El volcán de La Palma 'respira' a más de 1.000 grados centígrados

Las cámaras termográficas demuestran como, bajo la superficie, el calor residual del volcán de Cumbre Vieja sigue siendo de más de 1.000 grados, con respiraderos y jameos donde sigue existiendo material incandescente

Interior de un respiradero en las inmediaciones del cráter Involcán

Laura Bautista

Callado, silencioso, inquietamente tranquilo y sin actividad hace ya 20 días, el volcán de La Palma está dormido en superficie, pero incandescente en sus entrañas. Los científicos del Instituto Volcanológico de Canarias, Involcán, han accedido al cráter del volcán de Cumbre Vieja donde una cámara termográfica ha registrado un interior aún muy activo, donde el material supera los 1.000 grados de temperatura.

El vídeo termográfico muestra temperaturas más elevadas , advirtiendo en imágenes de colores cálidos que a pesar de su tranquilidad, en varios respiraderos y grietas en el cráter sigue latente el espíritu ardiente de este 'bicho'. Las mayores temperaturas se registran en las fisuras, los jameos, en las crestas y en los respiraderos de los tubos volcánicos, entre otros lugares como los orificios en la zona del cráter.

A pesar de llevar varias semanas inactivo, el periodo de desgasificación y de enfriamiento del material llevará varios meses , como indican los expertos, por lo que los técnicos mantienen una monitorización constante de las zonas más cercanas al cráter y las zonas de exclusión. Tal y como han advertido, en la zona del cráter existen orificios en los que se observa una gran desgasificación y temperaturas superiores a los 1000 grados.

La superficie del cráter muestra los restos de varios materiales, con cercos blancos, amarillos y verdosos que indican vapor de agua, dióxido de azufre, entre otras concentraciones de gases. El penacho de gas se sigue observando desde los conos principales y secundarios y con emisión difusa en la tierra a través de fisuras y de las coladas con actividad fumarólica. Además de los propios científicos con equipos móviles, Involcán realiza medidas de multisensor para continuar la monitorización de los gases en el edificio volcánico.

Superficie del cráter con marcas de gases Involcán

Tal y como ha señalado Involcán, aún concluida la erupción , los estudios geoquímicos de gas del suelo siguen siendo fundamentales para vigilar el sistema volcánico, y se realizan en diferentes puntos y con varios métodos, como las medidas de resistividad del subsuelo que permiten evaluar las variaciones en el sistema magmático e hidrotermal.

Además, los científicos del IGME siguen en el monitoreo y vigilancia, con la Operación Cenicienta en activo para el muestreo de ceniza y granzón del volcán de La Palma, entre otras tareas. Del mismo modo, el IGN ha instalado sensores geoquímicos en la proximidades del volcán.

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