Sánchez consigue el «sí» de Cs y PNV a la cuarta prórroga del estado de alarma

El Gobierno integra a Arrimadas como socia a la fuerza tras la espantada de ERC y cierra su pacto con Ortuzar para empezar a compartir el mando único con las regiones

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El pleno del estado de alarma en directo

Captura de la señal institucional de Moncloa de la ministra Portavoz, María Jesús Montero, y los titulares de Sanidad, Salvador Illa (i) y Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros EFE / Vídeo: EP

Ana I. Sánchez , Gregoria Caro , Mariano Calleja y Itziar Reyero

La cuarta prórroga del estado de alarma saldrá adelante después de que el Gobierno cerrara ayer un acuerdo con Cs y esta mañana otro con el PNV , que con ya anoche avanzó que con toda probabilidad votaría «sí», según confirmaron a ABC fuentes del partido. El rechazo del líder del PP, Pablo Casado, a apoyar el mantenimiento de un instrumento tan excepcional ocho semanas después de su aprobación y en plena fase desescalada, obligó al Ejecutivo a buscar apoyos casi a la desesperada . El Consejo de Ministros aprobó la cuarta prórroga sin que el PP desvelara si se abstendría o votaría en contra hoy en el Congreso, lo que dejaba el marco jurídico del desconfinamiento en zona gris de incógnita.

El primer supuesto permitiría al Gobierno lograr la autorización de la Cámara Baja, pero el «no» de los 88 diputados del PP le complicaba mucho la vida. El apoyo de los diez de Arrimadas le dieron oxígeno. Y con el respaldo de los seis del PNV, Sánchez se asegura la mayoría absoluta. «Tras haber recibido la confirmación oficial de La Moncloa de que el Gobierno central acepta la propuesta de resolución que presentamos en el día de ayer, el Grupo Vasco PNV votará hoy a favor del la prórroga del decreto de alarma, por lo que esta prosperará», ha informado el PNV esta mañana.

Sintonía con Arrimadas

Perder la votación de una prórroga de estado de alarma es un estrepitoso fracaso político que ningún gobierno puede permitirse. Por ello, el Ejecutivo se vio forzado a cambiar de socios y buscar una alianza con Cs que le permitiera sortear un eventual voto en contra del PP. Las negociaciones con el vicesecretario primero de la formación naranja, Carlos Cuadrado, se extendieron hasta última hora de la tarde y terminaron cuando el Ejecutivo accedió a mantener contactos semanales, dialogar y consensuar con este grupo las medidas del plan de transición.

Ambas partes analizarán, además, las «medidas necesarias» en el ámbito sanitario, económico y social cuando concluya el estado de alarma, así como la adaptación de los ERTEs, ayudas a pymes y autónomos. A cambio, Cs consideraba «necesario» prorrogar el estado de alarma para hacer frente a la pandemia, y aumentaba así públicamente su distancia con el PP. Con el «sí» de Cs el Gobierno lograba elevar hasta 170 los apoyos confirmados a la cuarta prórroga del estado de alarma. Con los seis diputados del PNV, la prórroga está asegurada. Total: 176.

El PNV, aliado

Ello no evitó una tarde agónica al Gobierno. Y es que el cambio de posición de los dos principales socios de la coalición investidura, PNV y ERC, respecto al mando único en los últimos días, colocó al Ejecutivo en el alambre parlamentario. Exploró una negociación con ERC, pero sin éxito alguno.

El PNV no tiene ninguna intención de hacer caer a Sánchez, todo lo contrario. Es el primer aliado del Gobierno PSOE-Podemos

El partido nacionalista vasco sí negoció:condicionó su apoyo a la prórroga a que Moncloa reparta capacidad de decisión y gestión en la desescalada. «Un mando único compartido», en palabras de su líder, Andoni Ortuzar. Es decir, que Moncloa vaya devolviendo progresivamente las competencias a las comunidades. Y, de paso, ganar autonomía sobre la decisión pendiente de convocar las urnas en julio o septiembre, como desea el lendakari. «Cogobernanza, codecisión y respeto a las competencias de cada institución», resumió Ortuzar.

El PNV no tenía ninguna intención de hacer caer a Sánchez, todo lo contrario. De hecho, no se considera un grupo de la oposición, sino primer aliado del bipartido PSOE-Podemos. Es más, suele ejercer de pegamento con los «socios» más díscolos, ERC y Junts. Y se aparta de estos cuando dan la espantada en votaciones decisivas. Cada vez que eso ha ocurrido –investidura de Sánchez, Presupuestos o la votación de hoy–, desde Bilbao apelan a la «responsabilidad» y a la «estabilidad», conscientes de que su papel sería desdibujado en un eventual cambio de mayorías en el Congreso, con PP, Vox y Cs sumando.

Cintura política

De ahí que Ortuzar saliera ayer entonando un canto de esperanza:«Aún queda tiempo y es posible un acuerdo. Solo hace falta voluntad política. Le pedimos a Pedro Sánchez cintura política», señaló recuperando la fe perdida en estas semanas en las que el presidente, encastillado, se ha demostrado incapaz de negociar nada con nadie. Solo después de que el lendakari, Iñigo Urkullu, diera un puñetazo en la mesa rechazando la extensión del estado de alarma, se intensificaron los contactos entre Carmen Calvo y Ortuzar. «Moncloa se ha puesto las pilas, se están moviendo», confirmaron ayer desde Bilbao. «Somos optimistas moderados», deslizaron por la tarde sobre el pacto. Las negociaciones se desarrollaron a varias bandas, entre el Gobierno de Urkullu con la vicepresidenta Teresa Ribera, Salvador Illa y los portavoces del PSOE y PNV, Adriana Lastra y Aitor Esteban. Sánchez había telefoneado previamente a Sabin Etxea.

Hubo cruce de documentos. Los nacionalistas han conseguido el compromiso de que el Gobierno «modulará» el decreto para que las comunidades participar en el diseño y la gestión de la «desescalada», que piden que sea «asimétrica». También quería el PNV que se desvinculen las medidas económicas de la alarma para dar «seguridad jurídica» a empresas y trabajadores.

ERC no entra a negociar

En un último intento por salvar la mayoría política que hizo presidente a Pedro Sánchez, Calvo, llamó al vicepresidente catalán, Pere Aragonés, para intentar que ERC regresara a la «abstención». Pero era ya demasiado tarde. El «no» a la cuarta prórroga del estado de alarma estaba decidido.

A pesar de todos los esfuerzos del Gobierno por asegurarse los apoyos suficientes ante un eventual voto en contra del PP, La Moncloa cree que el principal partido de la oposición se abstendrá hoy por el temor a ser responsabilizado de un rebrote del virus que podría acompañar al decaimiento de la alarma. Un escenario que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, tildó de «irresponsabilidad»el lunes. Ayer la ministra portavoz, María Jesús Montero, uso un tono más amable: «Es obvio que al Ejecutivo le gustaría contar con el apoyo del principal partido de la oposición», dijo, algo que con «envidia» observan que sucede en otros países.

Casado explicó ayer a los barones del PP que no puede seguir apoyando la prórroga ante la deriva que ve en el Gobierno de Sánchez, y considera considera que ha llegado el momento de emprender la «desescalada política». Algunos barones pidieron al menos la «abstención» y señalaron la necesidad de dejar «tiempo» al Gobierno.

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