¿Qué pasa cuando un volcán se apaga?
El sismólogo IItahiza Domínguez ha advertido que la desgasificación del cono es «importante»
«Todavía no ha concluido la emergencia y todavía hay riesgos»
«Todavía no ha concluido la emergencia y todavía hay riesgos». El sismólogo del IGN, Itahiza Domínguez, muestra lo que queda cuando un volcán se apaga: gases tóxicos y un ambiente irrespirable en las inmediaciones del cono eruptivo. A apenas unos metros del corazón de Cumbre Vieja, el volcán duerme, pero la amenaza sigue .
«La desgasificación cerca del cono volcánico de La Palma es importante» y por eso los científicos y expertos «acceden con medidores de gases y máscaras», que advierten y protegen del enemigo invisible de Cumbre Vieja. No solo piden precaución: «No se acerquen», piden.
Entre las nubes de gases letales, silencio y un panorama fantasmagórico. Aún los pinos canarios se mantienen, «a pesar de todo muchos troncos aguantan, habrá que ver si alguno sobrevive », explica.
Los fuertes pinos no son los únicos de la zona, narra Domínguez, la cantidad de bombas y fragmentos cercanos al cono de la erupción de La Palma «es brutal ». De estos grandes bloques «no todos son bombas volcánicas de material juvenil», también «hay trozos del conducto , posiblemente de las explosiones finales debido a taponamiento de la salida», que fueron protagonistas del último pulso del volcán el pasado 13 de diciembre antes de volver a su letargo. Estas bombas lávicas y trozos de conducto han sido incluso de varios metros de diámetro, capaces de recorrer hasta 1,5 kilómetros de distancia.
Pegados a las rocas y a las laderas del cono, el color amarillo y verde anuncia la presencia de azufre, que forma cristales de vivos colores y el azufre nativo se acumula en las crestas. Si se presenta en formato líquido, en cambio, se muestra en gotas de color rojo intenso .
El dióxido de azufre huele, sin embargo no todos los gases avisan. El monóxido de carbono es letal para el ser humano y es completamente imperceptible. En algunas zonas del edificio volcánico aún se registran temperaturas superiores a los 1000 grados en rocas y lavas , tal y como ha informado el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán).
Un total de seis cráteres envueltos en nubes de gas, ceniza negra y destrucción. El paisaje cerca del cono volcánico es tierra de nadie y a ella solo se acercan los científicos para su estudio, que han medido un edificio volcánico de unos 200 metros de altura sobre su base , con una altitud total de aproximadamente 1.100 metros sobre el nivel del mar en torno a una fisura eruptiva visible desde el cielo.
En total, al volcán de La Palma han viajado 528 científicos a estudiar el proceso eruptivo, tal y como le consta al Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) de acuerdo a sus registros de personal científico registrado desde el día 12 de septiembre.
Como ha detallado El Time, han pasado por La Palma 55 técnicos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), 31 del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), 63 del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 24 del Instituto Español de Oceanografía (IEO), 146 de la Universidad de La Laguna (ULL), 31 de la Universidad de Las Palmas (ULPGC), 143 de universidades extranjeras colaboradoras y relacionados con el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán), y 35 de la Agencia Española de Meteorología (AEMET).
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