La dimisión de Pedro Antonio Sánchez: un largo camino con un único final posible

El presidente del Gobierno de Murcia ha provocado tensión entre PP y Ciudadanos

El hasta ahora presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez EFE
Elena Calvo

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El pasado dos de febrero, la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJMU) se declaró competente para la instrucción y, en su caso, el enjuiciamiento del caso «Auditorio» por los presuntos delitos de prevaricación continuada, fraude contra la Administración Pública, falsedad en documento oficial y malversación de caudales públicos del presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez. Hoy, dos meses después, este ha anunciado su dimisión.

Ya en diciembre de 2016, el juzgado número uno de Lorca había pedido al TSJ de Murcia que se investigara a Sánchez, aunque no fue hasta el anuncio de la investigación por parte de este órgano cuando comenzó la disputa entre PP y Ciudadanos por este asunto . Sin embargo, hubo un hecho que tensó más la relación entre ambos partidos, pues el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, encargado de juzgar la Operación Púnica, apreció delitos de fraude, cohecho y revelación de información reservada cuando el hasta ahora presidente de Murcia era consejero de Educación en la región.

Los populares se posicionaron en todo momento del lado de Sánchez , utilizando como justificación las querellas que ya había tenido el presidente de Murcia que habían acabado archivadas. Sin embargo, desde Ciudadanos exigían continuamente su dimisión para continuar apoyando un gobierno murciano popular, como hasta ahora había ocurrido. El propio Pedro Antonio Sánchez comunicó que no iba a dimitir y defendió, una vez más, su inocencia.

Sin embargo, con la citación por el caso «Auditorio» por parte del TSJ de Murcia , esta tensión aumentó. El PP repitió que el acuerdo firmado con Ciudadanos implicaba una «imputación formal» para la dimisión, algo que no había llegado, aunque la formación naranja no se conformó. «Se tiene que ir», dijo en su día el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas. A principios de marzo, el partido liderado por Albert Rivera cumplió con sus amenazas y retiró el apoyo al hasta ahora presidente murciano. El secretario general de Cs en Murcia, Miguel Sánchez, incluso anunció que su partido iba a iniciar contactos con el PSOE y que no descartaba una moción de censura.

Los del partido naranja fueron más allá. El propio Albert Rivera avisó con contundencia a los populares : o se cambiaba de candidato o habría unas elecciones en Murcia. «Ciudadanos apoyó la investidura por responsabilidad, pero Pedro Antonio Sánchez no va a seguir con los escaños de Ciudadanos», aseguró. Sin embargo, la moción de censura llegó finalmente por parte del PSOE , que la presentó el pasado 24 de marzo. La firmaban los 13 diputados del grupo parlamentario socialista murciano y proponía como candidato a la presidencia regional a su portavoz, Rafael Gónzález Tovar .

La opción de la moción de censura no se veía factible en las filas populares , pues el apoyo de Ciudadanos supondría un acercamiento a Podemos. Sin embargo, el PP comenzó a ver más cercana la posibilidad de perder el Gobierno de Murcia , sobre todo cuanto mayor era el acercamiento de Ciudadanos al PSOE murciano.

A dos días de la fecha prevista para la moción de censura, el juez Velasco pidió al TSJ de Murcia la imputación de Pedro Antonio Sánchez por tres delitos: fraude, cohecho y delito de revelación de información reservada. Esta decisión fue el detonante para que los populares pensaran seriamente en su dimisión para no perder el Gobierno murciano , que se ha llevado a cabo, tras dos meses de Ciudadanos solicitándola, este martes.

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