Más lejos, mucho más rápido y durante más tiempo: así llegó el tsunami de Hunga-Tonga a Canarias

«El tsunami causado por la propagación de las ondas atmosféricas se propagó desde el Pacífico al Atlántico, llegando a Canarias más rápido que si hubiera tenido que rodear Sudamérica, como hubiera hecho un tsunami 'normal», explica«el coautor del estudio, Pablo J. González, del grupo de volcanología del IPNA-CSIC, en La Laguna, Tenerife

Imagen satelital de la violenta erupción del Hunga Tonga CSIC

Laura Bautista

Un grupo de investigadores, con participación del CSIC, ha descubierto el mecanismo exacto responsable del excepcional tsunami que se extendió por todo el mundo a principios de este año, a raíz de la potente erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai el 15 de enero de 2022.

Así lo ha explicado, en un nuevo artículo publicado en la revista Nature, el equipo internacional que incluye a Pablo J. González, investigador del grupo de volcanología del IPNA-CSIC de La Laguna, Tenerife. «El tsunami fue causado por ondas acústico-gravitacionales generadas durante la potente erupción volcánica , que se propagaron por la atmósfera y perturbaron la superficie del océano, causando el tsunami«, ha señalado González. Al converger estas ondas gravitacionales, se produjo un fenómeno de retroalimentación que bombeó energía al tsunami de manera continua, lo que provocó que el tsunami se hiciera más grande, viajara mucho más lejos, mucho más rápido y durante mucho más tiempo .

En el estudio, el equipo estima que el tsunami viajó entre 1,5 y 2,5 veces más rápido de lo que lo haría un tsunami «normal» que fuera provocado por una perturbación aislada de la superficie del mar, causada por el volcán. Este tsunami ultrarrápido fue capaz de cruzar los océanos Pacífico, Atlántico e Índico en menos de 20 horas a velocidades de unos 1000 km/h. Un tsunami «normal» no hubiese alcanzado Canarias, pero este, causado por la propagación de las ondas atmosféricas, se propagó desde el Pacífico al Atlántico, llegando a Canarias más rápido que si hubiera tenido que rodear Sudamérica, como hubiera hecho un tsunami 'normal' «, ha explicado González.

La fuerza de la que ha sido hasta el momento la mayor erupción volcánica del siglo XXI y la mayor erupción explosiva desde la ocurrida en el volcán Krakatoa en 1883, ha sido equivalente a cientos de veces la potencia de la bomba atómica de Hiroshima, registrándose un tsunami excepcionalmente rápido en todo el mundo.

Un tsunami fuera de lo común

Los volcanes pueden producir tsunamis a través de terremotos, colapsos de calderas y flancos, flujos piroclásticos o explosiones submarinas pero rara vez desplazan suficiente agua para desencadenar tsunamis transoceánicos . Sin embargo, las explosiones volcánicas violentas pueden provocar tsunamis globales al desencadenar ondas acústicas-gravitacionales que excitan la interfaz atmósfera-océano. La colosal erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai fue un ejemplo de ello.

Este tsunami ha sido una oportunidad única para investigar el papel de los procesos de acoplamiento aire-agua en la generación y propagación de tsunamis, mezclando los datos del nivel del mar, atmosféricos y satelitales de todo el mundo, modelos numéricos y analíticos, para demostrar que este tsunami fue impulsado por una fuente en constante movimiento en la que las ondas acústicas-gravitacionales que irradian de la erupción transfieren energía al océano a través de la resonancia.

El cálculo del alcance y la velocidad de este tsunami se ha realizado a partir de los datos de satélites artificiales que procesó el investigador del CSIC, junto con datos oceanográficos y atmosféricos. Los datos permitieron determinar que las ondas acústicas en la atmósfera y el tsunami se registraban simultáneamente , sin aparente retraso entre el océano Pacífico y Atlántico. Una vez confirmado ese hecho, desarrollaron un modelo numérico que confirmó cómo era físicamente posible este fenómeno.

Rediseñar sistemas de alerta

El equipo científico ha logrado demostrar que el tsunami fue impulsado por las ondas acústicas gravitacionales que se desencadenaron por la explosión eruptiva y que viajaron rápidamente en la atmósfera y, a su vez, continuamente «bombeando» energía al océano. El modelo derivado por el resto del equipo científico apoya la idea de que l a transferencia de energía hacia el océano fue causada por un fenómeno conocido como resonancia no lineal , en el que las ondas acústicas gravitacionales en la atmósfera interactúan con el tsunami que están generando, y hace que el tsunami se amplifique.

Las características de este tsunami, el alcance global y su impacto en lugares lejanos fue inesperado, expresa González en el artículo, y «nos debe de motivar a rediseñar los sistemas de alerta temprana de tsunamis , e incluir modelos específicos para fuentes volcánicas y las posibles complejas interacciones con el océano y la atmósfera».

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