Tiroteo a plena luz del día en Granada: «Jose, ¡que me ha 'matao'!»
Una pistola, dos cargadores, 8.300 euros y 83 kilos de marihuana... así fue cómo se enfrentaron a disparos para robar la droga, unos, y defenderla, los otros
La Ley Seca vino acompañada de una eclosión de mafias y actos delictivos en los Estados Unidos desde 1920 hasta 1940. Salvando las distancias espaciales y temporales, según informó 'Ideal' , lo ocurrido la pasada tarde del 26 de septiembre en la nave industrial del número 14 de la calle San Miguel de Láchar en Granada podría encajar muy bien en una escena de cine negro descriptiva de las luchas mafiosas en pleno auge de la Ley Seca. Cambie el alcohol por la marihuana y el resto es muy similar.
Aquella tarde intentaron robar a un grupo de narcos 83 kilos de marihuana, hubo dos heridos por arma de fuego y se utilizaron una escopeta repetidora y una pistola modelo Astra. En la escena del crimen había una decena de personas de las cuales cinco están ya en prisión y una se ha fugado de un hospital cuando estaba detenido; dos se encuentran pendientes de arrestar, y otras dos aún están sin identificar, según consta en el atestado incluido en las diligencias previas que instruye el Juzgado de Santa Fe que lleva el caso.
Dos cámaras en el exterior de la nave y otras dos dentro, estas últimas fueron tapadas, filmaron toda la escena de los hechos transcurridos entre las 17.01 horas y las 19.50 del domingo 26 de septiembre, cuando cayeron heridos dos de los participantes en esta operación de compraventa de marihuana, que concluyó con un intento de robo de la droga.
Primero se dieron cita los vendedores y dos mediadores en la nave, ubicada en el polígono industrial Salema de Láchar. En ese momento, nadie sabía aún lo que iba a ocurrir casi tres horas después.
Los dos intermediarios eran una mujer y un hombre que cogieron el coche del padre del varón, un Audi A4, y en el transcurso del tiroteo se lo sustrajeron los protagonistas del 'vuelco' (robo) de marihuana. Fue recuperado al día siguiente en Santa Fe. Los dos intermediarios fueron quienes condujeron a los presuntos compradores a la nave donde se registró la refriega de disparos. Antes, los vendedores habían repartido 83 kilos de marihuana en 47 bolsas envasadas al vacío distribuidas en mochilas de color negro y en cinco sacos con cogollos. También introdujeron una caja con dos cargadores y una pistola marca Astra con munición de 9 mm. Todo estaba preparado para recibir a los compradores.
Las cámaras que lo vieron todo
Las cámaras revelan, en función de cuándo llegan y cómo se relacionan, a los tres grupos presentes en la escena del crimen : vendedores, intermediarios y supuestos compradores que intentaron llevarse la marihuana.
El presunto líder en la venta de droga apenas tiene 32 años y en agosto de 2017 le revocaron la licencia de un arma de fuego. Carece de antecedentes penales en vigor y solía ser cliente de la empresa de piensos de Láchar donde se desarrollaron los hechos.Junto a él había dos hermanos, uno de ellos trabajador de la empresa de piensos y cereales, y los dos mediadores. De estas cinco personas, hay cuatro en prisión.
En el bando de los supuestos compradores había un individuo del clan de 'los Mocos' con antecedentes penales, un marroquí de 27 años residente en el distrito norte de la ciudad e identificado como uno de los autores de los disparos fugado desde el hospital de Málaga donde debía tener custodia policial, ya que portaba una «escopeta repetidora»; y otro vecino del distrito norte de la ciudad que en las cámaras aparece como el autor del robo del coche Audi-A4 a los intermediarios. Solo uno de estos sujetos está en prisión.
Estos tres individuos iban escondidos en la parte trasera de una furgoneta modelo Mercedes que llegó a la nave pasadas las 19.20 horas y que supuestamente iba a llevarse la marihuana comprada. El conductor de esta furgoneta, cuyo vehículo llevaba rotulado en los laterales la marca Sumum –anagrama de una empresa–, introdujo solo medio cuerpo del vehículo dentro de la nave y la otra mitad, concretamente la cabina, estaba en la calle. El conductor no paró el motor y siguió el tiroteo sin bajar del vehículo.
El tiroteo
Los tres asaltantes que iban escondidos en la parte trasera de la furgoneta se bajaron de la misma, para sorpresa de todos, y uno de ellos comenzó a disparar con una escopeta repetidora . Uno de los cartuchos del calibre 12 se incrustó en la pierna del presunto líder de la operación de venta, quien abatido desde el suelo respondió a los disparos con un arma corta. Los asaltantes habían montado en la parte trasera los bolsos con la marihuana, pero no tuvieron tiempo de cerrar el portón trasero del vehículo. Mientras estos tres individuos huían a pie, el primer herido de bala comenzó a disparar desde el suelo e hirió a uno de los asaltantes que ya estaba en el exterior, concretamente, al joven de 32 años del clan de 'Los Mocos'. Cuando este se dio cuenta de que le habían metido una bala a la altura del abdomen, cayó al suelo y gritó a su compañero: «Jose, ¡que me ha 'matao'! », como consta en las diligencias.
En ese momento, ya había dos heridos: uno dentro de la nave y otro fuera, en la calle.
El marroquí portador de la escopeta repetidora se fue en busca de los dos mediadores apuntándoles con el arma, los dos se encontraban agazapados en los laterales de dos vehículos para protegerse del cruce de disparos, e incluso, efectuó un disparo que no alcanzó a uno de ellos pero sí sirvió para intimidarlo lo suficiente y obligarlo a que le entregara las llaves del Audi A4 a su compañero. Los dos mediadores fueron obligados a entrar en la nave, mientras los tres asaltantes huían. En el Audi A4, robado a los intermediarios, trasladaron al herido de bala, mientras que el presunto autor de los disparos huyó con otras dos personas, pendientes de identificar, en un vehículo modelo HundayTucson. Este individuo fue detenido por la Guardia Civil en Málaga tras una larga y peligrosa persecución y se ha fugado del hospital donde estaba arrestado.
El otro herido, que presuntamente lideraba la venta de la marihuana, perdió el conocimiento y fue trasladado al hospital por dos individuos que posteriormente quedaron detenidos. Quince minutos después del tiroteo, apareció por la nave el dueño de la empresa de piensos con un amigo. Ellos, según consta en las diligencias, no sabían nada de nada de lo que pasó allí dentro.
La Guardia Civil encontró los 83 kilos de marihuana en el interior de la nave, así como una pistola con dos cargadores y 8.300 euros en un bolso de mano. Los dos heridos de bala ya se han recuperado y están en prisión , junto a cuatro personas más.
Esta escena criminal quizá mantiene demasiadas similitudes con aquellos escarceos de las mafias norteamericanas en plena Ley Seca a principios del siglo pasado.
Noticias relacionadas