Yolanda Díaz altera la competición entre PSOE y UP: es más competitiva que Iglesias entre el electorado socialista
En el PSOE y en el Gobierno piensan que es demasiado pronto para medir el efecto
La sucesión en el liderazgo de Unidas Podemos tendrá un impacto directo en el PSOE. En dos esferas. Primero, en el día a día de la coalición de Gobierno y, segundo, a medio plazo como competidores electorales. Aunque el sentir general es que todavía «es pronto» para poder valorarlo. En la convivencia interna en el Ejecutivo, en Unidas Podemos reivindican que Díaz dará continuidad a la relación que Pedro Sánchez mantiene con Pablo Iglesias .
Eso sí, en el PSOE apuntaban ayer que será «inevitable» que la futura vicepresidenta tenga más capacidad de condicionar los principales debates económicos , donde se libran y quedan por librarse alguno de los pulsos más relevantes para la coalición. En el Gobierno piensan que las diferencias entre los socios «no variarán sustancialmente», pero que sí probablemente se llevarán con más prudencia. Iglesias es un experto en comunicación y trasladar los choques a los medios era parte de su estrategia. Una ministra socialista confía en que eso cambiará. Pero otro colega de gabinete recuerda la presión que ejerció Díaz respecto al Salario Mínimo Interprofesional.
En el apartado electoral, la relación entre el PSOE y Unidas Podemos lleva tiempo consolidada por la superioridad socialista respecto al conglomerado populista desde que en 2017 Pedro Sánchez recuperó la secretaría general del PSOE. El acceso a la La Moncloa en junio de 2018 pulverizó las posibilidades de sorpasso en la izquierda. Las elecciones de 2019 consolidaron el nuevo reparto de fuerzas.
Es pronto todavía para poder proyectar si ese nuevo liderazgo, que tendrá que amoldarse a unos equilibrios orgánicos complejos, mejorará o no las posibilidades de Unidas Podemos. Pero en el cara a cara entre las dos formaciones, la figura de Díaz anticipa elementos preocupantes para los socialistas. Iván Redondo siempre ha considerado que pese al continuo desgaste electoral de Podemos, la fortaleza de la marca seguía muy asociada a la figura de Pablo Iglesias. Nunca se ha considerado que perfiles como Irene Montero o Alberto Garzón pudiesen mantener el partido en su pulso actual. Díaz es un caso diferente .
Sánchez e Iglesias han sido rivales desde 2014. Se tienen cogida la medida. En el PSOE es generalizado la consideración de que en elecciones es un buen candidato. Pero, a la vez, los socialistas tenían «tomada la medida» a Iglesias, en palabras de un dirigente socialista. Se refiere a unos datos que en los análisis demoscópicos del PSOE han estado muy presentes en los últimos años. Algo que se extrae de datos del CIS en cada serie que se publica, pero también de muchos estudios privados.
La actual relación entre líderes estaba desnivelada en favor de los intereses socialistas por una cuestión fundamental: la valoración de Pablo Iglesias por parte de los electores socialistas es negativa. Mientras que Pedro Sánchez tiene buena valoración entre el electorado de UP. Esto último está muy presente en La Moncloa y explica por qué Sánchez ha concedido estos meses victorias a sus socios en los pulsos que ha vivido la coalición.
Esta realidad hacía que las fugas de voto del PSOE a Unidas Podemos estuviesen prácticamente selladas, mientras que, al revés, la tendencia ha sido la de un trasvase hacia las filas socialistas. Pero la ministra de Trabajo, que es de las mejor valoradas según el CIS por detrás de Margarita Robles y Nadia Calviño , corrige esa deriva. Porque sí tiene una buena valoración por parte de los electores socialistas. «Probablemente va a competir mejor en nuestro electorado, creo que especialmente en el voto femenino », reconocía ayer un presidente autonómico consultado.
Un miembro del Gobierno avalaba esta hipótesis, pero a la vez existen dudas sobre la vigencia de Podemos más allá de su fundador. «Unidas Podemos es una coalición electoral. Ella no era de Podemos sino de IU, de donde se fue. Gobernar esa nave no va a ser sencillo. Lo de Pablo es un liderazgo mesiánico en Podemos», resume un dirigente socialista. «Ahora mismo parece indiscutible pero ya veremos cómo se gestiona el adiós de un liderazgo como el de Iglesias», remata.
Noticias relacionadas