¿Dónde está Rita Barberá?

«Sigo en mi casa atenta a los hechos, saliendo cuando lo necesito y haciendo las tareas habituales» . Ayer, de hecho, acudió con normalidad a una peluquería de Valencia. Llegó y se marchó sola en un taxi sin hacer declaraciones a los periodistas que le siguen cuando sale a la calle. La rutina de Rita Barberá apenas ha cambiado desde que la noche del pasado 2 de febrero emitiera una comunicado para ofrecer «explicaciones» sobre la situación judicial que afecta al grupo municipal popular del Ayuntamiento de Valencia.

La última aparición pública de la senadora del PP y exalcaldesa de Valencia se remonta al 19 de enero, una semana antes de que estallara la operación Taula contra la «organización criminal» infiltrada desde 2003 en las administraciones valencianas, y de cuya investigación se ha derivado la causa por presunto blanqueo de capitales en el grupo municipal del PP en la campaña de las últimas elecciones municipales, en las que Barberá fue su cabeza de lista.

La senadora ha aprovechado la ausencia de actividad en la Cámara Alta para evitar los focos . Permanece en su domicilio sin asistir a actos públicos a medida que se estrecha el cerco judicial sobre su persona por dos flancos diferentes. Al caso del blanqueo de capitales se suma la investigación de la Fiscalía sobre los gastos de protocolo en comidas, viajes y compras de regalos por importe de 300.000 euros en su etapa en la Alcaldía. En cualquiera de los casos, su condición de aforada propicia que únicamente el Tribunal Supremo tenga competencias para citarle en calidad de investigada .

A pesar de que las voces en el seno de su partido que reclaman que dé un paso atrás y deje el acta de senadora se multiplican a medida que avanza la instrucción judicial que ha arrasado al PP en la ciudad de Valencia, Barberá se aferra a su puesto en el Senado y al argumento (compartido por los que fueran sus concejales) de que hasta que no se levante el secreto de sumario «las informaciones que conocemos son meras filtraciones sobre las que no debo opinar ni comentar».