Moncloa cree que necesitará más tiempo si Rivera no garantiza el «sí» el día 28
Rajoy presionará a Ciudadanos con esta «reflexión» en caso de no tener apoyos: si no cambia al «sí» estará propiciando un pacto PSOE-Podemos
El jueves 28 de julio podría decidirse la investidura del presidente del Gobierno y el futuro inmediato de España. Ese día acudirán al Palacio de la Zarzuela, dentro de la ronda de consultas convocada por el Rey , los líderes de las cuatro principales fuerzas políticas: Albert Rivera, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y Mariano Rajoy. Todas las miradas estarán puestas en el dirigente de Ciudadanos y en el mensaje que transmita a Don Felipe. Si deja la puerta abierta a un «sí» a la investidura de Rajoy, el camino se allanará para que el debate empiece el 2 de agosto y el 5 haya presidente del Gobierno. Si se enroca en la «abstención», Moncloa podría pedir más tiempo para negociar , o bien para abrir ese «periodo de reflexión» al que se ha referido Rajoy, según fuentes del Gobierno.
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La reflexión que abrirá el líder del PP consistirá en poner todas las cartas boca arriba: si Ciudadanos se niega a negociar y a cambiar su abstención por un voto afirmativo, Rajoy no tendrá votos suficientes para ser elegido , y por tanto el partido de Rivera «estará propiciando un pacto entre PSOE y Podemos », con el apoyo ya anunciado de los nacionalistas. La presión y la responsabilidad de lo que ocurra después caerá principalmente sobre Ciudadanos.
Contactos «discretos»
De momento, en Moncloa recuerdan que Rajoy anunció que se movería todo lo posible para buscar puntos de encuentro e iniciar una negociación «en serio». Los contactos se producirán de forma totalmente «discreta» , según fuentes próximas al presidente. «Dijo que lo iba a hacer y está en ello. Va a hacer todo lo que esté en sus manos», señalan en su equipo.
Como ha informado ABC, Rajoy ha situado a Ciudadanos como socio preferente y ha hecho llegar a Rivera toda la información económica sobre previsiones presupuestarias, de techo de gasto y de déficit. El objetivo es atraerse a Ciudadanos, como única manera de presionar al PSOE y que cambie del «no» a la abstención en la votación de investidura.
Por ahora no está siendo nada fácil. La única respuesta obtenida al documento programático, abierto al diálogo , que se envió a los grupos ha sido un «no», y ni siquiera se ha querido entrar en las propuestas. Pero en Moncloa basan su optimismo, que todavía existe, en el «sentido de la responsabilidad» de los demás, ya que todos descartan la opción de unas terceras elecciones.
Hasta el jueves 28 habrá contactos discretos y, si Rivera deja una puerta abierta al entendimiento con el PP, la sesión de investidura podría celebrarse «cuanto antes», como quería Rajoy, el 2 de agosto. Ese día, además, sale el dato del paro, previsiblemente positivo, y sería una buena baza para el discurso de Rajoy. Pero si Ciudadanos no se mueve de la abstención, Moncloa cree que hará falta más tiempo para seguir intentándolo o para «reflexionar». En ese caso, el debate podría retrasarse una o dos semanas. No sería nada excepcional. Aznar, en el año 1996, necesitó 62 días para ser investido presidente.
«Geometría variable»
En la negociación con Ciudadanos, o mejor dicho en estos primeros amagos, el supuesto acercamiento del Gobierno con los nacionalistas puede enturbiar la relación. Desde Moncloa se subraya que Rajoy «no está en buscar la abstención de los independentistas» en su investidura. Algo distinto es que si se formara un Gobierno en minoría, se contara con ellos para acordar leyes de contenido económico o social, como ha ocurrido antes. Es la «geometría variable» del Parlamento. Para ello Rajoy quiere mantener el diálogo abierto. «La pataleta del PSOE viene de ahí, de ver que Rajoy no está aislado como decían y habla con todos. Pero chocan con algo: Rajoy es el menos sospechoso de ceder ante los nacionalistas. Eso no se lo cree nadie», advierten en el Gobierno.
Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario de Ciudadanos, envió ayer un mensaje pesimista hacia el Gobierno de Rajoy. Insistió en que su partido sólo votaría «sí» al PP en el caso de que Rajoy se fuera, y recordó que aunque se comprometió con su electorado a no apoyar al candidato popular, cambió esta postura por la abstención «por responsabilidad ante los españoles». En todo caso, la posibilidad de un pacto del PP con los nacionalistas les eriza el vello en Ciudadanos , que «se replantearía la abstención», informa Sara Medialdea. Precisamente, Convergencia registró ayer su solicitud para formar Grupo parlamentario, aunque no cumple los requisitos reglamentarios. Si la Mesa se inclinara por admitirlo, con el voto en contra de Ciudadanos, enturbiaría su relación con el PP.
El encargado de responder a las sospechas de la formación naranja fue el secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro: ni hay ni habrá acuerdo con los nacionalistas , y esos «votos fantasma» no han modificado ningún resultado, recordó. Pidió que no se confunda «la cortesía parlamentaria con los acuerdos de gobierno».
En Convergencia, mientras, no ha gustado nada la gestión que ha hecho su portavoz, Francesc Homs , de los votos en la elección de la Mesa. Voces internas le acusan de falta de transparencia y de no decir toda la verdad, informa A. Gubern.
En estas circunstancias, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, no quiso adelantar ayer su previsión para convocar el debate de investidura, informa Ana I. Sánchez. La presidenta del Congreso compareció poco después de qu e el Palacio de La Zarzuela diera a conocer el calendario de la ronda de consultas que mantendrá el Rey la próxima semana con los representantes de los catorce partidos. Pastor no quiso sacar ninguna lectura sobre el hecho de que esta ronda dure tres días, en comparación con los cinco que se prolongó la primera de la pasada legislatura -cuando el Rey preguntó también a los políticos sobre otras cuestiones, como la reforma de la Constitución-, o los dos que duró la tercera y última.
Pastor tampoco quiso adelantar detalle alguno sobre una posible convocatoria de la sesión de investidura, de la que tiene la potestad exclusiva, remitiéndose en todo momento a la marcha de la ronda de consultas. Solo señaló el «interés» de todos , el Monarca incluido, en que haya investidura y Gobierno «lo antes posible», y añadió que determinar la urgencia de las consultas es una consideración que solo corresponde al Rey.
Un calendario ajustado
Fuentes cercanas a la presidenta señalaron que si, tras la ronda de consultas, el Rey propusiera el próximo jueves a Rajoy como candidato a presidente del Gobierno , Pastor le llamaría para definir un calendario de investidura que se ajustara a las necesidades de las negociaciones, tal y como es habitual.
Pastor llamó ayer en persona a cada uno de los catorce líderes parlamentarios para comunicarles la agenda propuesta por Zarzuela, una tarea que hasta ahora realizaban los servicios de Protocolo de la Cámara. La presidenta del Congreso subrayó que todos los políticos confirmaron su asistencia a la cita sin poner ningún inconveniente.