Entrevista

Juan Carlos Girauta: «Nos equivocamos al no aceptar la oferta de España Suma»

El exdiputado de Ciudadanos ve «ridículo» tender la mano al PSOE, cuando el sentido de la coalición con el PP es impedir que los socialistas continúen con sus pactos

Juan Carlos Girauta, exdiputado de Cs, posa ante los espejos del callejón del Gato Ignacio Gil
Juan Casillas Bayo

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Juan Carlos Girauta (Barcelona, 1961) vive feliz fuera de la política. Pasea por el madrileño callejón del Gato, admirado por el templo del esperpento que nació de la mente de Valle-Inclán. Ese género, advierte el exdiputado de Ciudadanos , impregna hoy a la sociedad española. Y en medio, él defiende la coalición electoral entre populares y liberales para hacer frente a un Pedro Sánchez entregado «a la extrema izquierda y al nacionalismo descarnado». La conversación, en la que subraya que expresa solo sus opiniones personales, continúa en el céntrico restaurante Serafina.

¿Cómo se vive fuera de la política?

Maravillosamente. Comparado con lo que era la vida política, me siento casi como si no trabajara. Y trabajo. Colaboro en ABC y en un par de tertulias y me resulta muy llevadero. Necesitaba descansar. Yo hice cinco campañas electorales en cinco años. Lo cual resulta una anomalía absoluta. Estaba agotado. Me ha venido muy bien no salir (ríe) y dejar las responsabilidades del partido.

Hemos estado en el callejón del Gato, ¿ve esperpéntica la política actual?

Soy un poco mitómano en lo literario. Para mí, estar en el callejón del Gato es algo más que la visita de un turista. Valle-Inclán es importante para mí. Y su mirada sobre España es importante incluso para quienes no han leído a Valle-Inclán. Porque es ese tipo de autor que acaba impregnando la percepción general, no solo de sus lectores. Todavía se ve, después de tantos años, el esperpento.

¿Qué ha cambiado para que Cs se abra a las coaliciones electorales?

Bueno, hicimos la de Navarra, que fue muy importante. Ganamos a pesar de que después los socialistas hayan pactado con los amigos de la ETA. Fue una experiencia muy ilustrativa. Yo creo que nos equivocamos al no aceptar la oferta de Pablo Casado de España Suma. Es verdad que nos equivocamos todos. Nos parecía muy evidente que era un intento de absorción. Cuando miras hacia atrás es muy fácil ver dónde te has equivocado, pero bueno. Fue un error, y de los errores hay que aprender. En este momento resulta muy estúpido dedicarse a buscar diferencias entre partidos que coinciden en preservar el sistema constitucional.

¿El PSOE está fuera de ese marco?

Yo creo que sí. ¿Hay constitucionalistas en el PSOE? Sí. Emiliano García-Page es constitucionalista. Me consta. Y por lo tanto la gente que él tiene alrededor, también. Dicho lo cual, ¿el PSOE sigue siendo el PSOE o ese partido ha sido ocupado, poseído, abducido, por una persona con una ambición de poder inmensa y con un absoluto vacío de principios y de programa? Eso de tenderle la mano al PSOE para una operación así lo veo ridículo, porque justamente la coalición se predica de aquellos que lo que quieren es impedir lo que el PSOE está haciendo.

«¿El PSOE sigue siendo el PSOE o ese partido ha sido ocupado, poseído y abducido por Pedro Sánchez?»

¿Deduzco que le gusta más España Suma que Mejor Unidos?

No se trata de una cuestión de nombres, porque España Suma es verdad que tiene el problema de que lo registró el PP. Eso no es una buena forma de iniciar un proceso de coalición. Creo que cuando mis compañeros hablan de transversalidad se están refiriendo a lo que queda de UPyD, a lo que quiere montar Manuel Valls, o a que hubiera un grupo disidente del sanchismo en el PSOE. Está amenazada la integridad del Estado, la integridad territorial, la Monarquía, la igualdad de todos los españoles, la independencia judicial... este es un momento para que haya una unión. Nunca más va a haber una unión como la hubo en la época de Aznar, en la que todo el que no era de izquierdas votaba unas mismas siglas. La coalición no se podía haber hecho con Rajoy. Había demasiada oscuridad en torno a su gente y había demasiada corrupción en su partido. Sobre todo, incumplimientos flagrantes con los acuerdos que yo firmé con el portavoz de su grupo, Rafael Hernando. No cumplían nada. Ahora, hay un líder joven, más liberal que conservador, con una cultura política más parecida a la nuestra. Y facilita el hecho de que hay gobiernos de coalición en cuatro comunidades y en el Ayuntamiento de Madrid.

