V Asamblea General de Ciudadanos
Arrimadas se marca el objetivo de recuperar la ilusión de «millones de votantes»: «España nos necesita»
La presidenta de los liberales reivindica la igualdad, la unidad nacional y la libertad en su discurso de clausura, en el que promete que siempre pondrá el interés general por delante del partidista
El escenario de la clausura de la V Asamblea General de Ciudadanos (Cs) era el mismo que acompaña a su presidenta, Inés Arrimadas , en cada rueda de prensa desde que se decretó el estado de alarma . El coronavirus ha obligado a vivir en la distancia, pero hoy el salón del domicilio de la lideresa liberal lucía distinto. Era su primer gran discurso en el cargo y lo hacía nada menos que para cerrar el primer congreso virtual que ha celebrado un partido político.
Delante del tríptico del mapamundi, con el que ya se han familiarizado los periodistas que cubren la información de Cs, había hoy una bandera de la Unión Europea y otra de España . Ambas, con el crespón negro del luto que el Gobierno se resiste a adoptar de forma oficial. Y Arrimadas, en una imagen solemne, sentada tras un escritorio.
La presidenta de Cs ha arrancado, como siempre, recordando a las víctimas del Covid-19 , pero hoy, en su noveno mes de embarazo, ha querido acordarse también de todas las madres que están celebrando su día sin el calor del abrazo de sus hijos.
Antes de ella, ha intervenido el presidente del Consejo General saliente, Manuel García Bofill , que ha asumido el papel que no quiso ejercer Albert River a . El expresidente de Cs limitó toda su participación a un paupérrimo vídeo de menos de tres minutos de duración, en el que apenas mencionó a Arrimadas para desearle suerte.
Bofill, perro viejo en el partido, sí se ha detenido a reconocer la evolución de Arrimadas y el mérito que atesora para haber llegado al puesto que hoy ocupa. No ha ocultado su «orgullo» de ver como presidenta a una persona que se acercó por primera vez a la formación en 2010, cuando solo se unía a las filas de los liberales, entonces todavía socialdemócratas, alguien con «gran convicción».
«Hemos visto cómo ha ido creciendo», ha expresado Bofill, que ha presumido de la «cantera» de Cs. Pero el mayor éxito de Arrimadas, ha reconocido, fue convertirse en «la voz de los que no podían hablar», ahogados en la hegemonía nacionalista en Cataluña . Con su victoria en las elecciones autonómicas del 2017, una jerezana demostró, en el punto álgido del «procés» , que una mayoría de catalanes sigue apostando por la unidad de España.
Respaldo de líderes europeos
Antes del alegato final de Arrimadas, y después de la intervención inicial de Bofill, el partido ha proyectado una serie de vídeos de felicitación de distintos líderes europeos que han querido manifestar su respaldo al proyecto que representa Cs en España. Es el caso del presidente de Renew Europe, Dacian Ciolos o el presidente de Alde, Hans van Baalen . Pero también los dirigentes de los partidos liberales de Austria, Beate Meinl-Reisinge r; Rumanía, Dan Barna ; Alemania, Christian Lindner ; el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt ; o las vicepresidentas del Parlamento Europeo Dita Charanzová y Nicola Beer .
Ante todos ellos, así como ante afiliados, simpatizantes y votantes de Cs, se ha mostrado agradecida la presidenta liberal. Su discurso, mucho más breve de lo que acostumbran los congresos políticos -ha durado algo más de quince minutos-, ha proyectado su intención de «recuperar la ilusión» de los millones de votantes que confiaron en Cs el 28 de abril del 2019 y que se fueron perdiendo por el camino entre el veto a Pedro Sánchez y su tardía oferta de desbloqueo.
El partido aprobó ayer sus nuevos estatutos y su nueva estrategia , que mantienen el centralismo político de la formación, pero le devuelven a ese papel de bisagra que ejerció en 2015 y 2016. Y el rumbo que ha imprimido estas primeras semanas Arrimadas refleja su firme compromiso con hacer de Cs un actor «útil» en la política española.
