Perros abandonados para ayudar a presos con enfermedades mentales

«Afrodita», una galga abandonada, reina en la cárcel de Valdemoro y ahora busca dueño

Afrodita , la galga que derrite a los internos de Valdemoro ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«Afrodita» fue abandonada como miles de perros cada año. Pero desde agosto tiene no solo un hogar, sino que se ha convertido en la «reina» de la prisión de Valdemoro. Entre sus muros se recupera ella y pone la pilas a quienes la cuidan: internos que forman parte del programa Paiem, básicamente, es decir que sufren enfermedades mentales graves. Las cárceles españolas albergan casi 2.000 enfermos mentales, según datos oficiales.

Estos reclusos que cumplen condena por todo tipo de delitos desde robos a asesinatos han adoptado a «Afrodita», como antes hicieron con «Princess» y «Rey» , ya jubilados debido a su edad. Son personas que a duras penas pueden ocuparse de sí mismos, que escuchan voces, les cuesta asearse, tomar su medicación, controlarse, pero a los que el contacto con los perros transforma. Es una ayuda mutua. El animal recibe cariño y atención y el preso se ve recompensado con creces. Las terapias con animales llevan años implantadas en las cárceles españolas y funcionan.

El proyecto de ayuda bidireccional, como se denomina, es un oasis entre los muros. Después de tres meses de cuidados, a la galga se le buscará una familia dispuesta a adoptarla. Souling, entidad social que realiza terapias asistidas con animales, y Hoope, entidad referente en el mundo de la protección animal y que gestiona un centro de rescate, han sido las encargadas de poner en marcha esta iniciativa en la prisión madrileña.

«Afrodita» fue encontrada vagando sola en una carretera con signos de llevar mucho tiempo perdida. Hoope la rescató y la eligió para que fuera cuidada en la prisión y no recluida en una perrera. Para ello, acondicionó un amplio espacio en uno de los patios de la prisión.

Finalizada esta primera parte del proyecto, la Asociación Souling es la encargada de desarrollar el programa de Educación Emocional Asistida con Perros para que los internos aprendan a relacionarse con los animales de forma satisfactoria para ambos, además de establecer sus necesidades básicas de cuidado y educación.

Los cuidadores cambian radicalmente su actitud tras el contacto con los perros. Se convierten en sus dueños temporales y como tal los protegen. «Es sorprendente verlos acompañando al animal a otros módulos y prohibiendo que le den comida o algo que le pueda dañar», explican fuentes penitenciarias.

En estos programas asistenciales es básico que los internos vean y sientan que el animal se está beneficiando de los cuidados y atenciones para que ellos también puedan avanzar en su bienestar personal.

Forma parte del programa que los participantes elaboren un cuestionario que se presentará a las familias candidatas para adoptar a Afrodita. En dicho formulario los internos explicarán las necesidades propias de la galga y cómo deben ser los cuidados del animal para su bienestar. Una vez escogidos a los futuros adoptantes, la idea es que sean los propios internos quienes entreguen personalmente la perra a sus dueños. De esta manera, se ayuda a los internos a mejorar en sus habilidades sociales y se contribuye a romper estigmas sociales.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación