Ciudadanos se resquebraja en Aragón y en Baleares entre rencillas y deserciones
Inés Arrimadas subraya que el «95 por ciento» de cargos se mantienen fieles y dice que ella no se irá al PP
Dimisiones y rebelión en Cs Aragón contra el líder regional y número cuatro de la dirección nacional
Tres concejales de Mallorca abandonan el partido por el «seguidismo» de las políticas de Francina Armengol, los «errores estratégicos y ciertos personalismos»
La estructura territorial de Ciudadanos (Cs) ha sufrido este lunes nuevas sacudidas con deserciones de concejales en Baleares y dimisiones en bloque en los puestos orgánicos de Cs Aragón . La líder del partido, Inés Arrimadas , ha restado hoy importancia al goteo constante de cargos públicos que se desvinculan de Cs y ha subrayado que «el 95 por ciento» se mantiene fiel a su formación. Nacho Cuesta , coordinador autonómico de Asturias , ha tenido que apagar otro incendio y desmentir, como denunciaban voces internas, que estuviese preparando un desembarco masivo al PP .
Tras la reunión del Comité Permanente de Cs , Arrimadas ha criticado la estrategia del presidente del PP, Pablo Casado , por «atacar» a sus socios mientras «se reparte» las instituciones con el Gobierno de Pedro Sánchez . En una entrevista en Onda Cero, ha negado que vaya a terminar en filas populares como los «tránsfugas» de Cs, y ha lamentado que algunos de sus excompañeros, tras decir «barbaridades» sobre el PP, ahora sean «más peperos que la gaviota».
Las palabras de Arrimadas no sirven, no obstante, para que coagule la brecha abierta en el partido desde la fallida moción de censura en la Región de Murcia y el salto de Fran Hervías –responsable de la implantación nacional de Cs– a los despachos de Génova. Este lunes dos nuevas réplicas se han hecho eco de la enorme crisis vivida en Cs con la pérdida del Gobierno murciano y la desaparición de la Comunidad de Madrid tras el 4-M.
Rebelión en Aragón
Los coordinadores de las tres agrupaciones locales de Cs en Zaragoza capital y la mayor parte de sus juntas directivas han dimitido de sus cargos orgánicos. El telón de fondo de esta crisis es una rebelión interna contra el líder regional del partido, Daniel Pérez Calvo , que a su vez es el número cuatro en la cúpula nacional que preside Arrimadas. Pérez Calvo ocupa una de sus vicesecretarías generales y es el secretario de Comunicación.
La contestación interna viene de lejos, pero se ha desatado en los últimos días, al trascender que Cs contrató como asalariado a Pérez Calvo cuando lo fichó para convertirse en cabeza de lista en Aragón para las elecciones autonómicas de 2019. Sus críticos le afean que cobrara un sueldo por ello y que no haya declarado públicamente su importe y el de las dietas que cobra por sus actuales responsabilidades en la ejecutiva nacional de Cs. Además, consideran que está bajo sospecha la fecha de afiliación que consta en su ficha de militancia en Cs. Y le acusan de acaparar «contratos y cargos» para su entorno de afines.
Todo eso lo han hecho constar en las cartas con las que los dimisionarios han comunicado al partido su renuncia a los puestos orgánicos que ocupaban en las ejecutivas locales de Zaragoza. Además de esa veintena de dimisiones, la semana pasada también pidieron explicaciones las ejecutivas de Calatayud y de Caspe, y el coordinador de Cs en la comarca zaragozana de Valdejalón (La Almunia de Doña Godina). Los que han dimitido solo han renunciado a sus cargos orgánicos, pero siguen como afiliados, en lo que algunos interpretan como la antesala de una batalla interna en Cs contra la actual dirección de Pérez Calvo.
En esa oleada de dimisiones orgánicas se encuentra la de Susana Gaspar , que lideraba Cs en Aragón hasta la llegada de Pérez Calvo. Gaspar ha renunciado a su puesto en la ejecutiva de una de las agrupaciones locales de Cs en Zaragoza, pero se mantiene plenamente en el partido y sigue en su puesto de diputada de las Cortes de Aragón, en el grupo parlamentario del que Pérez Calvo es jefe de filas.
