El PSOE siente el desgaste y abandona la crítica a Garzón
Adriana Lastra habla hoy de «polémica ficticia» y pone el foco en el PP por tratar de utilizarlo en las elecciones de Castilla y León.
Una polémica larga, enquistada y sin vías de solución. La polémica en torno al sector ganadero generada a raíz de las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón , se leen ya de forma inequívoca en término de derrota por parte del PSOE. En los últimos días se viene intentando rebajar la tensión señalando que el Gobierno apoya al sector y evitando las preguntas que apuntaban a un cese del líder de Izquierda Unida.
Pero este viernes la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha sido más clara en su afán por cerrar ya esta polémica: «No voy a alimentar ninguna polémica. Una polémica ficticia que solamente le interesa al PP en medio de una campaña electoral en Castilla y León porque lo que intentan es tapar lo que sucede, y es que el PP está inmerso en muchos casos de corrupción. Yo no voy a participar en una polémica que solo le interesa al PP. Nuestros agricultores y ganaderos saben que tienen el respaldo del PSOE y del Gobierno de coalición porque lo demostramos todos los días en el BOE«, ha dicho la número dos del PSOE.
El cambio de tono es total, y busca poner en el centro del conflicto al PP y no al ministro de Consumo. Las palabras de Lastra vienen a contrastar con la catarata de entrevistas que concedió el ministro de Agricultura, Luis Planas , el pasado martes, en las que llegó a definir como «lamentable» la polémica. Y evidenció su profundo malestar con Garzón por hablar de la cuestión sin consultar con él, que es el máximo responsable en la materia. Un día antes el presidente del Gobierno evitaba respaldar las palabras de su ministro y decía lamentar la polémica.
Ya este miércoles la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera , era la primera representante del sector socialista en pronunciarse de forma clara asegurando que Alberto Garzón no debía dimitir. ¿Qué ha pasado desde la indignación manifestada por presidentes autonómicos como Javier Lambán o Emiliano García-Page hasta las palabras de hoy de Lastra? Básicamente que Unidas Podemos ha sostenido el pulso y los socialistas han empezado a ver inconvenientes importantes en prolongar el conflicto.
En primer lugar porque en el fondo del argumento, el discurso del Gobierno no dista mucho del de Garzón en lo que se refiere a la defensa de la ganadería extensiva. Aunque se sigue defendiendo que el ministro fue inoportuno y que de sus palabras se dedujo que parte de la producción española deriva de formas de producción intensiva. Pero ya empezaban a circular por las redes vídeos con discursos de Sánchez y documentos oficiales que avalaban las tesis de Garzón.
En el marco de unas elecciones en Castilla y León, ni Unidas Podemos ni el PP querían abandonar la discusión . Quedando el PSOE en una posición muy incómoda. La causa medioambiental, que con Ribera en el Ejecutivo el PSOE tiene bien amarrada frente a UP estaba empezando a abrirse paso como causa fundamental del debate. Y los socialistas no se podían permitir cuestionar a Garzón por defender prácticas que ellos mismos avalan en su política ecológica.
El conflicto se estaba enquistando y trasladando una imagen de debilidad de Sánchez. Y esto en definitivo para decidir que había que cambiar el paso. Al mostrarse muy críticos con las palabras de Garzón, la pregunta era evidente: ¿Por qué el presidente no lo cesa? La pregunta arroja luz sobre una verdad incómoda. Y la realidad es que no lo cesa porque no puede, y porque se interpreta que las consecuencias del cese son peores que la propia polémica. Aunque el presidente del Gobierno tenga la potestad de nombrar y cesar ministros, en este Gobierno de coalición Sánchez no puede tocar la cuota de Unidas Podemos . Cuando ha habido cambios en esa parte del Gobierno no ha sido él quien ha elegido a los nuevos ministros. En enero de 2020 se acordó cuál sería la composición del Ejecutivo y qué ministerios correspondían a cada partido. Por eso en las múltiples remodelaciones que ha habido nunca se ha reducido la composición del Gobienro, ya que ésta responde a unos equilibrios pactados. Y por eso en la gran crisis del pasado mes de julio Pedro Sánchez no cambió a ningún ministro de Unidas Podemos.
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