Investigar sobre el Alzheimer con la implicación de la sociedad

El laboratorio de Fisiopatología del Hospital de Parapléjicos lanza una campaña de crowdfunding para financiar su proyecto ‘Demencia y Enfermedad Cardiovascular’

De izda a dcha, Nerea Corbacho, Laura Mouriño, Tamara Sastre y María Eugenia González Barderas H. N. Parapléjicos

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En 2020 el laboratorio de Fisiopatología Vascular del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, liderado por la doctora María Eugenia González Barderas, inició una línea de investigación gracias a una ayuda concedida por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), con el objeto de conocer, a nivel molecular, los mecanismos implicados en el desarrollo de la demencia en pacientes con factores de riesgo cardiovascular .

Y ahora para consolidar esta investigación, ha lanzado una campaña de microfinanciación colectiva ( crowdfunding ) a través de Precipita , la plataforma de participación ciudadana en la ciencia, puesta en marcha por la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología, fundación pública dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.

De esta forma, su proyecto obtendrá «una mayor visibilidad en la sociedad ya que los ciudadanos podrán colaborar económicamente para consolidar la línea de investigación y conseguir unos resultados preliminares que permitan ya escribir un proyecto más grande y presentarlo a la convocatoria nacional de este año», explica la bióloga Laura Mouriño. Junto a Nerea Corbacho y Tamara Sastre, también biólogas, publicaron el proyecto en Precipita el pasado 13 de septiembre y ya han recogido 3.256 euros , aunque han puesto el corte en 25.000 euros. «La respuesta, de momento, está siendo buena, nos ayudó la celebración del Día Mundial del Alzheimer, el 21 de septiembre», reconoce Mouriño.

La conexión entre la salud cardiovascular y el desarrollo de demencia es clara, existe una relación entre el corazón y el cerebro y hay factores de riesgo cardiovascular asociados, con los años, a un mayor deterioro cognitivo, aunque no hay suficientes estudios que permitan conocer los mecanismos implicados.

Prevención y tratamiento

Este estudio intentará, por primera vez, descifrar los aspectos moleculares y clínicos para la prevención y el tratamiento de la demencia en pacientes con enfermedad cardiovascular, e identificar nuevas ‘dianas’ sobre las que puedan actuar los fármacos. De esta manera, se conseguiría retrasar el desarrollo de la demencia, mejorando el pronóstico y la evolución de estos pacientes en los que ambas patologías coinciden.

«El desarrollo entero del proyecto es muy largo, comienza estableciendo colaboraciones con distintos centros, distintos hospitales, médicos y enfermeras de forma que podamos accceder a los pacientes. Ellos son los encargados de seleccionar las historias clínicas de los pacientes que pueden entrar en el estudio, extraerles la muestra de sangre. La sangre de unos poquitos de esos pacientes seleccionados es la que se utiliza en los primeros experimentos en los que se comparan grupos de factores de riesgo (enfermedad cardiovascular con demencia, gente con enfermedad cardiovascular sin demencia y gente en estadios previos que tienen factores de riesgo -hipertensión, obesidad y tabaquismo-, aunque no tengan aún la enfermedad cardiovascular diagnosticada, con y sin demencia también)», detalla la científica.

Así, analizan todas las proteinas que hay en la sangre de cada individuo y ven qué diferencia hay entre los grupos e intentan detectar proteinas que puedan servir para diagnosticar de forma temprana qué pacientes pueden desarrollar o no el alzheimer en el futuro. «Eso a nivel de prevención será muy importanate y para esa gente que ya lo ha desarrollado, veremos si existe algún tratamiento que podamos dirigir a esa molécula para intentar ralentizar el desarrollo de la enfermedad incluso revertirlo si está en los primeros estadios», declara Mouriño.

El estudio quieren presentarlo este año a la convocatoria nacional para conseguir ya una linea de financiación durante varios años. «Un estudio así desde que se empieza hasta que se tiene un tratamiento pueden pasar 15 años. En el caso de un diagnóstico puede ser más rápido. Son años de trabajo y siempre se van abriendo líneas nuevas que te hacen continuar la investigación hacia ramas relacionadas pero no es lo que esperabas encontrar. Son proyectos abiertos», concluye Laura Mouriño.

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