¿Esta coalición desvirtúa el centro de Cs?

No. Eso es un error muy común de apreciación, pero procede de un engaño. Procede del engaño de considerar que el PSOE está fijo y que los que se mueven son los demás. No, no, perdonen. El PSOE se ha ido a pactar con la extrema izquierda, los separatistas, los golpistas y los filoterroristas. El PSOE se pliega a las condiciones del separatismo catalán golpista y se abraza a las 48 horas de las elecciones al líder de Podemos en vez de intentar alguna oferta para que nos abstuviéramos PP y Cs. Se ha ido a la extrema izquierda y al nacionalismo descarnado. Nosotros siempre hemos sido un partido constitucionalista partidario de plantarle cara al nacionalismo sin ningún complejo; cosa que es una aportación nuestra a la política española.

¿No es más difícil atraer al PSOE a posiciones moderadas si Cs y el PP comparten listas?

Tengo muy poca fe en el PSOE. Yo creo que tiene una crisis propia de falta de sentido y de misión. Hace muchos años que la socialdemocracia ha perdido el sentido, históricamente empieza a ser una curiosidad. Aquí el PSOE es un aparato de poder, de dar cargos y de proporcionar empleo a un grupo de gente en torno a su red. Esto, en un régimen autonómico como en Andalucía, era ya un escándalo. En términos un poco menos vergonzosos, Pedro Sánchez gana la moción de censura y mete a un montón de amigos en puestos clave. Es descarnado, es feo y es grotesco. Bastante valleinclanesco todo.

Girauta pasea por el centro de Madrid, antes de ser entrevistado por ABC Ignacio Gil

Usted dijo que o se hace la alianza en Cataluña, Galicia y País Vasco o en ninguno. ¿Ve a Feijóo aceptando?

No. No lo veo y eso me preocupa mucho. Retrasa la necesaria victoria electoral frente a los socialcomunistas y los nacionalistas. Él cree que como va a tener mayoría absoluta no necesita a nadie. ¿Y si resulta que no la obtiene porque se queda al borde? Imaginemos por un momento que ERC no apoya los Presupuestos Generales del Estado porque la vieja Convergencia, escondida en otras siglas, consigue colgarle el sambenito de que son unos traidores de Cataluña. Las elecciones generales serían pronto y se convertiría en un error histórico gravísimo el haber roto los puentes entre Cs y el PP. No se trata de que en tu terruño estés más o menos seguro. También en Cataluña Cs tiene 36 escaños y el PP cuatro. Las encuestas dirán misa, pero el PP en Cataluña ha estado a punto de desaparecer.

El sector crítico encabezado por Igea dice que una decisión de este calado debe esperar al congreso del partido.

Yo creo que Paco, a quien tengo mucho afecto personal, ha dicho demasiadas cosas como para no presentarse. Él tiene todo el derecho del mundo a salir todas las semanas en medios de comunicación nacional a enmendarle la plana a la gestora. Pero cuando ya lo has hecho tanto y en todos los sentidos y tu modelo no tiene nada que ver con el que quiere la única candidata que hay, y cuando la estrategia, ideológicamente, electoralmente, no tiene nada que ver, estás ya obligado a presentarte.

El exdiputado liberal se detiene frente a un bar con las obras de Valle-Inclán Ignacio Gil

Hablemos de nombres. En el País Vasco, ¿quién le suena mejor: Alfonso Alonso, Rosa Díez o Maite Pagazaurtundúa?

Hombre, lógicamente Maite. Me suena mejor porque la conozco y doy fe de que es una persona extraordinaria. De una pureza en su proyecto, en sus intenciones... es una persona excelente, está más que preparada y tendría más tirón.

Me consta que usted está muy bien valorado en el PP, ¿qué respondería si le ofrecen liderar la coalición en Cataluña?

Yo se lo agradecería, y además con sinceridad. Pero no me puedo presentar a más elecciones ya. Quizá la gente no se imagina lo mucho que consumen los periodos preelectorales. Las precampañas y las campañas. Desde muchos meses antes es frenético. Yo me agoté. Si se hubieran cumplido las legislaturas correspondientes a las elecciones que yo gané, a mí me tocaba estar sentado en un escaño hasta los setenta años. Porque gané unas europeas, y gané escaño en tres generales.

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