesión en un pie », afirma este vecino de un pueblo con cerca de 2000 habitantes.

Adolfo Sánchez es propietario de Huerta Navas, una explotación a las afueras de Guadamur con 1500 cabras adultas para la producción de leche. Además, selecciona chivitas para repoblar granjas y ha vendido ganado en Portugal, Italia, Uzbekistán y Bulgaria, últimamente. También pertenece a la Asociación Española de Criadores de la Cabra Murciano-Granadina (Acrimur). «A cualquiera que usted le pregunte por Adolfo, en una reunión profesional, piensa en mí», asegura este ganadero, víctima de la mala práctica de leer sólo los titulares de las noticias.

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