Indignación en Moncloa con el PP por acusar a Sánchez de usar la guerra: «Es indigno e indecente»

Pedro Sánchez establece como pruebas para Feijóo que aclare la relación con Vox y que se renueve el CGPJ

Sánchez culpa a Putin de la inflación ante el clamor de la oposición para que tome medidas y controle los precios

Sigue en directo la última hora de la guerra en Ucrania

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Víctor Ruiz de Almirón

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La tregua entre el Gobierno y el PP a cuenta de la respuesta a la invasión rusa sobre Ucrania y sus consecuencias económicas empieza a mostrar su fragilidad. La desconfianza es enorme entre las partes. Y las expectativas de que la sola salida de la escena de Pablo Casado y Teodoro García Egea fuesen a mejorar la relación entre ambas partes empiezan a demostrarse desmedidas. La sesión de control al Ejecutivo de este miércoles ha demostrado que las diferencias son muy grandes como para pensar en acciones concertadas entre el Gobierno y la oposición.

«La inflación y los precios de la energía son única responsabilidad de Putin y de su guerra ilegal en Ucrania», ha justificado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intercambio con la portavoz del PP, Cuca Gamarra. El presidente ha vuelto a reclamar «unidad», a lo que el PP le ha respondido demandando la expulsión de sus socios de Unidas Podemos del Ejecutivo por sus discrepancias con la línea marcada en la OTAN y la UE. «Nos exige lo que a usted le niegan sus propios socios» , le ha dicho Gamarra, que ha dibujado a Sánchez como «el presidente de las mil coartadas».

Gamarra ha instado a Sánchez a que «tome decisiones y deje de buscar excusas». Estas palabras de Gamarra han contrariado especialmente al presidente del Gobierno: «Lo que me faltaba por escuchar es que yo estoy utilizando la guerra». Ese malestar se hacía patente poco después en el Gobierno y en el PSOE. Fuentes de La Moncloa señalaban su «indignación» con el PP por «acusar al Gobierno de usar la guerra» . Desde el Ejecutivo tildaban la intervención del PP como «indigna e indecente».

En el Ejecutivo persisten a raíz de este choque en su mensaje de los últimos días: incredulidad, cuando no negación, respecto a que el nuevo PP que encarnará Alberto Núñez Feijóo vaya a suponer alguna novedad: «¿Qué tiene de nuevo este PP?», se preguntaban esta mañana en La Moncloa. Los socialistas vienen trabajando ya varios días en esta tesis de que el cambio en el PP debe sustanciarse en hechos. ABC ya publicó este lunes que establecían las negociaciones en Castilla y León como primera prueba para el nuevo liderazgo de Feijóo , pese a que todavía es precandidato.

Ayer mismo, el presidente del Gobierno decía celebrar que Feijóo haya dicho que «no viene a insultar», pero a la vez marcaba ya tareas al futuro presidente del PP en lo que respecta a su relación con Vox: «Creo que el tiempo de la ambigüedad se acaba y viene el de la concreción», afirmó Sánchez en una conversación informal con los periodistas que le acompañan en el avión en su viaje a Letonia .

Según Sánchez, el nuevo presidente del PP tiene «dos temas» en lo que debe «concretar» la posición del partido: la relación con Vox y la regeneración democrática. El Gobierno considera que la investidura del Gobierno castellano-leonés ya no puede escapar de la responsabilidad del nuevo presidente. El presidente del Gobierno todavía no ha hablado con Feijóo pero asegura que lo hará cuando se normalice la situación. Y el segundo punto será renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ): «No sé si viable o no, pero es necesario, es imperativo».

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