Arrimadas da por «integrado» a Igea en Ciudadanos y lo invita a trabajar «juntos»

Diseña una ejecutiva con más voces autorizadas y peso en las decisiones

El vicepresidente de Castilla y León promete cambiar de «actitud»

Inés Arrimadas, presidenta electa de Ciudadanos Efe / VIDEO: Igea no aceptará un puesto en la ejecutiva de Arrimadas - AT

Juan Casillas Bayo y Isabel Jimeno

La victoria de Inés Arrimadas fue contundente y en su equipo se esforzaban ayer en poner en contexto los datos recabados. No solo la alta participación -cercana al sesenta por ciento-, que siempre legitima los procesos de primarias, sino el incontestable apoyo que recibió la portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Congreso de los Diputados: un 76 por ciento de los votos.

Es cierto, eso sí, que su principal rival, Francisco Igea , consiguió aglutinar las voces críticas y obtuvo un veintidós por ciento de votos que supone una cota desconocida hasta ahora en Cs. En el 2017, con una participación que apenas superó el 34 por ciento del censo, las dos candidaturas críticas sumaron juntas un irrelevante doce por ciento. El tiempo de la unanimidad de Albert Rivera ha pasado a mejor vida, pero el «quorum» alrededor de Arrimadas es aún abrumador.

Su 76 por ciento supera ampliamente el respaldo cosechado por Pablo Casado en las primarias del PP (57 por ciento) o por Pedro Sánchez en las del PSOE (50 por ciento). «Me siento muy legitimada, con una amplísima participación y con el apoyo mayoritario de la militancia para empezar esta nueva etapa», celebró ayer Arrimadas, antes de asistir a la asamblea de la ATA.

Albert Rivera felicitó a su sucesora y esta, desde ayer, se vistió el traje de lideresa. El resultado fue «clarísimo», pero Arrimadas hizo un llamamiento para, «todos juntos», remar en la misma dirección y «caminar hacia el futuro». Una hoja de ruta que pasa por consolidar «un partido de centro liberal fuerte» ; mensaje que lanza también al PP para descartar la fusión a la que aspiran en Génova.

En clave interna, aunque desde la nueva dirección de Arrimadas rechazan la integración de Igea en el Comité Ejecutivo , se mostró más conciliadora que nunca: «Igea y todos los demás ya están integrados en Cs. Todos, hayan votado a quien hayan votado, son necesarios para el futuro».

Las discrepancias

«Son conocidas las discrepancias», insistió ayer por su parte Igea, quien descartó en Valladolid intentar integrarse en la ejecutiva de Inés Arrimadas. Lo dijo públicamente en una comparecencia para analizar el «mal resultado» logrado por su candidatura crítica, y así se lo transmitió también a la propia Arrimadas. Seguirá formando parte de Cs y «trabajando» en ese proyecto, lo que no significa que piense morderse la lengua. «Hemos perdido claramente las elecciones, pero no hemos perdido ni nuestra cabeza ni nuestra capacidad de analizar», señaló el vicepresidente de la Junta de Castilla y León.

«No cambiamos de opinión, pero sí cambiamos de actitud» , señaló rodeado de varios de sus más fieles. Prometió «lealtad» y guardar sus pullas hasta que le sea «posible». «Un partido unido no es un partido unánime», dejó claro. «Tenemos que dar un mensaje de unidad, pero somos un partido liberal, con sensibilidades distintas».

La portavoz de la gestora, Melisa Rodríguez , que también asumirá esa labor en la nueva ejecutiva de Arrimadas, salió al paso de las declaraciones de Igea para enviarle un toque de atención más contundente. Un aviso, o un deseo, para que el vicepresidente castellano y leonés no continúe criticando públicamente al partido con la severidad con la que lo ha hecho en la campaña de primarias.

La Asamblea General de Cs se suspende por el coronavirus, pero la ejecutiva toma posesión el sábado

«Debatir internamente no es ningún problema siempre y cuando se haga de una manera constructiva», arrancó, y puso de ejemplo a su nuevo compañero de ejecutiva Jordi Cañas , que en 2017 sí supo, según ella, encabezar el sector crítico del partido «por los cauces que se contemplan».

En el entorno de Arrimadas consideran que Igea fue demasiado lejos en muchos de sus comentarios, por lo que hace tiempo que asumieron que no compartirían sillón con él en el nuevo Comité Ejecutivo.

Eso sí, Rodríguez lanzó una advertencia a navegantes: «Habrá gente que no podrá convivir con el hecho de que no ha ganado su opción y otra que lo que realmente querrá es estar en Cs. Lo dejamos para el análisis interno de cada uno».

Nuevo organigrama

El reducidísimo «consejo de sabios» de Rivera, al menos sobre el papel, no se repetirá. El expresidente de Cs solía consultar sus decisiones con su secretario general, José Manuel Villegas , y, en el mejor de los casos, con los secretarios de Comunicación y de Organización, Fernando de Páramo y Fran Hervías .

En la última etapa de Rivera ya se había detectado el sobrepeso que recaía sobre la presidencia y la secretaría general, por lo que ahora Arrimadas refuerza orgánicamente al partido para equilibrar el poder en la cúpula. La nueva secretaria general, Marina Bravo , contará con dos vicesecretarios generales. Uno con más peso interno, Carlos Cuadrado , y otro con un perfil más político, Joan Mesquida . José María Espejo , secretario general en el Congreso y mano derecha de Arrimadas, será vicesecretario adjunto de Cuadrado para reforzar la rama orgánica.

A su vez, Rodríguez contará con una portavoz adjunta, Lorena Roldán , para repartir la carga de la portavocía. En esta ejecutiva naciente llama la atención que se elimina la figura del secretario de Comunicación y se deja esta área en manos de profesionales que actúen en todas las secretarías del nuevo Comité Ejecutivo.

Por ahora, la ejecutiva de Arrimadas se compone de 39 nombres -los 35 que conformaban su candidatura más Edmundo Bal , María Ángeles Rosado , José Ramón Bauzá y Sara Giménez -, aunque podría incorporar a otros seis.

Asamblea General, aplazada

Este sábado, en la V Asamblea General de Cs, estaba previsto el traspaso de poderes de la gestora a la nueva ejecutiva. La crisis del coronavirus ha llevado al partido a aplazar «sine die» su congreso, pero según informó ayer el partido esto no alterará la toma de posesión del nuevo Comité Ejecutivo.

Como estaba planeado, Arrimadas y su equipo se harán con las riendas del partido el sábado, aunque sin la pompa ni los fuegos artificiales deseados. Será de forma telemática, entre la nueva presidenta y el líder de la dirección interina y del Consejo General de Cs, Manuel García Bofill .

La Asamblea General, alejada de las primarias y sin la sucesión como principal atractivo, quedará deslucida cuando se celebre. El partido aún debe aprobar sus nuevos estatutos y su nueva estrategia, así como elegir a su nuevo Consejo General; máximo órgano entre asambleas. El 78 por ciento de compromisarios , delegados que representan a los militantes en las asambleas generales, son afines a Arrimadas. Pocas sorpresas se esperan por tanto.

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