Una frontera sin economía sumergida, sin porteadoras

Ceuta y Melilla aspiran a tener un paso con Marruecos regido por aduanas comerciales

El Tarajal en 2018, una vez regulado que los fardos debían ser más pequeños EFE

J.J. Madueño

La petición es clara: «No queremos que vuelva el porteo». Los empresarios de Ceuta y Melilla no quieren una frontera con los viejos hábitos de económica sumergida. Las asociaciones empresariales de ambas ciudades españolas quieren una relación comercial sin excepciones, sin vacíos legales y respetando los derechos humanos. Eso puede suponer un problema para Marruecos, que debe buscar una solución para las personas que vivían de esa exención comercial. Ya hay manifestaciones en la frontera de Ceuta y Melilla pidiendo la apertura de la frontera. Los vídeos están grabados en un polígono. Se escucha sobre a todo a mujeres pidiendo la apertura, pero el porteo no es una opción.

Este tipo de tránsito de mercancías no estará permitido. El acuerdo con Marruecos para la apertura, en principio, a partir del 30 abril sella los pasos de mercancías, que solo se harán bajo los preceptos de la aduana comercial. En Melilla sólo hay que recuperarla, después de que el reino de Mohamed VI rompiera el acuerdo de forma unilateral en 2018.

Según las asociaciones empresariales consultadas, la decisión fomentó el paso de mercancías mediante el porteo, como se hacía en Ceuta, donde no existía ese acuerdo. Los Gobiernos de España y Marruecos deberán firmar una aduana comercial para el paso de mercancías . Y ese documento ilegaliza de facto todo el comercio atípico, que es el eufemismo con el que se conoce al porteo. «Eso no vuelve», señalan fuentes de la Subdelegación de Gobierno en Ceuta.

«En noviembre de 2019 se cerró el paso de porteo y luego, en 2020, Marruecos clausuró la frontera por el Covid»

Enrique Alcoa

Presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla

Las fuentes oficiales consultadas explican que el porteo lleva sin funcionar desde meses antes de cerrarse la frontera por motivos sanitarios, debido a la pandemia. «En noviembre de 2019 se cerró el paso de porteo y luego, en 2020, Marruecos clausuró la frontera por el Covid», recuerda Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla, que al igual que las agrupaciones de empresarios de Ceuta esperan a la apertura para retomar la relaciones con el país vecino.

Así, según lo dispuesto entre los dos países, la apertura de la frontera, que se ha prorrogado al 30 de abril, será de forma «gradual». Según lo explicado por la subdelegación del Gobierno de Melilla a sus propios empresarios, se hará en dos fases diferenciadas. Una primera para personas con visado y residentes en la Unión Europea.

En ella están los trabajadores transfronterizos que tengan la documentación en vigor. Los que no tengan este tipo de 'visado' en orden tendrán que formalizarlo para poder entrar a trabajar en territorio español. Estos empleados no pueden pernoctar en las ciudades autónomas ni residir.

Están obligados a pasar cada día a Marruecos y volver a cruzar al día siguiente. Son algunos trabajadores, como las empleadas de hogar, que antes del cierre de la frontera había registradas con contrato unas 1.600 solo en Melilla, aunque el censo no oficial llegaba hasta cerca de las 5.000. Muchas de estas segundas quedaron atrapadas en España con la pandemia. En Ceuta ABC constató cómo algunas aprovecharon la apertura que hizo Marruecos en mayo de 2021 para volver a su país, mientras 12.000 personas cruzaron a España en aquella crisis.

La segunda fase de apertura, según la Confederación de Empresarios de Melilla, será en la que entre en vigor la aduana comercial, tanto la que existía en Melilla como la que se tiene que crear en Ceuta. En ese momento se permitirá el paso de personas, así como el de mercancías documentadas. «No hay lugar para el porteo», señala Alcoba, al que no se le escapa que la falta de sustento en las provincias de Nador y Tetuán puede crear inestabilidad.

Marruecos está llevando a cabo actuaciones para ofrecer puestos de trabajo, como el nuevo polígono que ha construido en Castillejos. «Hay un porcentaje reservado con incentivos para empresarios de Ceuta», reconocen fuentes del Gobierno en Ceuta. Aun así, en Ceuta la idea es que se abrirá cuando acabe el Ramadán. Hay quien recela puesto que no están hechas las obras del perímetro para poder asegurar mejor el paso. Luego hay que acometer la 'frontera inteligente' para controlar el flujo de personas y mercancías, sin que vuelva el comercio atípico.

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