«Este camino no ha sido fácil y Cs ha pasado por etapas difíciles, pero luchar por la libertad, la unión y la igualdad siempre, siempre vale la pena», ha clamado Arrimadas, recordando cómo cuando ella llegó al partido solo tenían tres diputados en el Parlamento catalán y las encuestas pronosticaban su desaparición.
Único partido «de centro y de progreso»
En un plano sentimental, la presidenta de Cs ha evocado: «Cuando tenía dieciocho años fue la primera vez que pude votar y voté en blanco. ¿Por qué? Porque Cs no existía. Los que éramos de centro y creíamos en el progreso no teníamos partido. La primera vez que pude votar a Cs voté con la cabeza y con el corazón».
La lideresa de los liberales ha tenido palabras de reconocimiento para su sucesor, Albert Rivera, a quien le ha agradecido haber situado al partido donde hoy está, gobernando en cuatro comunidades autónomas y en más de cuatrocientos ayuntamientos, y de quien ha destacado su «valentía» y su «sentido de Estado».
También ha mencionado expresamente a Francisco Igea , su principal rival en las primarias, y le ha agradecido, a él y a su equipo, haber contribuido a dar un ejemplo de democracia interna. Ahora, con los documentos estratégico y estatutario respaldados por más del noventa por ciento de los compromisarios en la Asamblea General, Arrimadas ha apelado a la «unidad» de todos los miembros de un partido que comparten «los mismos valores».
«España nos necesita: necesita un partido de centro, moderado, progresista, que confía en Europa como nuestro espacio político natural. La ilusión, las ganas y los valores siguen intactos», ha continuado, en una firme defensa del espíritu europeísta, como quedó ayer reflejado en una de las enmiendas aprobadas en el seno de la Asamblea General.
Alejado de populismos y nacionalismos
En plena pandemia , Arrimadas ha alertado del peligro de que la crisis posterior al coronavirus dé una oportunidad para el reflote de populismos y nacionalismos ; por lo que ha llamado firmemente a trabajar «codo con codo» con los aliados europeos con los que cuenta Cs. «Si algo nos enseña el coronavirus, es que uno no se puede esconder en fronteras, en soluciones excluyentes», ha apuntado.
Su reto en España es inmenso. Tras una caída sin precedentes en menos de siete meses, de los 57 a los diez diputados, Arrimadas aspira a recuperar el fuelle perdido por un partido a la baja. Ella defiende que existe un espacio de centro liberal en España, pero su misión es predicar entre quienes han perdido la fe. Las encuestas publicadas ayer y hoy por ABC demuestran que, a día de hoy, el batacazo de los liberales en las últimas generales se trasladaría a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de la capital.
De momento, sus pasos se encaminan a una remontada a medio o largo plazo que recupere la esperanza de quienes un día votaron a Cs y hoy se refugian en el bipartidismo , en la abstención o en posiciones más extremas . Ante la crisis del Covid-19, Arrimadas está apostando por una actitud de lealtad al Ejecutivo y por tenderle la mano para intentar consensuar las medidas sociales, económicas y sanitarias para derrotar los estragos del virus.
«La situación actual es dramática», ha admitido, y, sin paños calientes, ha señalado que no estaba escrito en el destino que España fuese uno de los países con más fallecidos por coronavirus o con más sanitarios contagiados. «Se han cometido muchos errores», ha incidido, pero hecho el diagnóstico ha apostado por la búsqueda de soluciones. Y estas pasan, insiste, por un «gran pacto de Estado».
«Cada vez que tomemos una decisión en el Congreso , solo nos va a guiar un principio: el interés general de los españoles», ha prometido, con una frase que aventura un nuevo apoyo a la prórroga del estado de alarma, ya que su partido ha sido hasta ahora firme defensor del confinamiento como mejor medida de contención frente al virus. «Cuento con todos vosotros, pero quiero que sepáis que podéis contar conmigo. ¡Viva la libertad, viva España y viva Europa!», ha concluido, en el primer discurso por videoconferencia para clausurar el primer congreso político telemático.
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