Casado da un ultimátum a Sánchez: o rectifica o no apoyará la prórroga del estado de alarma
El líder del PP transmite al presidente del Gobierno su rechazo «a día de hoy» y Ábalos le acusa de condenar a España «al caos»
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A Pedro Sánchez se le complica su decisión de mantener el estado de alarma en España y aplicar un plan de desescalada adoptado de forma unilateral, sin consenso ni diálogo con los partidos políticos. Pablo Casado advirtió ayer al presidente del Gobierno de que «hoy por hoy» se desmarca de una nueva prórroga , que se debatirá y votará mañana, miércoles, en el Pleno del Congreso, y le exigió una rectificación para dejar de utilizar a los españoles como «rehenes». El Gobierno salió después en tromba para acusar al PP de condenar a España al caos. La realidad es que a Sánchez, cada vez más solo, se le ha complicado mucho la votación en el Parlamento.
Metidos de lleno en la octava semana de estado de alarma en España, el Partido Popular se ha plantado después de apoyar las tres primeras prórrogas de esta situación excepcional, aprobada por el Gobierno el 14 de marzo para luchar contra el coronavirus. El pasado fin de semana, Casado volvió a enterarse por televisión de las últimas medidas anunciadas por Sánchez. Ayer, en una entrevista en Onda Cero remarcó que «esta unilateralidad tan ineficaz e incompetente no puede buscar complicidad en la oposición». Según subrayó, el estado de alarma ha dejado de tener sentido después de casi sesenta días, y no es lo más apropiado para la desescalada, cuando el propio presidente está diciendo que ya se puede tomar el «vermú» en una terraza.
El PP remarcó que el «no» rotundo a la nueva prórroga del estado de alarma era «a día de hoy». Fuentes populares señalaron que el Consejo de Ministros de este martes será determinante para la decisión final de los populares. En concreto, el PP exige a Sánchez que desvincule las prestaciones de los ERTE y la liquidez a las empresas y pymes a la ampliación del estado de alarma. Así, pidió al presidente del Gobierno que libere del «chantaje inmoral a parados y autónomos», a quienes utiliza, a su juicio, «como rehenes» en las medidas sociales. Pero ayer el ministro de Transportes, José Luis Ábalos , volvió a ligar las ayudas económicas a la prórroga del estado de alarma.
Votación complicada
A la espera de este Consejo de Ministros, y de conocer los términos concretos sobre la propuesta del Gobierno para pedir al Congreso la autorización de otra prórroga, el PP se debatía ayer entre la abstención y el «no». La primera de estas opciones garantizaría al Gobierno, en todo caso, la aprobación de la prórroga. El «no» lo complicaría mucho, ya que se uniría al voto negativo de Vox y al de los independentistas. En Ciudadanos, Inés Arrimadas habló ayer con Sánchez y acordaron abrir una negociación para buscar un acuerdo sobre la prórroga.
ERC anunció ayer que votará en contra porque consideran que «no es el mecanismo adecuado» para la desescalada y porque exigen recuperar las competencias autonómicas. La decisión de los republicanos pone al Gobierno contra las cuerdas . Si PP y Cs deciden finalmente votar en contra junto a Vox, ERC, Junts y CUP es probable que la cuarta prórroga no salga adelante porque serían 174 votos negativos contra 163 a favor (PSOE, UP. Más País, Coalición Canaria, Teruel Existe, PRC y BNG). Sin embargo, la abstención del PP facilitaría la prórroga . En La Moncloa creen que es improbable que tumben la iniciativa debido a la posición incómoda en la que quedarían los grupos parlamentarios al rechazarlo.
Precisamente se encargó ayer Ábalos de dibujar como una «irresponsabilidad» la posibilidad de ese escenario. «Me dirijo muy especialmente al PP», señaló, «para que no se deje arrastrar por quienes se valen de bulos y burdas manipulaciones porque tendrán que responder ante los ciudadanos por un rebrote». Otra referencia a Vox y a la influencia sobre el PP que el Gobierno airea cuando tiene oportunidad.
Después de conocer el ultimátum de Casado , Sánchez decidió llamarle por teléfono a última hora de la mañana. No contactaba con el líder de la oposición desde el pasado lunes 20 de abril. Según fuentes de Génova, ese día llevaba otros 17 días sin hablar con él . Y antes habían pasado otras dos semanas desde la anterior conversación. A esto se ha limitado la comunicación de Sánchez con el principal partido de la oposición, al que exige unidad y un pacto de Estado para salir juntos del descalabro económico.
En la conversación de ayer, según fuentes próximas a Casado, el líder del PP reiteró sus argumentos y se mantuvo firme en su posición. Es decir, exigió una rectificación al jefe del Ejecutivo y defendió que sí es posible un «plan B» diferente al del estado de alarma en estas circunstancias, algo que Sánchez había negado durante el fin de semana. Casado y Sánchez estuvieron hablando alrededor de una hora, pero, según las fuentes consultadas, acabó sin que el líder del PP variara su posición inicial.
La oposición quiere también que el Gobierno lleve al Congreso su plan de desescalada, para que pueda haber un debate sobre todas las medidas, y pueda consensuarse y votarse. El PP solo lo conoció a través de los medios de comunicación, en lo que en Génova llaman «Aló, presidente», la comparecencia semanal de Sánchez por televisión.
«No hay alternativa»
La maquinaria del Gobierno trabaja estas últimas horas en presionar al Partido Popular para que les sigan apoyando. Ayer el mensaje que salió televisado desde el Palacio de la Moncloa fue una dualidad destinada a arrinconar al líder de la oposición. En resumen, o estado de alarma o caos. « ¿Qué otra alternativa hay si no es el caos? Nadie ha propuesto una alternativa, si tienen alguna mejor que la expongan, pero no la hay», expresó el ministro de Transportes. «La alternativa es el caos y el desorden», siguió. Por tanto, Ábalos descartó que el Gobierno vaya a estudiar otros cauces que Casado y algunas Comunidades Autónomas del PP, como Galicia, propusieron, como la ley de Seguridad Nacional o la ley general de Sanidad Pública.
También el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que compareció junto a Ábalos, cerró filas con la negativa a analizar otras vías. «El estado de alarma es una herramienta imprescindible durante la desescalada. Mejor no hacer experimentos que nos pueden llevar incluso al caos», expresó, después de conocer el contenido de la llamada entre Sánchez y Casado. Ábalos añadió por su parte que la declaración del estado de alarma no es un «capricho» ni una «medida ideológica», sino que «respondió a la situación de extrema emergencia».
Desde fuera del Gobierno, el portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique , defendió en Twitter que el instrumento que «ha permitido doblegar a la epidemia» es el estado de alarma y cargó con dureza contra el PP. «Cuando Pablo Casado amenaza con no apoyar el estado de alarma, está amenazando con provocar un rebrote, el colapso del sistema sanitario y miles de muertos», señaló.
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