Arrimadas recupera figuras que rechazaron la deriva final de Rivera
De Carreras y Trapiello arropan a la candidata a liderar Ciudadanos y aplauden su «vía 221»
Inés Arrimadas organizó ayer en Madrid su primer acto político como líder de facto de Ciudadanos. Al acto se sumaron más de doscientas personas, entre representantes de la política y la cultura, para arropar a la candidata a la sucesión de Albert Rivera al frente de Ciudadanos. Entre el público destacó la presencia de figuras que habían sido relevantes en Ciudadanos pero que se habían distanciado de Albert Rivera en la etapa final. La más importante, la del catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, fundador del partido y mentor de Rivera, que en verano se dio de baja del partido entre exabruptos a su otrora pupilo, al que tildó de «adolescente caprichoso». También participaron el filósofo Fernando Savater , la historiadora Elvira Roca Barea y el escritor Andrés Trapiello , así como el exalcalde socialista de La Coruña Francisco Vázquez , que abogó por un gran acuerdo parlamentario.
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Arrimadas inició su intervención señalando que la condena e inhabilitación de Quim Torra hace más necesaria esta vía constitucionalista. Igualmente, aludió al pronunciamiento de la justicia europea sobre Oriol Junqueras , recordando que éste sigue en prisión y condenado. A su juicio, estos dos políticos no pueden ser interlocutores. «¿Qué imagen estamos dando de España? ¿Cómo vamos a pedir que respeten a España si el presidente del Gobierno no la respeta?», se preguntó. Además, recordó que Podemos defiende las tesis de Esquerra Republicana. «Esta vía no es para que ERC no tenga la llave de España, sino para que no entre en el Gobierno», indicó.
España desaparece
La portavoz parlamentaria afirmó que «si no impulsamos esta vía ahora, ¿quién la va a impulsar? De las noticias de hoy veo más que necesaria esta vía y haremos historia. Hoy, más que ayer, puede ser una realidad».
El exdiputado socialista Jesús Cuadrado explicó que la propuesta de Arrimadas es «necesaria, la única viable. Si Sánchez pacta con ERC, Sánchez cede; y ceder significa que España entra en una etapa de cuestionamiento de su propia naturaleza, de su identidad nacional, desaparece como tal. No hay ningún español que no sepa cual es el precio que pide ERC». Cuadrado llegó a hablar de «irresponsabilidad» de los que pueden favorecer este pacto con los independentistas catalanes.
Cuadrado le pidió a su expartido que «no desconozca la realidad. Si en el PSOE hay una reacción seria, la vía es posible. Hay que decir algo más de lo que han hecho (Emiliano García) Page y (Javier) Lambán, es una cerilla que se apaga enseguida. Hay que decirle a Sánchez que no lo haga. Si Abel Caballero le dice a Sánchez que no lo haga, no lo hace. Si en el PSOE hay la reacción patriótica que en este momento se exige, la vía Arrimadas es posible».
Al PP, el exdiputado socialista le dijo que «no pueden decir lo que sería bueno para España sino que Casado actúe, que no siga inhibiéndose. En España hay un apagón informativo con las ideas constitucionalistas».
Tras esta primera intervención de Cuadrado, Arrimadas retomó la tesis que sostuvo de que en España defender la igualdad es de fachas. La portavoz parlamentaria subrayó que «hay partidos que se dicen de izquierda y no defienden la igualdad de los españoles» y resaltó el «peligro de Podemos», sobre todo en los temas económicos: «España necesita reformas, no medidas populistas. Con esta vía 221 podemos hacer reformas, incluso cambiar la Constitución . Esas reformas de Estado se podrán hacer porque tendrán un respaldo transversal». En este sentido, subrayó los peligros del «Gobierno Frankenstein» en la «pérdida de libertades». «Van a seguir cavando la trinchera, van a a seguir dando alas al populismo de la otra banda. El Gobierno de España no puede ser el punto de unión de populistas e independentistas», lamentó.
Arrimadas también aludió al peligro de «ir cediendo más cosas al nacionalismo. Si la vía Frankenstein sale, habrá un presidente que cuando vaya a Bruselas va a decir que hay presos políticos. Todos estos riesgos son muy importantes y hay que mirar a largo plazo. Hay muchísimas cesiones que ponen en peligro la convivencia en España y van a dar alas al nacionalismo en Navarra, Valencia o Baleares, si esto sigue así vamos a tener un problema en España que ríete del golpe de Estado. Riesgo de que se pueda contagiar». Frente a este escenario, Arrimadas afirmó que «sí hay alternativa si Pedro Sánchez quiere abrir la vía de los 221 escaños».
«Lenin en La Moncloa»
Cuadrado reconoció que no es «tan optimista». A su juicio, el peligro no es tanto Sánchez como quien va entrar en el Gobierno, «no habrá más soberanista en el Gobierno como su presidente, Pablo Iglesias . Va a haber ministros, si se produce esta desgracia, que admiran a Lenin, vamos a tener a Lenin en La Moncloa. Lenin fue un genocida, en el nombre de la Historia. Ese populismo comunista y anticapitalista primario es peligrosísimo».
Arrimadas explicó de forma clara «por qué haremos historia si se apuesta por esta vía por primera vez en democracia. Vamos a tener mayoría para hacer reformas de calado, para dejar de cavar trincheras de rojos y azules, sobre todo porque, si no lo hacemos, ahora es muy difícil revertir esta degradación del proyecto colectivo. Igual que en Europa se ha reaccionado, en España se pueda hacer y la vía 221 me parece la mas inteligente».
Finalmente, la dirigente de Ciudadanos afirmó que la vía 221 «es un altavoz para los constitucionalistas. Los nacionalistas quieren que se proyecto vaya a peor para reforzarse. Una vez que los populistas entren en las instituciones es difícil echarlos. Necesitamos moderación y no sé si los acontecimiento de hoy nos acercan más a esta vía». Si Sánchez rectifica esta vía se abre y España hace historia aislando a los populistas y los nacionalistas»