El engaño del abogado de Jordi Sànchez al ocultar el parte completo de lesiones de un guardia civil
Un agente relata que recibió «un puñetazo en la nuca y patadas en la espalda» al intervenir el 1-O
A los abogados de los acusados en el juicio del «procés» no les gustan los testimonios de los guardias civiles que relatan las agresiones que sufrieron. Sus palabras, que recrean en el salón de plenos del Tribunal Supremo las hostilidades contra ellos en sus actuaciones policiales durante la recta final del «procés», han llenado de nervios a algunos letrados de las defensas, especialmente a algunos.
Pasaban las cuatro y media de la tarde de este miércoles, y declaraba un agente de la Benemérita que intervino en el referéndum ilegal del uno de octubre en el colegio El Pi Gros, de Sant Cebrià de Vallalta, un municipio de la provincia de Barcelona. El guardia civil resultó herido en los enfrentamientos contra los militantes secesionistas que trataron de entorpecer su actuación, que buscaba impedir el referéndum ilegal, como había ordenado la juez Mercedes Armas.
Para restar importancia a lo sucedido, el abogado Jordi Pina –que defiende a Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull- leyó un fragmento del parte de lesiones del agente interrogado, perteneciente al centro médico de Sant Andreu. El letrado puso el acento en la supuesta levedad de las lesiones y ocultó otros apartados del diagnóstico, una trampa que fue desvelada con agilidad por el guardia civil.
«Paciente de 35 años, guardia civil, refiere que en el transcurso de su trabajo sufrió diversas contusiones en ceja y espalda, donde no objetivo hematoma ni tumefacción», recitó Pina, que recalcó la última parte: ni acumulación de sangre por la rotura de un vaso sanguíneo ni hinchazón, tanto en la ceja como en la espalda. El abogado le preguntó si recordaba esa anotación del parte de lesiones.
-«¿ Puede seguir leyendo ?», le pidió en ese momento el guardia civil a Pina.
-«Pero refiere dolor a la palpación», leyó el abogado.
-«¿Puede seguir leyendo»?, insistió el agente, que sabía que había más.
-« Y presenta hematomas en ambos brazos y piernas », terminó el abogado, que no pudo ocultar que el diagnóstico incluía los hematomas que al comienzo de su interrogatorio buscó ocultar. Esa secuencia le costó a Pina el reproche del presidente del tribunal , el magistrado Manuel Marchena , que le instó a leer los documentos de forma íntegra cuando son sacados a coalición en una declaración.
« Si leemos el documento, lo leemos íntegro . Si no, espere a espere a la prueba documental. Pero no interrogamos sobre un documento fraccionándolo», manifestó Marchena, que dirige con mano izquierda pero con autoridad la vista oral. «¿Cómo no le va a constar haber manifestado si lo ha manifestado él, señor letrado? No tiene sentido preguntarle cuando aquí dice refiere lo refería usted? Es absolutamente improcedente», tuvo que añadir el magistrado, después de que Pina se revolviese y tratase de justificar por qué había lanzado esa pregunta al testigo.
En el contenido de su relato, este agente ha narrado que un militante secesionista le quitó el escudo policial y la defensa, y tiro hacia él en dirección a la masa. «El resultado final es que yo acabo en el suelo recibiendo patadas y puñetazos de todos los que estaban allí (...) hasta el punto que el casco de protección se salió», ha señalado el guardia civil, que recibió un puñetazo en la nuca y una patada en la espalda. Además de él, otros once guardias civiles han relatado las agresiones que sufrieron en los diversos centros de votación en los que actuaron aquel 1-O.
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