Pedro Sánchez abre los Presupuestos a la oposición y la legislatura cambia de dimensión

El presidente apuesta por unos Presupuestos de «reconstrucción» cuando se haya vencido al virus. La larga tramitación de las cuentas públicas hace que no sean la mejor herramienta para una respuesta rápida a la crisis

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Pedro Sánchez durante una de sus comparecencias en La Moncloa. EFE

Víctor Ruiz de Almirón

El Gobierno aprobó ayer su plan de choque económico contra la crisis y sus efectos devastadores. Una respuesta inmediata a los efectos ya tangibles en la actividad de nuestro país. El presidente del Ejecutivo desplegó ayer al anunciar esas medidas un discurso cargada de sobriedad. Advirtiendo de que nos adentramos «en un camino plagado de sombras y contando con muy pocas certezas». Quiso Sánchez poner el contrapunto a esa incertidumbre insistiendo en la idea de que esta será una crisis «temporal», y no derivada de un fallo estructural de algún elemento del sistema económico.

Ante «una emergencia sanitaria sin precedentes» el presidente del Gobierno compareció por cuarta vez en menos de una semana , algo hasta ahora muy infrecuente, para trasladar el mensaje de que todavía estamos en la fase inicial de una lucha con tres fases antes de llegar a la definitiva de lograr una vacuna: «Frenar la curva, aplanarla y hacerla descender en picado». Lo hizo tras una reunión del Consejo de Ministros en la que de modo presencial solo participaron él mismo y otros seis ministros. El resto de los integrantes del Ejecutivo participaron por videoconferencia. La reunión duró más de cuatro horas. Y en ella se aprobó un Real Decreto con un plan de emergencia, que Sánchez defendió como «la mayor movilización económica y social de nuestra historia democrática».

Ese es el primer paso. El plan de contingencia inmediato. Pero el Ejecutivo asume ya que esta crisis condicionará toda su acción de Gobierno. Toda la legislatura queda marcada. En clave política y en clave económica. Incluso desde el punto de vista de su duración. Un plan que parece quedar ya desbordado por los acontecimientos es el de intentar aprobar ya los Presupuestos Generales del Estado de 2020 en la primera parte del año. El Gobierno entiende que para dar respuesta rápida a los daños de esta crisis los Presupuestos no son la herramienta. Al menos no la inmediata. El Gobierno ya contaba con aprobarlos a lo largo del verano. Ahora, con el Congreso también en mínimos por ser un foro de mucha aglomeración de personas, todo se alarga.

El Gobierno no quiere dar todavía por hecho que eso implique renunciar a las cuentas de 2020 y trabajar ya en las de 2021 . Pero el escenario es cada vez más factible, teniendo en cuenta que era una hipótesis manejada con anterioridad al estallido de esta crisis. Se trataría de unas nuevas cuentas que implique en primer lugar «haber vencido definitivamente al virus». Otro elemento que trasladó la idea de que el presidente quiere darse un tiempo es esa, la cuestión nominal.

Él mismo dijo que se necesitan esos presupuestos de «emergencia», pero prefirió referirse a ellos como presupuestos de «reconstrucción social y económica». Para la emergencia ya está el Real Decreto aprobado ayer y otras eventuales medidas de efecto rápido que puedan tomarse. El carácter excepcional de estas futuras cuentas animan a Sánchez a abrir el abanico y no limitar esa futura negociación a sus socios de investidura: «Vamos a intentar pactarlos con todas las fuerzas políticas. Con todas», señaló. Por primera vez asomó un atisbo de autocrítica. Reconoció Sánchez que «caben errores» ante una emergencia como esta, pero los diluyó: «todos los países han cometido» .

El presidente del Gobierno volvió a insistir en su rechazo a proceder a un confinamiento total para Cataluña, como le demanda el presidente de la Generalitat: «El virus no responde a fronteras. No responde a territorios» . El Gobierno entiende que limitando los movimientos en todo el país ya se producen los efectos que se persiguen cerrando algunos territorios. Preguntado por si descuenta ya que tendrá que ampliar el estado de alarma en el tiempo, Sánchez volvió a explicar que «constitucionalmente el estado de alarma nos dice que son 15 días».

Si quiere ampliarlo tendrá que solicitárselo al Congreso. «Nuestro ánimo es que el estado de alarma dure lo menos posible», dijo. Pero planteando que «en 15 días revaluaremos la situación». Ayer el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, dio por hecho que habría que ampliarlo.

En lo que se refiere al Real Decreto del estado de alarma aprobado el pasado sábado, se amplía la limitación de movimientos no solo en las vías de uso público, como por ejemplo las playas. Además, se decreta que «las actividades permitidas deben realizarse de manera individual», salvo si se acompaña a alguna persona dependiente. En esta modificación del decreto además se habilita al ministerio de Sanidad para modificar o restringir las actividades permitidas de forma inmediata ante la posibilidad de que surjan «cuestiones no previstas».

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