Sortu mantiene un control férreo sobre los presos de ETA y sus familias
Gallastegi, asesina de Múgica, exigió en 2019 que no presionasen a sus «hijos o sobrinos»
«Yo no quiero participar, ni que tampoco me tengáis en cuenta, en todo aquello que llevéis acabo o elaboréis, no porque sea madre, ni porque sea mujer, ni en cualquier otra cosa. Por tanto, os ahorro el tener que andar preguntándole a los de casa o que tengáis que estar escribiéndome desde Etxerat. Y como no, ningún tipo de uso o mención acerca de nuestros hijos o sobrinos, os recuerdo que no tenéis ningún tipo de permiso para hacerlo».
Son palabras que la miembro de ETA Iratzu Gallastegui , Amaia, condenada por el asesinato de Fernando Múgica , puso por escrito el 10 de septiembre de 2019 en algún rincón del centro penitenciario de Huelva donde cumplía condena. De la misiva se encontró una fotografía en el móvil del etarra Antonio López Ruiz, alias Kubati , porque se la había enviado Jorge García Sertucha, Patas , condenado en su día por intentar asesinar al Rey.
El documento, recogido en un informe de la Guardia Civil que obra en poder del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón revela dos cosas. La primera, que tanto tiempo después hay dinámicas que no han cambiado . La presión que se sigue ejerciendo sobre los reos de la banda terrorista , hasta el punto de ejercerla sobre «hijos o sobrinos» para aplacar la disidencia . La segunda, que Kubati estaba al tanto de todo lo que se cocía con los presos de ETA, desde su situación penitenciaria hasta el homenaje que recibirían al salir. Él, que asesinó a su compañera de banda armada Yoyes cuando decidió dar un paso atrás, ejerce, en palabras de la Guardia Civil, «un trabajo de supervisión» de los presos, y tiene «autoridad sobre todo lo que les concierne». Está «continuamente informado», dice el informe, desde su posición directiva en la denominada «Comisión en Favor de los Presos» , objeto de investigación. Y no lo hace solo.
Kubati trabaja en la sede de Sortu, -izquierda abertzale pura integrada en Bildu-, el partido que en enero sentó en su cúpula directiva al exjefe de ETA David Pla, de manera que sus tres dirigentes tienen antecedentes en la banda terrorista. El volcado de su móvil revela que ascendencia debía tener, incluso da su opinión sobre comunicados de prensa que va a lanzar Sortu viendo antes el borrador. También pasaría por sus manos el comunicado del colectivo de presos de una cárcel francesa que rechazaba la marcha organizada por la izquierda abertzale «no oficial» porque decía, generaba confusión. Después, sería publicado en la web del movimiento «Kalera Kalera» , una de las caras visibles del apoyo a los reclusos de la banda , cerrada por orden de la Audiencia Nacional en el contexto de esta misma investigación. Kubati también estaría detrás.
«Desempeña un papel de dirigente sobre los responsables de otras organizaciones y dinámicas que, como SARE, Foro Social o Etxerat, efectúan su actividad en el ámbito de los presos de ETA , trasladándoles directrices de cómo proceder en el ámbito de dichos presos. De esta forma, se materializa la estrategia de instrumentalizar varias organizaciones y dinámicas relacionadas con los presos de ETA, de forma que éstas son empleadas según la conveniencia del momento o del acto concreto a desarrollar», concluye la Guardia Civil.
De esa instrumentalización quería zafarse Irazu Gallastegui desde su celda de Huelva. «Yo creo que las palabras son directas y claras, y seguramente no muy gratas, pero es como c onsecuencia de lo que hemos sufrido ante las formas y líneas políticas de actuación mostradas», concluia la misiva. Pero también gente como la familia del etarra fallecido Juan Ignacio Erdocia, que difundió una carta pidiendo a Sortu que dejase de homenajearle porque discrepaban con el partido. Kubati, cuando fue informado, ya lo sabía. Contesta que un hermano y la mujer del difunto son de ATA, la disidencia .
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