Pactos de la Moncloa

Sánchez oferta un gran pacto mientras arremete contra la oposición e ignora a Casado

El Gobierno sigue sin aclarar sus planes sobre el acuerdo que propone y no especifica cuándo llamará al líder del PP tras 10 días sin hablar con él

Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados Pool / Vídeo: AT
Víctor Ruiz de Almirón

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La reedición de los Pactos de la Moncloa sigue siendo una hipótesis lejana. Lo es fundamentalmente porque buena parte de los actores políticos desconfían de las intenciones de un Pedro Sánchez que sigue sin concretar su propuesta y sus objetivos. Y que adolece de coherencia en lo que se refiere al gran acuerdo nacional. Sus llamamientos en favor de un pacto contrastan con los mensajes que llegan desde el Gobierno y desde el PSOE , que siguen centrando sus reproches en el PP . No lo hacen, sin embargo, con otros partidos como ERC que, al contrario que el PP, no ha apoyado la prórroga del estado de alarma .

Mientras el Gobierno lleva más de una semana hablando de los Pactos de la Moncloa, por la vía de los hechos no hay cambios en la actitud unilateral en la gestión . Se lo reprocharon el domingo todos los presidentes autonómicos. Y ayer el presidente del Partido Popular, Pablo Casado , desveló que lleva diez días sin recibir ninguna llamada del presidente del Gobierno. No obstante, Casado confirmó ayer en una entrevista en televisión que acudirá a ese encuentro si es convocado porque su partido «siempre» está dispuesto a hablar con el presidente del Gobierno. Con Inés Arrimadas , presidenta de Ciudadanos, la última conversación fue el sábado 4 de marzo.

Pero ayer, incluso cuando Casado manifestó una voluntad que no es tal en el caso de Vox ni tampoco en los socios independentistas del Gobierno, el Ejecutivo quiso reservar un rejón a Casado. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska: «Me gustaría citar una frase de Keynes que dice: «Cuando parece que va a suceder lo inevitable ocurre lo inesperado»». En el Gobierno insisten en que esta semana será importante porque Sánchez quiere llamar a los líderes políticos con objeto de poder celebrar una reunión a finales de semana. Aunque ayer siguieron sin producirse estos contactos.

El papel de Lastra

El ministro de Transportes, José Luis Ábalos , no dio más detalles al respecto. Se refirió a que será «esta semana». Recordando que hoy hay Consejo de Ministros y el miércoles sesión de control en el Congreso. Por lo que podría ser más bien hacia el final de esa semana. Además, en el PP ha molestado mucho la actitud del pasado jueves en el Congreso de los Diputados de la portavoz del PSOE, Adriana Lastra , que realizó una intervención muy dura contra Pablo Casado.

El jueves en el Congreso de los Diputados la portavoz del PSOE acusó al PP de irresponsabilidad, incompetencia o deslealtad. «La ejemplaridad no va con ustedes», dijo Lastra, que acusó a Casado por su comportamiento «desleal e indigno». Lo hacía momentos antes de que el PP apoyase la prórroga del estado de alarma.

Por eso ayer Casado instó a Sánchez a que antes de pedirle que participe de una reunión en favor de un gran acuerdo debe rectificar los insultos de Lastra en el pleno del Congreso. A Casado le ofendió especialmente que Lastra acusase al PP de «utilizar a las víctimas» . Una cuestión que ha generado malestar en varios grupos. «No se puede hacer esa oferta y tener a Lastra como portavoz. Son cosas incompatibles», critican desde un partido de la oposición. Incluso en algunos ámbitos del PSOE no gustó el tono de su portavoz parlamentaria, que en privado tildan de «lamentable».

También se pone en cuestión que el Gobierno haya criticado la actitud de algunas administraciones autonómicas. Algo que ha sido especialmente evidente en el caso de la Comunidad de Madrid. Ayer, en una conferencia de prensa vespertina, José Luis Ábalos se refirió así a una pregunta sobre la Generalitat de Cataluña : «No sirve culpar a otras administraciones para librar la propia responsabilidad», dijo acertadamente. Aunque esa receta no se la haya aplicado el propio Gobierno. En el argumentario exculpatorio que el PSOE preparó la pasada semana también se incluían críticas al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

El domingo, Pedro Sánchez dijo que se empeñaría como presidente en la necesidad de fomentar una «desescalada en la tensión política» , apostando por abandonar las palabras gruesas. Y se negó a entrar en conflictos o reproches con otros partidos. Apeló a la unidad de todos porque «nadie puede ganar esta guerra solo».

Cuando esas declaraciones estaban todavía muy recientes, el portavoz socialista en el Senado, Ander Gil , se lanzaba a criticar a la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo , por un artículo en el que cuestionaba el papel del Gobierno en Europa. Se refirió a sus opiniones como «una ignominia más de esta derechita cobarde». Y es que por el momento lo único que se conoce de la pretensión de pacto del Gobierno es que no se critiquen las decisiones del Ejecutivo.

Críticas que llegan desde todos los partidos y administraciones que no son los representados en el Gobierno. Los parlamentarios socialistas están aleccionados desde hace días por parte de la dirección del partido para dar la batalla en este aspecto. En una carta firmada por José Luis Ábalos y Adriana Lastra remitida a diputados, senadores y eurodiputados, se les animaba: «Utilizad vuestra capacidad de comunicación en vuestras áreas de influencia, con artículos, vídeos o participación en redes sociales, para hacer un llamamiento a la unidad, a la esperanza y para denunciar bulos». Las apelaciones a la unidad van muy cargadas de críticas a toda opinión contraria a la acción del Gobierno. Porque, como decían Ábalos y Lastra en ese comunicado, «no se puede permitir la deslealtad» .

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