¿Puede divorciarse una mujer en el islam?

El dramático asesinato de las dos españolas en Pakistán , en un caso de intento de matrimonio forzado, vuelve a poner de actualidad el asfixiante clima de discriminación que padecen las mujeres en gran parte del Tercer Mundo como resultado de costumbres atávicas que con frecuencia se visten de religión. Todos los testimonios recogidos por los medios coinciden: el islam no aprueba en ninguno de sus textos el matrimonio contra la voluntad de la mujer, y mucho menos el asesinato si se niega a plegarse a la decisión de los padres.

A diferencia del cristianismo, el islam acepta el divorcio , tanto para el hombre como para la mujer. La Iglesia contempla la separación, si se ve necesaria, y el juicio de nulidad. La religión musulmana ofrece en cambio la ruptura del contrato, que permite a ambos cónyuges volver a casarse. Un dicho (hadiz) de Mahoma expresa el disgusto del profeta por el divorcio pero lo acepta como 'legal'.

En la práctica jurídica islámica, cada corriente establece su método. Todas coinciden en que el hombre tiene gran facilidad para divorciarse de sus esposas (se le permite tener hasta cuatro), de modo unilateral. La mujer, en cambio, solo puede divorciarse si tiene el consentimiento del marido o, en caso contrario, si logra la sentencia favorable de un tribunal islámico.

En el islam suní, el mayoritario, el hombre no necesita testigos en un caso de divorcio; basta que exprese tres veces su deseo de divorciarse, con un espacio de tres meses entre cada anuncio. El islam chií, por su parte, exige al marido dos testigos, y también un periodo de espera.

La esposa, en cambio, requiere el consentimiento del marido para obtener el divorcio. En caso de que no sea así y acuda a un tribunal de la Sharía, deberá devolver la dote al marido y se le exige un tiempo de espera para asegurar que no está embarazada, antes de obtener o no una sentencia favorable.