El equipo de Pérez Calvo ha negado todas y cada una de las acusaciones, y han restado importancia a esta rebelión interna. El secretario de Comunicación de Cs en Aragón, Carlos Trullén , ha afirmado: «Respetamos las decisiones personales que han tomado quienes han dimitido de esos cargos orgánicos, pero tampoco nos sorprende que hayan dado un paso al lado, porque hace tiempo que notamos en ellos cierta desafección» [con la estrategia marcada por la dirección del partido]. «Quizás no hayan visto colmadas sus expectativas», afirma Trullén.
Niega que se manipulara la fecha de afiliación de Pérez Calvo para facilitar su inclusión en la lista con la que Arrimadas conformó su actual ejecutiva nacional. Defienden la procedencia del contrato laboral que disfrutó Pérez Calvo en Cs antes de convertirse en candidato y diputado regional. E insisten en que ha cumplido en todo momento las obligaciones de transparencia que marca la normativa de las Cortes de Aragón . «Lo cierto es que Daniel Pérez está perdiendo dinero desde que entró en política en comparación con su anterior etapa profesional», ha subrayado Trullén.
Pérez Calvo también ha atendido la llamada de ABC, pero se ha remitido íntegramente a las explicaciones dadas por su secretario de Comunicación. El líder regional de Cs ha dicho que prefiere no hablar para evitar confrontaciones: «No quiero alimentar ni contribuir a polémicas estériles que lo único que hacen es desestabilizar el proyecto liberal de Cs en un momento decisivo, en el que tenemos que concentrarnos para trabajar por Aragón y por España».
Lunes negro de Ciudadanos en Baleares
Cs se desangra en Baleares. La formación naranja está sufriendo durante las últimas semanas un goteo constante de bajas en la militancia, retiradas y conflictos. Después de la guerra interna en el grupo parlamentario, que acabó con la expulsión de Maxo Benalal, la fuga de militantes continúa con concejales de municipios como Palma, Calvià, Sóller o Llucmajor dejando el partido por su falta de afinidad con el proyecto.
El lunes negro para Ciudadanos ha llegado con la marcha de los concejales Ginés Sáenz, de Llucmajor; Pere Joan Jaume, de Sineu y Gaël Thyus, de Calvià. «Existe la sensación generalizada de que este no es el proyecto por el que dimos un paso adelante para afiliarnos», ha explicado a ABC la regidora calvianera, que asegura que no comparte «ciertas estrategias ni ciertos personalismos» en Cs Baleares: «He asistido con estupor y vergüenza a demasiados errores estratégicos y cambios de rumbo por intereses puramente personalistas, que se suman a la falta de liderazgo, la destrucción de la organización interna y de las bases y la expulsión del talento».
Estas tres nuevas bajas se añaden a las de los concejales de la localidad mallorquina de Llubí, Toni Vallespir y Rafael Ramis, que abandonaron el partido naranja hace semanas. Asimismo, el goteo de bajas entre la militancia de base en la formación que lidera Patricia Guasp en Baleares es constante ante «la deriva ideológica que ha tomado el partido. Sin rumbo, ni proyecto, ni liderazgo». Algunos de los que se marchan critican que Ciudadanos en el Parlament balear se dedica a «hacer seguidismo» del Govern que dirige la socialista Francina Armengol «en numerosas iniciativas y propuestas que son contrarias a los valores y principios liberales». Como muestra, estos críticos subrayan que un hombre de confianza de la presidenta autonómica, Alejandro Valdivia, está ahora al frente de la agrupación de Palma después de la marcha de varios de los principales dirigentes naranjas en la capital balear.
La estructura orgánica del partido naranja también lleva semanas sumida en una grave crisis. La coordinadora insular de Mallorca, Noemí Getino, acaba de abandonar el comité autonómico de Ciudadanos y en Palma han dicho adiós a la formación el coordinador, Toni Cañellas, y el secretario, Omar Delgado. Hace unas semanas también anunció su marcha el concejal en la capital Josep Lluís Bauzá, que seguía el camino de otros regidores como Sebastián Aguiló, de Sóller (Mallorca) o Jorge de Diego, de Sant Lluís (Menorca). Asimismo, cabe recordar que el grupo parlamentario del partido, formado por cinco diputados, sufrió en mayo de este año una gravísima crisis con un enfrentamiento tres contra dos que acabó con la expulsión del diputado por Ibiza Maxo Benalal.
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