Interior ha acercado al País Vasco al 20% de los presos de ETA, los dos últimos hoy

El Gobierno de Sanchez suma 41 traslados, 9 de ellos durante la pandemia en la que ha recibido gran apoyo del PNV

Sare, la red de apoyo a presos de ETA, pidiendo mejoras en Pamplona este fin de semana Efe

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Con dos acercamientos más a cárceles del País Vasco, el Ministerio del Interior suma ya el traslado de 41 etarras desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno, lo que supone haber beneficiado a uno de cada cinco presos de ETA de los alrededor de 200 que actualmente cumplen condena, según ha denuncia la Asociación de Vícitmas del terrorismo (AVT). Esta política se ha intensificado durante la pandemia, un periodo de 98 días durante el que se han aprobado cambios de prisión para 9 pistoleros de la banda, algunos con delitos de sangre, más tres progresiones al tercer grado, lo que ha multiplicado las críticas ante connivencia del Ejecutivo con un PNV que en todo momento ha estado secundando las decisiones de La Moncloa, que en este tiempo también ha alcanzado importantes pactos con Bildu.

En concreto, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha ordenado el traslado de Almería a Soria de Garikoitz Arruarte Santa Cruz, que cumplió en 2018 las tres cuartas partes de la pena de 20 años que le fue impuesta por homicidios frustrados, entre ellos la colocación de 28 kilos de dinamita en el Intercity Madrid-Irún en la Nochebuena de 2003.

El segundo preso trasladado de cárcel es Gorka Joseba Lupiáñez Mintegui, en este caso pasando de Topas a Logroño. El interno, que ingresó en prisión el 11 de diciembre de 2007, se encontraba en la prisión salmantina en calidad de preso preventivo tras ser condenado por la Audiencia Nacional a 50 años al secuestrar a una pareja y su hijo para robarles la autocaravana, que usaron para atentar contra una torre de red eléctrica de Castellón en 2007. Lupiáñez extinguió una anterior condena, de once años y once meses de prisión, el 28 de octubre de 2019, estando clasificado en segundo grado por orden del Juez Central de Vigilancia Penitenciaria.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha criticado la gestión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al entender que ha traspasado las «líneas rojas» que él mismo se marcó al llegar a Interior, como no acercar al País Vasco a presos con delitos de sangre y exigir previamente un rechazo de la violencia y la colaboración con la Justicia. Los 41 acercamientos que se han producido durante su mandato no incluyen los de Javier Moreno y de Sergio Polo, María Lizarraga e Iñigo Gutiérrez Gutiérrez, que fueron movimientos por cuestiones organizativas.

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