ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA
Diario de Santo Tomé (9): El beso contaminado de Ramón y Cajal
«Me imaginaba a don Santiago con bata blanca sentado en el Café Español hablando con mi padre y sus amigos»
Mi padre tuvo como libro de cabecera, durante algún tiempo, Charlas de Café , de don Santiago Ramón y Cajal . Era un ejemplar que estaba un poco deteriorado, con las hojas descosidas, un libro un poco destartalado y, desde luego, muy usado. Yo, que no entendía mucho de las cosas que decía, me imaginaba a Don Santiago, al que veía con bata blanco pues sabía que era médico, sentado en el Café Español que había en la plaza de Zocodover, donde ahora hay un banco, tomando un café y hablando con mi padre y sus amigo s.
Le veía bondadoso pero sin reír, un viejo serio y sabio . Ahora, en una tarde de otoño suave y casi veraniega, vuelvo, una vez más, a leer el libro del premio Nobel de medicina y destaca en esta lectura el sentido de fugacidad que don Santiago le daba a su obra y a su fama. «E l beso que los poetas consideran como sublime consumación de dos almas, no es para el científico sino un simple intercambio de microbios labiales ».
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