Ciudad Real
«El paciente con Covid-19 vive en soledad. Eso es muy duro»
José Luis Espadero Casero es el jefe de la agrupación municipal de Protección Civil, en la que lleva colaborando desde hace 20 años

La pobreza se ha agudizado en esta ciudad . Hay gente que lo está pasando verdaderamente mal», afirma conmovido José Luis Espadero Casero (Tomelloso, 1958), celador desde hace 35 años en el Hospital General Universitario de Ciudad Real y jefe de la Agrupación Municipal de Protección Civil en esa ciudad desde hace 20 años, en la que colaboran unas 70 personas. Este equipo colabora con la concejalía de Bienestar Social del ayuntamiento ciudadrealeño.
Con una voz pausada, José Luis habla de su trabajo como voluntario en Ciudad Real, una labor que le ha llevado a contemplar en primera línea lo peor de la crisis del coronavirus . «El paciente con Covid-19 vive en soledad. Es muy duro». Una situación que también experimenta a diario desde su puesto como celador en el hospital.
Tras terminar su jornada, José Luis se centra en su labor en Protección Civil, junto con su equipo de 70 voluntarios que le acompañan. Colaboran con el servicio de limpieza, en la zona sur fuera de rondas, donde está el centro hospitalario. Se encargan de desinfectar todos los accesos y las consultas, aunque también van a zonas residenciales como Garrache y Los Ángeles.

En estas tareas —explica— participan tres vehículos de Protección Civil que se dirigen, manguera en mano, a limpiar los cajeros, los supermercados, los comercios, pero también los contenedores, incluidas las tapas y las agarraderas de los mismos.
Una de las actividades que más satisfacción les produce es el seguimiento que hacen de las 20 personas sin techo que viven en los albergues municipales: La Casa de la Ciudad y Hostal La Zasca. En este caso, se les toma la temperatura para ver si tienen algún síntoma, siempre siguiendo los protocolos sanitarios correspondientes y vestidos con los equipos EPI.
José Luis evoca los momentos vividos en este tiempo de Covid-19 y agradece que su esposa apoye este voluntariado. A pesar del cansancio físico y de las largas jornadas, él y su equipo intentan llegar a esos lugares en los que más los necesitan. Esta semana, por ejemplo, han repartido equipos informáticos para que los alumnos puedan seguir con sus clases online.
«La gente tiene miedo. No obstante en este tiempo se agudizan las carencias de las personas que no tienen recursos. Ellos sobreviven con las limosnas y, si la gente no sale a la calle, pues tú me dirás. Con nuestro apoyo intentamos cubrir sus necesidades», dice. Para tenerlos atendidos se ha creado una base de datos.
Finalmente, José Luis José Luis espera que cuando termine la pandemia haya una sociedad más justa y solidaria. «Es algo que espero y mi forma de aportar mi granito de arena es con este trabajo. Llegando a los lugares que nos necesiten. Es una situación de emergencia, en el que todos debemos arrimar el hombre», dice para resaltar el trabajo que realiza todo el equipo de Protección Civil.
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